Después de toda una vida al servicio de un país, pagando impuestos en casa y ayudando a financiar los servicios públicos, la mayoría de las personas pertenecientes a la generación del 'baby boom' están preparadas para jubilarse. Muchos se quedarán en España, otros quizá exploren diferentes opciones. En este contexto, Grecia ha puesto en marcha un plan para atraer a pensionistas con una importante rebaja de impuestos. Una medida polémica que todavía no ha sido aprobada por el parlamento griego.
"La lógica es muy simple: queremos que los pensionistas se trasladen aquí. Tenemos un país bonito, un buen clima, así que ¿por qué no?", explica Athina Kalyva, secretaria general de Política Tributaria del ministerio de finanzas griego, al diario británico The Guardian. La iniciativa se presentará como proyecto de ley en el parlamento griego esta semana. En ella, se propondrá una tasa fija sobre el impuesto de la renta del 7 % para los jubilados extranjeros que transfieran su residencia fiscal a Grecia. La medida podría tener validez por una década, según el periódico británico.
En España, el impuesto sobre la renta es progresivo: a mayor renta, mayor tipo impositivo. Dependiendo de tu situación familiar, el grado o no de discapacidad y el dinero que ganes, pagarás más o menos. En cualquier caso, al tratarse de un impuesto fijo, independientemente del patrimonio o la renta, la medida hace que competir a nivel fiscal sea prácticamente imposible.
"Esperamos que los pensionistas que se beneficien de esta atractiva tasa pasen la mayor parte de su tiempo en Grecia", pide Kalyva. El objetivo es expandir la base de impuestos griega, lo que podría significar el hecho de invertir en Grecia. "Alquilar o comprar una casa", espera la secretaria de Política Fiscal.
Aunque ha sido la más sonada, no se trata de la primera vez que un país intenta atraer jubilados con este tipo de medidas, próximas a una forma de 'dumping fiscal'; antes, Portugal ofreció a los pensionistas extranjeros con una oferta no menos suculenta: ofrecer una década de pensiones libres de impuestos.
La medida fue muy bien vista por los países del norte de Europa, cuyos jubilados comenzaron a trasladarse allí. No obstante, muchos otros estados miembros de la UE criticaron la medida, vista como un régimen de impuestos discriminatorio. Finalmente, Lisboa introdujo una tasa del 10 % en la renta de los pensionistas extranjeros.
La medida se enmarca en el contexto de la pandemia del coronavirus, donde muchas los ahorros de millones de personas se han visto fuertemente minados. En caso de que fuera aprobada por el parlamento griego, sería muy difícil competir a nivel fiscal con un país que, pese al agradable clima y la gastronomía, ha sufrido importantes recortes que han dejado en horas bajas los servicios públicos.