Los duros que guardas en un cajón y te pueden hacer ganar más de 30.000 euros

Desde que el Banco de España cerró el plazo para cambiar las antiguas pesetas por euros (finalizó el pasado 21 de junio), los coleccionistas amantes de la numismática están dispuestos a pagar pequeñas fortunas con tal de hacerse con algunos tesoros de la historia de nuestro país. Si eres de los que han conservado tus antiguas monedas, ya fuera por sentimentalismo o por coleccionismo, puedes estar de enhorabuena.

Tu suerte puede ser mayor si en tus cajones conservas alguna moneda de 5 pesetas. Según la web Coleccionistas de monedas, los duros de 1949 son con toda probabilidad la moneda valiosa fetiche del coleccionismo. Esta moneda española fue durante mucho tiempo pieza de cambio de ámbito mundial. Fueron acuñadas duros de 5 pesetas desde el lejano año de 1869 hasta la sustitución de la peseta por el euro allá en el año 2001.

Cinco combinaciones diferentes

Según los expertos en numismática, los duros de 1949 pueden tener un precio que oscila entre los 12.000 y los 36.000 euros en determinadas subastas, pero, ojo, no todos valen tanto. Tienen que cumplir un requisito.

Para saber si tienes un verdadero tesoro tienes que fijarte en los números troquelados en las dos estrellas que están alrededor de la palabra 'Cinco'. Existen cinco combinaciones diferentes - 19 49, 19 50, 19 51, 19 52 y E 51- y cada una de ellas tiene un valor muy distinto.

"Si nuestra moneda tiene estrellas 19 49 o 19 50, y está en un estado de graduación perfecto, puede tener un valor de mercado entre 10 y 20 euros". En cambio, "la que encontramos con "51" puede costar entre 3.000 y 6.000 euros", indica la web.

Valor de hasta 36.000 euros

El premio gordo lo consigues si tienes la moneda que marca 19 52. "Se conocen unos 14 ejemplares, y en subastas numismáticas ha llegado a alcanzar un precio de 36.000 euros en 2011, aunque su precio más habitual es de unos 20.000 euros", señala la web especializada en numismática.

La razón de que estas monedas sean tan raras está en que la mayoría se fundieron. En 1951, debido a la guerra de Corea y al aumento del precio del níquel por su uso cada vez más habitual en la industria, se llegó a la conclusión de que fabricar este duro tenía un coste superior a su valor facial. Así, odas las monedas con estrellas *51 y *52 fueron fundidas excepto unas pocas decenas, que fueron guardadas por coleccionistas de la época con muy alto poder adquisitivo y por altas autoridades de la dictadura franquista.