Buscar empleo a los 50 años: qué es la Marca Personal y por qué es importante renovarla

  • Si rondas los 50 y estás buscando empleo o mejorar tu carrera, es hora de renovar tu Marca Personal

En estos años, la búsqueda de empleo y la gestión de los Recursos Humanos han cambiado diametralmente. Las nuevas tecnologías y la digitalización hacen que los ordenadores, los programas informáticos y las aplicaciones hayan automatizado procesos para los que antes eran necesarias personas. Los trabajadores más empleables ya no son los que reúnen más conocimientos técnicos, sino los que muestran más habilidades sociales y más capacidad de adaptación ante nuevos retos. Estos empleados son los que, a fin de cuentas, disfrutan de una Marca Personal más sólida.

Marca blanca vs. Marca preferente

El concepto de Marca Personal surge como una innovación de los principios clásicos del marketing a finales de los años 80. El economista Tom Peters da forma definitiva al concepto en el artículo titulado “The Brand called you”, “La marca eres tú”. En plena cultura del pelotazo, los profesionales más ambiciosos querían destacar entre la masa de empleados para convertirse en su mejor versión, una especie de consejeros delegados de su propia compañía, en la que ejercían todos los ‘cargos’: del director comercial al financiero, pasando por el de comunicación o recursos humanos.

Si en los 80 la marca personal surge para destacar y ser capaz de llevarse una parte del boyante pastel económico de entonces; ahora, el concepto surge para lograr destacar en un entorno muy competitivo, cambiante y regido por el Big Data. Pulir la marca personal en este entorno es imperativo porque nos hará distinguirnos de las marcas blancas como marca preferente. En definitiva, nos hará ganar valor y posicionarnos como el candidato perfecto.

Tres pasos para lograr una buena Marca Personal

Para construir cualquier marca personal, tendremos que descubrir nuestro talento, incrementar nuestras habilidades sociales y saber comunicar nuestros logros. Se trata de tres pasos imprescindibles, un triángulo equilátero que funciona en equipo.

  • Descubrir el talento es el primer paso de la Marca Personal. Sin un talento, habilidad o capacidad real que cubra una necesidad no existe el concepto (ni la posibilidad de acceder un empleo). La Marca Personal no puede sustentarse sin un talento eficaz. Descubrirlo es el primer requisito.
  • Incrementar las habilidades sociales es posiblemente la parte más compleja. El entorno profesional se nutre de delicadas relaciones personales: entre compañeros, superiores e inferiores en la escala jerárquica y posibles empleadores. Y todo ello en un entorno off y online, donde nuestra identidad digital en redes sociales también cuenta. Para los expertos, las personas con buenas habilidades sociales saben controlar (no anular) sus emociones, poniéndolas en contexto y modulando su intensidad en proporción a cada momento. Las otras habilidades muy valoradas son la empatía y la asertividad. Con la primera, logramos ponernos en la perspectiva de los otros, algo que ayudará a modular nuestras emociones; con la segunda, seremos capaces de expresar nuestras necesidades sin crear conflictos.
  • Comunicar es el último vértice de este triángulo. Si somos muy buenos en lo nuestro y poseemos unas buenas habilidades sociales, pero nadie lo sabe, no conseguiremos destacar. La comunicación es clave para cualquier aspirante a un puesto de trabajo. En este sentido, las redes sociales pueden ayudar a divulgar los logros y también los fracasos o sencillamente lo inadecuado. Cada vez más reclutadores googlean y revisan las redes sociales de los aspirantes para comprobar su identidad digital.

Las seis C de la Marca Personal

Cualquier persona que destaque en su entorno laboral o social reúne seis condiciones. Son las seis C de la Marca Personal:

  1. Competencia: ser competente es la primera condición de alguien que aspire a tener una buena Marca Personal. Sin eficacia no podemos construir ningún relato. Algunos expertos sostienen que la Marca Personal es una “promesa de valor”. Aunque es cierto que las marcas pueden sugerir todo un universo de ventajas, el valor de la marca, su competencia, debe ser real y sus beneficios, tangibles.
  2. Consistencia: la bondad de una marca es que es capaz de repetir sus logros en todas las circunstancias. Como mantra, no hay que ser competente algunas veces, sino todas las veces.
  3. Confianza: es una consecuencia de las dos anteriores. Volviendo al campo laboral, si un empleado es competente siempre que actúa va a generar la confianza de su entorno y le hará destacar frente al resto.
  4. Complicidad: con su sociedad y su entorno más próximo. Las personas que disfrutan de una buena Marca Personal son líderes, incluso a pequeña escala. Son miembros destacados de su comunidad y aspiran a transformarla. No se conforman con sobrevivir de manera mediocre.
  5. Compromiso: un líder, incluso a pequeña escala, siempre está en un proceso de mejora continua. Estará atento a las tendencias, nuevas tecnologías y todos aquellos conocimientos que puedan ofrecerle algo nuevo.
  6. Comunicación. Comunicar bien, con naturalidad y aplomo, sin estridencias, asumiendo cuando sea necesario los errores, es otra de las características imprescindibles de todo aquel que quiera portar una buena marca personal. Ojo, no solo comunican las palabras, también el lenguaje corporal, nuestro estilo y, sobre todo, nuestros hechos.

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