Elon Musk cuelga el cartel de vendido en la casa de Willy Wonka: casi 6 millones de euros por la exclusiva azotea

Elon Munk, director de Tesla Motors y fundador de otros muchos proyectos, parece que ha vendido la casa de Gene Wilder, interprete de Willy Wonka. Hace solo unos meses surgió cierta polémica en la que el empresario se disponía a vender la mayoría de sus bienes materiales entre los que se encuentra esta mansión. Una idea que muchos tomaron como una forma de llamar la atención y dar promoción a sus proyectos pero que parece que se está haciendo realidad, pues ha vendido la propiedad que mencionábamos.

Casi 6 millones de euros, unos 7 millones de dólares, es el precio final por el que se ha deshecho de esta lujosa mansión, un precio que, a priori, podría serle bastante beneficioso, ya que la vende por unos 250.000 dólares más del precio por el que la compró hace 7 años. Pero si tenemos en cuenta que durante este tiempo se han realizado reformas y todo el terreno ha necesitado un mínimo de mantenimiento pues ese beneficio tampoco es que sea tan grande. También es cierto que con su fortuna puede que no le importe mucho siempre que no le suponga una gran pérdida económica.

Realmente es curioso, porque esta casa está justo enfrente de su domicilio y en un capricho decidió comprarla porque los planes iniciales eran demolerla para construir una casa más grande. Gestos que solo los multimillonarios pueden hacer. Y parece que su cariño sigue vigente aunque la haya vendido, pues según dicen en la venta hay una condición para que no sea derribada. Pero por cosas del destino todo queda en familia, pues los nuevos propietarios de la mansión son Jordan Walker-Pearlman, sobrino del actor que daba vida a Willy Wonka, y su esposa la guionista y productora Elizabeth Hunter.

Pero si hablamos de la mansión en sí, es espectacular, con unas vistas envidiables al campo de golf de Bel Air Country Club. Se construyo a principio de los años 50 y tiene cinco dormitorios con cuatro baños completos a los que se le suma un aseo. Aparte cuenta con una villa privada para invitados y, por supuesto, una zona de jardín donde se encuentra la piscina y un solárium donde desconectar y disfrutar del buen tiempo que ofrece esta zona tan exclusiva de Los Ángeles.

El interior es, en gran parte, lo más desconocido de la casa, aunque algunos medios hablan de que está decorada con muebles hechos a mano y muy cuidados. Además, durante estos años la casa no ha ejercido de hogar como tal, sino que al parecer Musk la habría utilizado como colegio privado tanto para sus hijos como para los de algunos de sus empleados de Tesla y SpaceX, sus empresas más top.

Con esta venta ya lleva dos en pocos meses, una promesa que parece estar cumpliendo para deshacerse de sus bienes materiales. Una mansión a la que le tiene un gran cariño y que ahora seguirá en manos de la familia del actor Gene Wilder. La otra que ya ha vendido se encuentra por la misma zona y lo hizo por unos 24 millones de euros, mansión que ahora está en manos de un importante multimillonario chino.