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El pasado dos de febrero, Jeff Bezos, dueño de Amazon y el hombre más rico del mundo, anunció por sorpresa que abandonaría su cargo de CEO del gigante electrónico en el tercer trimestre de 2021 para cederle la batuta a Andy Jassy, el actual director ejecutivo de Amazon Web Services.
Tras 27 años de trabajo en los que ha conseguido transformar el sector del comercio en todo el mundo y amasar una ingente fortuna de aproximadamente 177 mil millones de dólares, según el último ranking de la revista Forbes, Bezos, que seguirá en la empresa en el cargo de presidente ejecutivo, se despide para poder dedicar más tiempo a sus pasiones, pero, antes de marcharse, ha querido compartir una última reflexión con sus accionistas.
Como muchos otros empresarios de renombre, Jeff Bezos escribe cartas anuales a sus accionistas en las que desgrana no solo el desempeño de Amazon, sino también lo que ha aprendido en sus años como CEO de la compañía.
En esta última misiva, que llega poco después de que los trabajadores de un almacén de la marca en Alabama rechazasen formar el primer sindicato de la compañía en una votación no exenta de polémica, y en medio de una lucha sindical que no parece que vaya a detenerse a pesar de la controvertida derrota, el hombre más rico del mundo ha hecho un repaso de los últimos 24 años de su empresa y ha compartido la fórmula para convertir una pyme en una multinacional. Estos son sus puntos clave.
Para Bezos, esta es la clave del éxito, tanto en la vida como en los negocios. En su misiva, el CEO de Amazon afirma que para poder triunfar es necesario crear más de lo que consumes y que tu meta debe ser crear “valor” para todas aquellas personas con las que interactúas.
“Los precios de las acciones no se centran en el pasado”, afirma, “sino que son una predicción de los flujos de efectivo futuros descontados al presente”. Es decir: el mercado de valores se anticipa. Por ello, señala que todas aquellas empresas que sean incapaces de crear valor están condenadas al fracaso, incluso cuando parecen tener éxito. “No están hechas para este mundo”, sentencia.
En el caso de Amazon, Bezos explica que gran parte de su éxito viene del tiempo que ahorran a sus clientes. Tal y como él mismo menciona en su carta, la mayoría de las compras que se realizan a través del gigante electrónico se completan en un intervalo de tres a quince minutos, mucho menos de lo que se tarda en ir a una tienda física.
Como bien dice el dicho, el tiempo es oro y, para Bezos, el tiempo supone un valor más a tener en cuenta. En su caso, le otorga diez dólares a cada hora. Suponiendo que un viaje a la tienda nos lleve una hora y que los realicemos más de una vez por semana, Bezos estima que a través de Amazon sus clientes pueden ahorrar 75 horas al año.
Multiplicando esta cifra por diez dólares la hora y restándole el precio de la suscripción a Amazon Prime, los miembros pueden ahorrarse 630 dólares al año. “Tenemos 200 millones de miembros Prime”, declara Bezos, “lo que implica que en 2020 se ha creado valor por 126.000 millones de dólares”.
Además, el magnate señala que su compañía también crea valor para sus accionistas, sus empleados y sus vendedores, a través de las ganancias de sus acciones, los salarios o los servicios de venta online de su empresa. Gracias a esto, afirma, la gente trabaja, vende y compra en Amazon, lo que, a su vez, se traduce en éxito empresarial.
Crear un buen ambiente de trabajo es clave para alcanzar el éxito y, precisamente, el punto débil de Amazon. Las condiciones laborales del gigante electrónico han sido objeto de crítica en los últimos años. Los empleados se quejan de que hacen horas en exceso, del control militar que hay en la compañía, de la falta de descanso y del ritmo frenético de trabajo que deben de seguir, entre otros.
A pesar de que Bezos afirma que sus trabajadores tienen pausas, recientemente se ha descubierto que parte del personal de la compañía se ve obligado a orinar en botellas de plástico porque, sencillamente, no tienen tiempo para parar, un escándalo que pone en entredicho las palabras del hombre más rico del mundo.
Pese a esta discrepancia, en su misiva Bezos sí abordó el tema de las condiciones de sus trabajadores, admitiendo que tienen que “hacer un mejor trabajo” con sus empleados.
Para ello, afirma que no pueden establecer “objetivos de rendimiento poco razonables” y que deben marcar objetivos asumibles que tengan en cuenta la permanencia y los datos de rendimiento reales de los trabajadores, algo que debe aplicar cualquier empresa que quiera prosperar en el mercado.
Para poder mantenerse en el mercado empresarial, no basta con ofrecer más de lo que consumes, sino que hay que ser original para diferenciarse de los demás. “El mundo quiere que seas típico”, señala Bezos, “pero no lo permitas”.
Sin embargo, apunta, para mantener nuestro carácter distinto, es importante que tengamos en cuenta el trabajo que nos va a suponer. “Ser tú mismo merece la pena”, dice, “pero no puedes esperar que sea fácil o gratuito”. Por ello, para conseguir nuevas soluciones que puedan crear valor y poder alcanzar el éxito, debemos esforzarnos en ser distintos en todo momento.