"No logro desconectar del trabajo en vacaciones": expertos explican cómo bajarse del mundo bien para empezar a disfrutar

  • Solamente el 15% de los trabajadores consigue desconectar del trabajo durante las vacaciones, según un estudio de Infojobs

  • Nuestro cerebro, acostumbrado a una dinámica de alerta, tiene que pasar de 100 a 0 en muy poco tiempo y eso hace que 'cortocircuite'

  • Conseguir relajarse en vacaciones es esencial para volver al trabajo con más motivación y creatividad

Después de varios meses de duro trabajo por fin llega el momento de tomarte unos merecidos días de descanso. Las ansiadas vacaciones en las que olvidarte de la rutina diaria en la oficina, resetear la mente y disfrutar de los tuyos y de ti mismo. Sin embargo, llegas a la playa, estás tumbado en una hamaca con una cerveza fría en la mano y no puedes evitar que la cabeza se te vaya a una cuestión que se quedó en el aire, o a algo que vas a tener que afrontar cuando vuelvas. Puede que te sorprendas respondiendo a mensajes o correos electrónicos que te prometiste no consultar. En definitiva, no logras desconectar. Esta sensación puede durar dos o tres días, pero en el peor de los casos puedes terminar tu periodo de asueto sin haber llegado a descansar realmente.

Es verdad que muchas personas no saben cómo relajarse en vacaciones. De hecho, solamente el 15% de los trabajadores consigue desconectar del trabajo durante las vacaciones, según el Informe sobre Desconexión Digital, presentado por InfoJobs. El peso de la rutina y la costumbre de tener preocupaciones laborales puede más que nuestra necesidad de disfrutar. Pero, ¿por qué nos ocurre esto?

El 'cortocircuito' de pasar de 100 a 0

“En nuestro día a día en el trabajo normalmente atravesamos por numerosas situaciones que nos generan ansiedad, y esto hace que vivamos en una dinámica de estrés sostenido o mantenido en el tiempo. Además, provoca que nuestra mente mande señales constantes a nuestro organismo para mantenerlo alerta y preparado para hacer frente a esas situaciones”, explican los expertos de de TherapyChat.  Cuando llegan las vacaciones, esta activación tiene que pasar de 100 a 0 en muy poco tiempo, lo que hace que nuestro cerebro "cortocircuite" y se produzca una especie de efecto 'embudo' a través del cual es muy complicado canalizar o gestionar todo el exceso de activación previo.

Hay personas que necesitan unos días para asimilar este proceso y otras que simplemente no llegan a conseguirlo. Quienes tienen tendencia a anticipar problemas y pensar que las cosas van a salir mal también tienen más riesgo de desarrollar estrés vacacional. Y, por supuesto, quienes no han desarrollado en todo el año interés por otro tipo de actividad más allá del trabajo pueden caer ahora en la cuenta de que han descuidado una parte importante de su vida, y eso puede convertirse también en fuente de ansiedad y depresión.

Todo esto tiene consecuencias negativas para la salud mental y para el cerebro, que necesita periodos de descanso para consolidar aprendizajes y recuerdos. Además, descansar durante las vacaciones es necesario para cumplir con todas las tareas cuando se regrese al trabajo, ya que un empleado cansado comete más errores y su productividad, motivación y creatividad se ven afectadas negativamente.

Dejar cerrados los temas pendientes

La mejor forma de olvidarse del trabajo durante las vacaciones es dejar cerrados todos tus temas pendientes, o al menos lo suficientemente resueltos o encarrilados como para retomarlos a la vuelta de la forma más cómoda. Laia Navarro, profesora de Deusto Formación centrada en el área de Dirección de RRHH, recomienda organizar y planificar el trabajo para poder dejarlo todo hecho antes de marcharte. Si te quedan tareas pendientes, anótalas en una lista junto a la información de cuándo realizarás dichas actividades.

KO Computer

Otro de los principales motivos por los que los trabajadores no se relajan en vacaciones es porque reciben llamadas y correos electrónicos relativos al trabajo. Por eso, los expertos de Therapychast insisten en la necesidad de desconectarte de todas aquellas aplicaciones o plataformas que te vinculen con el trabajo. Puedes silenciar las notificaciones, usar la opción de No Molestar o cerrar la sesión en la cuenta corporativa. Y no las abras hasta que terminen tus vacaciones.

En realidad, lo ideal sería dosificar el uso del ordenador y el móvil. Una forma de ayudar a nuestro cerebro a que entienda que no estamos trabajando es introducir cambios en nuestro día a día. Es buen momento, pues, para aparcar pantallas de ordenador, teléfonos u otro tipo de aparatos electrónicos y optar por las versiones analógicas: libros, la prensa y entretenimientos que no usen tecnología.

Haz lo que te apetezca hacer

Aprovechar al máximo los días de descanso es vital para cuidarse y recuperar fuerzas. Desde Deusto recuerdan que el periodo de vacaciones recomendado por los expertos es de unos 10-12 días seguidos. Ese es tiempo suficiente para desconectar, pero no tanto como para que la vuelta sea difícil y dura. 

Una vez metido ya en faena vacacional, es recomendable que escribas en una lista las actividades imprescindibles que te gustaría realizar teniendo en cuenta el tiempo que tienes para ello. Organiza tu tiempo teniendo en cuenta tu espacio de ocio personal y tu espacio de ocio social.

Y no olvides que uno de los mejores consejos para desconectar en vacaciones es precisamente hacer aquello que te apetezca hacer. Retoma antiguos hobbies o aprovecha para poner en práctica actividades nuevas. Rompe con la dictadura de los horarios. Si te apetece irte a dormir más tarde hazlo. Si quieres quedarte en la cama un rato más, no te cortes. No escatimes una buena siesta si es lo que te pide el cuerpo. Tú decides cómo gestionar tu tiempo libre.

¿Y la empresa qué hace?

En cuanto a las empresas, muchas cierran en agosto favoreciendo una desconexión total por parte de los trabajadores. En caso de no cerrar, los nuevos proyectos deberían quedar ya para septiembre. Además, automatizar determinadas tareas en verano permite dedicar el tiempo a otras. Por ello es clave que la empresa tenga en cuenta los periodos de inactividad en verano y disponga de sistemas de gestión de tareas.

Cuando finalmente llegue el último día de las vacaciones prepárate para que el regreso al trabajo no te resulte tan duro. Recupera los horarios habituales. Aunque no es necesario que empieces a madrugar con antelación sí puedes ir recuperando la actividad a primera hora e la mañana o en el horario equivalente a tu trabajo habitual. A nadie le apetece llegar a este momento, pero si has conseguido desconectar realmente y has sabido aprovechar tus días de vacaciones podrás volver a la rutina diaria con las pilas cargadas y con una actitud mucho más positiva, más motivación y nuevas ideas que poner en práctica.