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Si nada ni nadie lo impide, el 31 de mayo podrían dejar de estar en vigor algunas de las medidas más importantes de protección de los autónomos que el Gobierno ha aprobado en su llamado "escudo social". A pesar de que se han aprobado nuevas ayudas de 7.000 millones de euros para este colectivo, algunas de los instrumentos más importantes como los ERTE o la ampliación de los plazos por los créditos ICO podrían verse afectados si no hay una nueva negociación entre todas las partes.
Los más de 900.000 trabajadores autónomos de más de 50 años que hay en España miran con preocupación estos días el calendario. En mayo expiran tres de las principales vías de flotación que tienen hoy en día los autónomos: el cese de actividad, los ERTE y una mayor carencia para el pago de los créditos ICO. No obstante, desde el Ejecutivo ya han trasladado a los agentes sociales la voluntad para volverse a sentar en una mesa de negociación.
Según el último barómetro de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), 470.000 autónomos están recibiendo las ayudas por cese de actividad, aunque el 41% de ellos, 193.000, se darán de baja como autónomos cuando se ponga fin a esta prestación.
El importe que están recibiendo mensualmente es el 50% de la base mínima, lo que suele rondar los 472 euros, y de 661 si el autónomo tiene reconocida la condición de familia numerosa y sus únicos ingresos provengan de su actividad suspendida. Además de esta ayuda, también están exonerados de pagar la cuota mensual de alta en autónomos, como es lógico.
Al ser un sustento básico para estas personas autónomas que han visto cómo su actividad se ha tenido que detener debido a la pandemia y sus restricciones, las ayudas por cese de actividad que caducan el 31 de mayo serán, muy probablemente, renovadas hasta finalizar el verano, momento en el cual se vuelva a reevaluar en función de la situación epidemiológica del país y con la campaña de vacunación ya bastante avanzada.
Otra de las herramientas con las que han contado los autónomo que tenían trabajadores a su cargo ha sido la de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, los llamados ERTE. Esta figura ha sido fundamental para no tener que despedir a los empleados y dejarlos en una especie de limbo donde la Seguridad Social paga una parte del salario y la empresa otra, con beneficios además en las cuotas a la Seguridad Social.
El próximo 31 de mayo también finalizan los ERTE tal y como están ahora, aunque la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya ha avanzado que trabajarán para volver a ampliarlos, toda vez que aún hay numerosas empresas que no han podido retomar su actividad pre-pandemia. Eso sí, los nuevos ERTE de cara al verano tendrán más incentivos de cara a la reactivación e incorporación de los empleados acogidos a ello.
Otro de los plazos que expira en mayo y que afecta directamente a los autónomos es el de carencia de los créditos ICO que se abrieron para surtir de liquidez a las PYMES y trabajadores por cuenta propia. Tienen hasta el día 15 de mayo si quieren ampliar el plazo de carencia de los créditos, es decir, el tiempo en el que únicamente están devolviendo los intereses del crédito y no el capital.
Si en un principio se estableció cinco años como tiempo límite de carencia, ahora el Ejecutivo lo ha ampliado hasta los ocho años, por eso es importante hacer la solicitud de ampliación del plazo cuanto antes y poder estar otros 36 meses sin pagar capital.