La temperatura a la que debes poner la lavadora para ahorrar un 55% de luz

La lavadora es uno de los electrodomésticos que más utilizamos en el hogar, y también uno de los que más energía y agua consume. Por eso tiene más impacto en nuestras facturas del que creemos -el 8 por ciento del consumo energético anual de una familia-, aún más en estos tiempos en los que la inflación se está cebando en suministros básicos. Sin embargo, hay una serie de consejos que se pueden seguir para conseguir un buen equilibrio entre ahorro y eficacia en el lavado.

¿A cuántos grados pongo la lavadora?

Lo ideal es que cada prenda se lave a la temperatura indicada en su etiquetado, ya que las más delicadas requieren cuidados especiales durante el lavado. La temperatura a la que se pone un programa es importante para ahorrar en el recibo de la luz. Las coladas poco sucias y los tejidos delicados como el algodón orgánico, la lana, el lino y la ropa interior se pueden lavar a baja temperatura.

Otro tipo de coladas necesitan agua caliente para obtener un buen resultado. En estos casos, se puede optar poner la lavadora a 40ºC en vez de a 60ºC, ya que los resultados van a ser los mismos, con la diferencia de que te habrás ahorrado hasta un 55 por ciento de energía, según indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Hay que tener en cuenta que el 85 por ciento de la energía que utiliza la lavadora es para calentar el agua.

Otros consejos para ahorrar energía

  • Puede parecer de perogrullo, pero lo cierto es que muchas veces nos olvidamos de llenar al completo el tambor. Hay que esperar hasta tener una carga completa para comenzar el ciclo de lavado, de modo que queden limpias el máximo número de prendas posible.  Esto disminuye los gastos en agua y electricidad.
  • A veces cometemos el error de echar más dosis de detergente pensando que la ropa se limpiará mejor. No pongas más del necesario. Usa solo la cantidad de detergente recomendada por el fabricante.  Estos productos, además de contaminar, son bastante caros.
  • Siempre que el tiempo lo permita, es recomendable secar la ropa al aire libre siempre que sea posible. Así, evitarás gastar un extra de energía en la secadora. Si no puedes secarla en el exterior, tiende la ropa dentro de casa, pero siempre en un lugar que haya buena ventilación.
  • Procura también tender la ropa nada más terminar el ciclo de lavado. De lo contrario, las prendas podrían adquirir humedad y moho, lo cual hace que se arruguen más y gastes más energía al planchar.