El método del preahorro: el sencillo truco para ahorrar dinero todos los meses

Encontrar la forma de ahorrar es una de las grandes asignaturas pendientes a la que se enfrentan mes a mes muchos ciudadanos, y más en estos tiempos en los que la inflación está elevando el coste de la vida. El principal problema es dar con una fórmula que permita hacerlo de forma efectiva y que no suponga un esfuerzo inasumible a medio plazo. Hay muchos trucos y estrategias disponibles, como el método de las 52 semanas, pero la solución más sencilla si te fallan todas las demás quizás sea el método del preahorro.

Este sistema consiste en pagarte a ti mismo al principio del mes, antes de empezar a gastar el dinero que ganas. La clave está en destinar un porcentaje fijo de tu nómina y guardarlo en un lugar que ya no tocarás el resto del mes, preferentemente una cuenta corriente. Se trata de darle la vuelta al concepto tradicional de ahorrar aquello que nos ha sobrado al final de mes, que normalmente termina siendo menos de lo que nos habría gustado.

Un método muy fácil de implementar

Se trata de un método muy fácil de implementar que, una vez puesto en marcha, te permitirá ahorrar automáticamente sin tener que hacer nada más. En primer lugar, tienes que decidir qué porcentaje de tus ingresos quieres ahorrar. De entrada, no seas demasiado ambicioso. No quieras empezar a ahorrar un 15% de tu nómina si nunca has ahorrado nada. Empieza con un 5% y según vayas sintiéndote mes a mes ya podrás ir aumentando la cantidad de dinero que apartas.

Si ya estás acostumbrado a ahorrar, empieza preahorrando un poco más de lo que ya ahorrabas y ve subiendo gradualmente si lo ves posible. Ten en cuenta que si tienes de 50 a 65 años, un porcentaje mínimo deseable de preahorro a alcanzar sería un 15%. Pero no te obsesiones en llegar a esa cifra y procura alcanzarla de manera orgánica. El promedio de los mejores preahorradores para esta franja de edad estaría en una aportación del 35% de la nómina. Pero, de nuevo, no te agobies porque esto son simplemente cifras orientativas.

Una cuenta de ahorro sin comisiones

Una vez fijado el porcentaje a aportar, lo siguiente que hay que establecer es una cuenta a la que enviar ese dinero todos los meses, y que sea distinta de aquella en la que cobras la nómina. Es importante que la cuenta no tenga comisiones y dé facilidades para acceder al dinero si llegaras a necesitarlo, aunque el objetivo inicial es no tener que tocarlo. Para que el método funcione a pleno rendimiento no deberías de tener que pagar por esta cuenta de ahorro.

El mercado ofrece cuentas online sin coste alguno a las que puedes recurrir, pero también puedes abrir una segunda cuenta en tu banco habitual y pedirles que esta te la liberen de comisiones. Una vez tengas esto resuelto, debes ordenar una transferencia automática a los pocos día de haber cobrado tu salario. Si habitualmente éste te llega entre el día 1 y el 2 de cada mes, programa la transferencia para el día 3. La importancia de hacerlo así es que no suponga un esfuerzo psicológico continuo por tu parte que pudiera comprometer tu fuerza de voluntad. Una transferencia periódica garantizará que no tengas que preocuparte por guardar tu dinero cada mes.

Al enviar tu dinero a otra cuenta nada más ingresarlo no lo tendrás a la vista ni manejarás la posibilidad de usarlo, por lo que no te costará ahorrar y con el paso del tiempo ni siquiera te acordarás de que estás apartando una cantidad de dinero todos los meses, pero sin apenas darte cuenta habrás establecido un método eficaz y estable para optimizar tus recursos económicos.