¿Hay que pagar a Hacienda por cambiar el plan de pensiones de banco?

  • La meta del plan de jubilación es garantizar un ahorro a largo plazo lo más beneficioso posible

  • Antes de cambiar el plan compara las condiciones particulares del antiguo y del nuevo

  • Las alta bonificaciones y los llamativos regalos pueden esconder una rentabilidad baja o demasiado riesgo

Un plan de pensiones es un ahorro personal a largo plazo para la jubilación que se contrata con una entidad bancaria o una aseguradora. El rescate total del plan para disponer de ese dinero ahorrado año tras año solo se puede llevar a cabo a partir de los 64 o demostrando a través de la Seguridad Social que hemos cotizado el suficiente tiempo para obtener la jubilación. También es posible realizar un rescate antes de lo previsto según contempla la Ley como, por ejemplo, cuando surge una invalidez permanente o existe una situación de precariedad económica que se alarga en el tiempo.

Lo que sí se puede es cambiar el plan de pensiones, es decir, traspasarlo de una entidad a otra ya sea a un banco o a una aseguradora. En ocasiones, el ahorrador no está satisfecho con el rendimiento monetario que recibe tras realizar ingresos mensuales o aportaciones anuales. Incluso cree que no le están prestando la atención que necesita. También piensa que Hacienda va a penalizar ese traspaso, va a tener que hacer frente a ciertas plusvalías o al pago de un recibo a la entidad.

Leer la letra pequeña del plan de pensiones

Sara Oliva Fernández, agente exclusiva de una gran compañía aseguradora, repasa lo que debes saber para traspasar tu plan de pensiones: “En primer lugar, es necesario leer con mucha atención la letra pequeña tanto del plan de pensiones actual, como la del plan de pensiones al que queremos traspasar nuestro dinero. Tenemos que valorar los pros y los contras”. En esta letra pequeña es donde están estipuladas las condiciones legales del contrato con posibles comisiones o un periodo de permanencia a cambio de ciertas bonificaciones por lo que se obliga a mantener el capital un tiempo mínimo.

Para captar clientes, las entidades ofrecen bonificaciones de un 4 o un 5% del total del dinero que vamos a traspasar, incluso regalos, ya sea un televisor o una tablet. Estas retribuciones sí son beneficios por lo que vamos a responder ante Hacienda porque se consideran rendimientos de capital inmobiliario.

Sin embargo, según Sara Oliva, “lo más importante es comparar cuál será la gestión activa de ese patrimonio sobre todo a medida que se acerca nuestra edad de jubilación”. Cada entidad, puntualiza Oliva, “basa la optimización de la rentabilidad de estos planes de pensiones en una modalidad de fondos con mayor o menor riesgo, en rentas fijas, variables o mixtas y tenemos que estar de acuerdo con ello”.

Comparar las condiciones del plan de pensiones antiguo y del nuevo

En resumen, hay que sopesar y comparar los periodos de permanencia; las posibles comisiones; lo que nos va a costar frente a Hacienda esa retribución económica en forma de bonificación o la retribución en especie o regalo; y la rentabilidad a largo plazo del plan de pensiones, tanto la que vamos a recibir en el nuevo plan como la que hemos estado recibiendo. Oliva deja claro que “de nada vale recibir un televisor si luego mi dinero va a tener demasiado riesgo o la rentabilidad va a ser mínima. Se persigue seguridad y la máxima rentabilidad; la meta es garantizar la jubilación con un ahorro a largo plazo lo más beneficioso posible”.

Otros aspectos que debes saber para traspasar tu plan de pensiones, “son la confianza en el nuevo gestor, si buscas o no un trato personalizado y la libertad para realizar aportaciones”, detalla Oliva.

Una vez te has decidido a llevar a cabo el traspaso entre entidades, se debe solicitar la movilización del capital a la nueva gestora donde se trasladarán los derechos consolidados. Solamente ten a mano los datos del plan de pensiones de origen, porque el banco o la aseguradora se encargará de todo lo demás.