Trabajar de pie en la oficina: ¿y si es la solución a tus problemas de espalda?

A todo el que tiene un trabajo de oficina le habrá pasado prácticamente a diario: levantarse a media mañana a estirar las piernas y dar unos pasos después de llevar varias horas sentado frente a la pantalla de un ordenador. Pasar muchas horas sentado no es bueno para la salud y puede desembocar en un futuro en ciertas patologías, pero a veces el exceso de trabajo o esa costumbre de calentar la silla para demostrar a los superiores que se trabaja nos hacen pasar en esa postura más tiempo del debido, no solo a nosotros, también a nuestros hijos en el colegio, instituto o universidad y luego en casa haciendo deberes.

Esta situación, a raíz de la pandemia y de la implantación del teletrabajo, puede haber crecido, ya que ni siquiera es necesario salir de casa para ir a la oficina, la tienes en el salón de casa. Para hacer frente a este problema desde hace tiempo se ha estudiado la incorporación de algunos periodos de la jornada laboral que se hagan de pie, aunque para ello, claro está, hay que adaptar la mesa de trabajo para poder desempeñar tus labores en posición vertical. ¿Qué dicen los estudios?

¿Trabajar de pie tiene beneficios?

Una investigación de científicos estadounidenses en 2018 revisó 46 estudios realizados previamente en el que descubrieron que el gasto energético estando de pie es de 0'15 kilocalorías por minuto superior a estar sentado, unas 9 kilocalorías de diferencia por cada hora entre un trabajador que está de pie frente a uno sentado. Y no solo eso, también detectaron que el gasto energético es mayor en hombres que en mujeres. No obstante, no es un sustituto de la actividad física.

En cambio, unos estudios de Reino Unido señalaron que no solo hay efectos en el gasto energético, también en el sistema cardiovascular, ya que el ritmo cardiaco aumenta estando de pie frente a estar sentados. No solo eso, también en los valores de glucosa en sangre, pues después de estar tres horas trabajando de pie, el índice se redujo un 43% si se compara con el mismo tiempo registrado calentando una silla.

Es más, algunos trabajos realizados en los últimos años, sobre todo en trabajadores de call centers que recogen llamadas, han señalado que trabajar de pie puede llegar a aumentar la productividad o a acelerar el ritmo de trabajo.

No todo son buenas noticias

No obstante, a pesar de que parece que cuenta con beneficios, no todo es bueno. Si para trabajar sentado hay que tener siempre una buena postura para evitar daños en los huesos o los músculos, el estar de pie significa algo similar. ¿Por qué? Simplemente pueden producirse sobrecargas en la zona lumbar, las caderas o las rodillas, sobre todo en personas poco acostumbradas a la actividad física.

Esa sobrecarga en algunas zonas puede no solo quedarse en un malestar puntual, sino derivar en dolencias más graves, como una lumbalgia, o la retención de líquidos, incluso la aparición de varices. Así que, en principio, no es la solución a tus dolores cervicales o de espalda.

Lo ideal, alternar

Entonces, ¿de pie o sentado? Lo ideal es alternar, siempre y cuando se tenga una zona adaptada que te permita trabajar ante el ordenador estando de pie en una buena posición para utilizar el teclado o el ratón en periodos no muy largos. De esta manera, se pueden obtener los beneficios sin caer en los riesgos que puede llegar a suponer para tu organismo.

¿No tienes un lugar adaptado? En ese caso, para no pasar ocho horas sentado, intenta mantenerte activo una vez finaliza tu horario laboral o aprovecha durante tu jornada en la oficina para moverte, como mantener una conversación con un compañero mientras andan o estando de pie, ir hasta la impresora a buscar un documento, o incluso mantener reuniones cortas sin sentarse.