A dormir en la oficina: las medidas de China para no parar la producción durante los confinamientos

Hace poco más de dos años la pandemia por la covid-19 surgía en China que, debido a sus estrictos confinamientos, fue uno de los primeros países en lograr doblegar la curva de contagios. No obstante, el gigante asiático no ha dejado atrás la pandemia aún y está viviendo en estos momentos la mayor oleada de casos positivos desde que se conoció el primer contagio. En parte esto se explica con que China se ha centrado en parar la transmisión del virus y no tanto en la vacuna, el porcentaje de vacunados no es tan algo como en otros países. Y todo esto tiene consecuencias que ya se notan en el ámbito laboral de gran parte de la población china.

Shanghái, la ciudad más poblada del gigante asiático con más de 26 millones de habitantes está siendo una de las principales regiones afectadas. La ciudad se encuentra confinada completamente al ser el epicentro de la nueva ola de contagios en el país. Los contagios, tanto sintomáticos como asintomáticos, no se ha reducido pese a llevar varios días de confinamiento.

Como la ciudad es uno de los epicentros financieros de China, las autoridades han permitido que las empresas sigan con su actividad mediante unos protocolos covid bastante estrictos, similares a los grupos burbuja creados hace unas semanas para los Juegos Olímpicos de Invierno.

Según ha publicado Quartz, en los centros de trabajo se ha tenido que desarrollar un sistema para aislar a los empleados del exterior, por lo que muchas fábricas y oficinas les han exigido vivir de forma temporal en las instalaciones realizándoles pruebas de diagnóstico frecuentes. Muchos pueden teletrabajar, pero grandes compañías han tenido que recurrir a estos protocolos para no frenar la producción de sus empresas o desviar su producción a las fábricas de otras zonas no afectadas por la ola de contagios de covid y los confinamientos.

Hacer vida en la oficina

Otras compañías, como GE Healthcare, perteneciente a General Electric, ha decidido montar camas temporales para que sus trabajadores puedan vivir durante un tiempo en las instalaciones de la empresa y continuar con sus operaciones sin problemas sin tener que salir y evitar así posibles contagios. Además, Quartz también destaca que el fabricante alemán de fármacos Boehringer-Ingelheim ha optado por un modelo similar para garantizar la producción de fármacos.

No obstante, medios chinos apuntan que varias fábricas lácteas de la ciudad y un fabricante de faros para vehículos también han tomado esa decisión, incluso antes de los confinamientos, para garantizar el funcionamiento, la producción y el abastecimiento. Unas medidas desesperadas por parte de las empresas que van en la línea de la promesa de varios líderes chinos que pretenden minimizar el impacto económico en el país a raíz de las medidas de contención del virus.