Mi hijo no acaba de encontrar trabajo fijo, ¿cobrarán pensión o no los millennials?

  • Tendrán que pagar las pensiones de los boomers

  • La tasa de paro en menores de 25 años está en el 40%

  • La nueva reforma de las pensiones no da solución a sus problemas

La generación Milenial, los que tienen ahora de 18 a 35 años, van a cobrar una pensión, sí, pero peor que las de ahora. Sobre ellos recae la titánica tarea de sostener el sistema actual y aguantar el tsunami que traerá la jubilación de los boomers: menos gente trabajando y un gasto disparado en las próximas tres décadas. Y no ven claro sus pensiones futuras.

Quién son los millennials

Para no liarnos mucho diremos que los millennial son aquellos que nacieron desde los años 80 hasta el año 2000. Hoy tienen entre 18 y 35 años y en España son casi 8.200.000 personas. Son importantes en materia de pensiones porque es la generación que tendrá que pagar la jubilación de los boomers Se confiesan muy escépticos sobre si ellos mismos podrán tener pensiones similares a las actuales, lo que abona el campo de un conflicto intergeneracional del que pocos quieren hablar.

Cuestión de números

Los boomers llegan a la jubilación y durante los próximos 30 años irán entrando en el sistema los integrantes de la generación más numerosa de la historia de España, 10.000.000 de personas que se añadirán a los 10.000.000 de pensionistas actuales. Y nuestro país envejece rápidamente, cada vez hay menos personas en edad de trabajar, y más jubilados, una tendencia que se mantendrá hasta 2050, cuando empiecen a fallecer los primeros boomers.

En los años 80 había en España 10 trabajadores por cada dos jubilados o menores de 14 años. Hoy esos 10 trabajadores tienen que sostener a 3,3 personas, y en 2050, diez personas en edad de trabajar tendrán que sostener a 7,6 personas. Los números no cuadran.

Una encuesta del Instituto BBVA realizada a millennials a finales del 2020 reflejaba que "el 47% no confiaba en recibir una pensión de la Seguridad Social". Y el 68% opina que "el déficit de la Seguridad Social aumentará poniendo en riesgo la sostenibilidad del sistema de pensiones".

Hijos de la crisis

Esta resignación es propia de una generación que va de crisis en crisis. Primero sufrieron la del 2008, y después la del coronavirus. La renta media anual de los hogares de menores de 35 años pasó de 34.700 euros en 2011 a 25.500 en 2014. En tres años perdieron una cuarta parte de su renta, mientras que la de los mayores de 65 años subió un 5%.

La crisis del coronavirus también se ceba en los más jóvenes, tanto en aquellos que tienen trabajo y han visto empeorar sus condiciones económicas como en los que engrosan la lista del paro juvenil, convirtiendo a España en el líder europeo en porcentaje de jóvenes sin empleo con una tasa del 40,7% al cierre de 2020, 24 puntos más que la media comunitaria. Uno de cada cuatro menores de 25 años perdió su puesto de trabajo en España durante el segundo trimestre de 2020, situando el total de desempleados menores de 25 años en 363.000 personas a finales de 2020, un 47,14% más que antes del virus.

Temporales y precarios

España tiene la tasa de temporalidad más elevada de Europa, especialmente entre los jóvenes. Está casi 10 puntos por encima de la de Italia, al tiempo que supera en más de 15 puntos a Francia o a la media comunitaria.

Un reciente estudio del Banco de España señala que los jóvenes tienen una tasa de empleo más baja que el resto de la población, que el porcentaje de personas sin ingresos laborales es mucho mayor entre los menores de 30 años, y que se experimenta un alza en las tasas de parcialidad no deseada, con una duración de los contratos temporales en mínimos históricos de apenas 3 meses. Con datos así es lógico que vean el futuro muy negro. Pero ¿cobrarán una pensión pública?

Cobrarán pensiones, pero menores

Alguien que tiene 30 años y ha cotizado menos de 5 ve muy difícil lo de poder cobrar una pensión el día de mañana. Recordemos que para tener acceso a cualquier pensión contributiva hacen falta al menos 15 años de cotizaciones para cobrar el 50% de la base reguladora. A partir de ahí el porcentaje va subiendo según los años cotizados. Con las reglas actuales, los millennials se tendrán que jubilar con 67 años y tener 38 años y medio cotizados para lograr el 100% de la base reguladora.

Estas reglas cambiarán con futuras reformas, y seguramente se endurecerán de aquí a que les llegue la hora de jubilarse. El nuevo factor de equidad intergeneracional y la ampliación de los años cotizados para cobrar el 100% de la pensión se pondrán en marcha en los próximos años, y supondrán de facto un recorte en las pensiones de los millennials. Además, tendrán que ahorrar en planes de pensiones colectivos, lo que recortará sus ingresos durante su vida laboral. En contrapartida, los sistemas de jubilación serán más flexibles, y será más fácil compatibilizar el cobro de una pensión con el trabajo en mejores condiciones que las actuales.

¿Es justo?

Para el politólogo Pablo Simón, el actual sistema de Seguridad Social basado en cotizaciones está creando grandes desigualdades que perjudican a los jóvenes. "La reforma de las pensiones debería ir acompañada de una dotación presupuestaria adecuada, financiada bien a través de un aumento de impuestos, o bien un recorte de otros gastos. Cómo se lleve esto a cabo será algo a decidir de forma colectiva, como sociedad", explica Simón. Entretanto, la medida estrella de la reforma, vincular la subida de todas las pensiones al IPC, puede costar este año al país 3.500 millones de aumento de gasto.

¿Inversión o gasto?

El premio Nobel de economía James Heckman ha dedicado su vida a defender la idea de que "la eficacia de las transferencias de renta a una persona dada decrece conforme esta se hace mayor". Según Heckman es mejor invertir en guarderías que en educación secundaria; mejor en educación secundaria, que en educación superior; mejor en educación superior, que en seguros de desempleo, y mejor en seguros de desempleo que en pensiones.

El sociólogo Gosta Esping Andersen acuñó el lema "la reforma de las pensiones debe empezar por los niños". Gosta defiende que "priorizar la inversión en los niños, en la reducción de la pobreza infantil y juvenil y en la inserción laboral de las mujeres y desempleados de larga duración son la clave para escapar de la trampa demográfica".

Pero en España, la parte del león del gasto social se lo llevan las pensiones. Y seguirá siendo así. "Los mayores de 50 son más y votan más. Ningún partido político se atreverá a legislar en su contra". Por eso cualquier mínimo cambio que huela a recorte en pensiones supone un escalofrío para los responsables políticos. "El gasto seguirá dirigiéndose a los más mayores, pese a que suponga quitar recursos de otras partidas, como educación, o políticas de empleo eficaces", explica Simón.

La deuda, un lastre para el futuro

Sólo la mejora de las condiciones laborales puede mejorar las pensiones futuras de los jóvenes. Hoy más del 40% de los menores de 25 años están en paro. Un disparo en la sien para los millenials, sí, pero también para todos los demás.

Los millennials no van a poder pagar las pensiones de los boomers, al menos, no todas. Será el Estado quien asuma nuevas deudas que comprometerán los recursos que necesitan las nuevas generaciones para desarrollarse en las mejores condiciones. Pero el quid de la cuestión es saber si podremos manejar esa enorme cantidad de deuda hasta que la bomba demográfica se desactive allá por 2050. ¿Aguantarán hasta entonces los millennials?

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