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Sólo hay una manera de seguir trabajando y cobrar el 100% de la pensión de jubilación: si eres autónomo y tienes al menos un trabajador contratado. Las otras fórmulas de compatibilizar el salario con el cobro de una pensión, la jubilación activa, la jubilación flexible y la jubilación parcial, reducen considerablemente el porcentaje de pensión que se puede cobrar y condicionan fuertemente la relación laboral.
Ahora, el Gobierno pone en marcha la jubilación activa mejorada, que permite a los médicos de atención primaria y a los pediatras del Sistema Nacional de Salud, seguir trabajando y cobrar el 75% de la pensión. Algunos expertos opinan que la iniciativa debe ampliarse a otros casos, o incluso que sería beneficioso establecer una compatibilidad total. Explicamos la medida, y preguntamos a los expertos si puede extrapolarse a otros casos en el futuro.
La falta de médicos y pediatras ha forzado al Gobierno a poner en marcha una medida que puede darnos pistas sobre el futuro del mercado laboral en España. Ante el envejecimiento de las plantillas ahora se permite a estos profesionales que cuando lleguen a la jubilación, puedan seguir trabajando y cobrar el 75% de la pensión. Todos los que se jubilaron desde enero de 2022 también pueden beneficiarse de la medida.
Hasta ahora, la jubilación activa permitía cobrar la pensión y seguir trabajando, pero solo se podía cobrar el 50% de la pensión. Las clases pasivas, funcionarios y militares, no podían beneficiarse de la jubilación activa, con lo que muchos médicos, que son funcionarios, no podían acogerse a esta modalidad de jubilación. La nueva ley permite ahora a estos profesionales acogerse a la jubilación activa mejorada, que además, aumenta hasta el 75% el porcentaje de pensión que se puede recibir, junto con la totalidad del sueldo.
Es un incentivo que busca que los médicos y pediatras opten por seguir trabajando, aunque puedan jubilarse. En un principio se ha establecido una duración de tres años para esta medida, y luego se estudiará la situación, y es un paso más en la línea de poder seguir trabajando y cobrar toda la pensión. El primer paso se dio en 2019, cuando tras años de lucha, los creadores y artistas consiguieron que se les permitiera seguir creando y cobrando por ello, a la vez que recibían el 100% de su pensión.
Recordemos que hay tres formas de compatibilizar trabajo y pensión.
Ante en envejecimiento de la población hay algunos expertos que consideran que es beneficioso ampliar las fórmulas existentes hoy para compatibilizar trabajo y pensión.
Las dos razones tradicionales por las que no se facilita compatibilizar el cobro de una pensión con el seguir trabajando son: primero, que con edades avanzadas ya no se es productivo; y segundo, que los mayores quitan el trabajo a los jóvenes. Está demostrado que la permanencia en el mercado de los trabajadores mayores ya no supone un tapón que impide la entrada de los jóvenes. Por otro lado, la productividad del trabajador veterano no puede ser una escusa cuando su contratación depende del empresario, y menos aún si trabaja como autónomo.
Cada vez son más los economistas que señalan que la posibilidad de seguir trabajando y cobrar la pensión beneficia al sistema, ya que estos trabajadores seguirán cotizando y aportando a las arcas de la Seguridad Social.
El propio ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha defendido en más de una ocasión la necesidad de un "cambio cultural entre empresas y trabajadores" y ha invitado a "destruir la falacia" que sostiene que el número de puestos de trabajo en una economía es fijo.
Los economistas José Ignacio Conde Ruiz y Jesús Lahera Forteza han publicado un informe donde señalan que la total compatibilidad del trabajo remunerado con el cobro de la pensión es beneficioso, en primer lugar para el trabajador, ya que "implica el doble ejercicio de la jubilación voluntaria y del derecho al trabajo que tiene reconocimiento constitucional en el art. 35".
En segundo lugar, para las empresas como "vía para afrontar el envejecimiento de sus plantillas, sobre todo ante la próxima jubilación de los baby boom". Para los autores del informe "con la plena compatibilidad entre pensión y trabajo retribuido, las empresas ganan activos ante este futuro déficit de vacantes y caída de activos, con el valor añadido del talento y la experiencia de este colectivo dispuesto a seguir trabajando, por cuenta ajena o propia, a tiempo completo o parcial".
En tercer lugar gana la economía, "la plena compatibilidad ofrece las ventajas de una herramienta para afrontar el futuro déficit de vacantes en las empresas. Lo que ya ha ocurrido en la Sanidad ocurrirá en otros sectores". Y además apuntan que "el ingreso de rentas adicionales, por trabajos por cuenta ajena o propia, de pensionistas supone para la Economía, y el propio Estado, mayor capacidad de ingresos fiscales". Por último, también mencionan que "los beneficios para la salud que ocasiona, generalmente, el envejecimiento activo, suponen ahorros al sistema público sanitario y de dependencia".
El cuarto beneficiado, según los autores del estudio, sería la Seguridad Social. "La plena compatibilidad entre pensión y trabajo retribuido fortalece, a través de cotizaciones de solidaridad, los ingresos, sin ningún sacrificio porque la persona trabajadora cobra igualmente su pensión si no puede trabajar. Disminuir las cuantías de las pensiones por trabajar, en el modelo actual de jubilación activa o flexible, persiste en un cálculo de costes que no hace más que desincentivar ser activo, pagando pensiones sin la oportunidad de ganar cotizantes" afirman.
La decisión tomada para los médicos de familia y los pediatras se une a la ya puesta en marcha con los creadores y artistas, a los que desde 2019 se les permite seguir cobrando por sus creaciones a la vez que cobran el 100% de su pensión, y es posible que marque una tendencia para los próximos años.
Conde Ruiz y Jesús Lahera son tajantes al respecto "una jubilación compatible con rentas que no debe ser selectiva sino generalizada a todos. En este nuevo contexto del siglo XXI está plenamente justificada la ruptura con el esquema clásico que separa en dos la etapa laboral y de pensionista, y el avance hacia este nuevo paradigma de la compatibilidad de rentas".