Ahora sí que sí: vuelve el piano del 'Toni 2', templo madrileño de las noches hasta el amanecer

Es muy probable que, en más de una ocasión si has tenido suerte, te hayas arrancado a cantar junto a tus amigos en el 'Toni 2', uno de los locales de ocio nocturno más emblemáticos de la ciudad de Madrid. Y donde acaba lo mejor de cada casa. Han pasado más de cuatro meses desde que este 'piano bar' se quedase en silencio sepulcral a causa del confinamiento por el coronavirus. Ahora, tras más de 120 días cerrado, 'Toni 2' reabre para ti.

Desde este viernes, según cuenta el diario El Mundo, se podrá volver a cantar en el Toni 2. Deberás tener en cuenta que, debido a la situación, será indispensable que lleves tu mascarilla, porque si no no podrás entrar. Recuerda también que el aforo está reducido a un 40%, por lo que es conveniente ir con tiempo si no quieres esperar en la puerta a que se vaya vaciando el local. Además, también serán muy estrictos con la distancia de seguridad, por lo que intenta en todo momento respetarla para facilitar el trabajo a los camareros.

"Volvemos con ganas", ha dicho Víctor Simonet, uno de los cuatro pianistas del local. Los clientes también. Avisa además de que la primera canción que le gustaría tocar en la reapertura será "una de los Beatles, de Armando Manzanero o de Nino Bravo", aunque "dependerá del cliente cantante de turno".

En el Toni han dejado de ser selectos con la afinación de los clientes. Antes, el micro estaba reservado a buenas entonaciones, pero con el paso de los años -no sabemos si por gracia o compasión-, se ha relajado la 'política de cante' y es habitual ver a casi cualquier cliente animado cantando -o dando voces- sobre la melodía de los magníficos pianistas que ostenta el local.

Acostumbrado a generar un cóctel de clientela -que va desde un público más experimentado hasta ancianos o universitarios-, el Piano 2 ha ido evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en uno de los estandartes de la noche madrileña. Situado en la calle del Almirante número 9, ha sido testigo de líos, charlas, canciones, aventuras y, sobretodo, muchas risas. Ahora, después de un triste periodo como el que hemos vivido, está listo para volver a convertirse en el sello del distrito Centro.