Tos, mocos, ¿alergia? Puede ser el 'síndrome del árbol de Navidad' y no covid

  • La tradición manda y por eso, todos ponemos el árbol de Navidad en casa y lo decoramos, como símbolo de estas fiestas.

  • Sin embargo, tanto los ejemplares naturales como artificiales pueden producir alergias por diferentes causas, según reveló un estudio.

  • Si aún no lo has quitado, puede que saber más sobre el 'síndrome del árbol de Navidad' te anime a hacerlo.

La Universidad de Nueva York realizó un estudio en el cual proporcionaba datos que demuestran que hay una relación directa entre las alergias y los árboles de Navidad, sin importar que sean artificiales o naturales. El estudio de dicha Universidad afirma que el motivo de esa relación es el hecho de que los árboles tienen mucho moho acumulado en la corteza, y, en el caso de los árboles artificiales, el enemigo número 1 es el polvo que acumulan.

Este estudio se realizó con motivo del aumento más que significativo de casos de rinitis alérgica y enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio que se producían durante las navidades, por lo que se le denominó Síndrome del Árbol de Navidad.

Los investigadores de la Universidad de Nueva York analizaron el moho, y un 70% de él fue identificado como la causa de síntomas varios como picor de nariz, ojos llorosos, dificultades respiratorias, dolor en el pecho, sinusitis o problemas a la hora de dormir. No podemos olvidar que el moho puede provocar problemas serios respiratorios.

Además, cuando se encuentra en el interior de una casa, el moho se reproduce mucho más. Según el estudio, la cantidad de moho dentro de una vivienda puede multiplicarse hasta seis veces. Por otro lado, cuando el moho se encuentra dentro de casa durante un tiempo, sus toxinas pueden transportarse por el aire infectando toda la casa, según la revista Science Alert, y si la casa sufre problemas de humedad, los efectos nocivos del moho pueden verse agravados, pudiendo causar en sus ocupantes enfermedades como asma o sinusitis.

Los síntomas a los que debes estar atento, para saber si eres víctima de tu decoración navideña son:

  • Ataques de asma severos
  • Fatiga
  • Congestión nasal

Estos síntomas pueden comenzar a manifestarse inmediatamente, o hasta pasadas dos semanas después de haber instalado el árbol o corona.

Según un estudio realizado por la State University of New York, el 70% de los mohos que se encuentran en los árboles de Navidad desencadenan algún tipo de reacción alérgica. Así que, si en estos momentos sientes picazón en los ojos, congestión nasal o fatiga, no culpes únicamente al cambio de clima y mira a tu alrededor a ver si has compartido en espacios cerrados con pinos naturales o si aún tienes tu árbol puesto en casa.

¿Cómo evitar el síndrome del árbol de Navidad?

El estudio recomienda limpiar el árbol de Navidad antes de armarlo en la casa y de esa manera se podrán disminuir las oportunidades de sufrir una alergia. Si la persona va a usar un árbol natural, debe lavarlo con una manguera a presión y esperar a que se seque totalmente para colocarlo adentro. Para reducir el riesgo, también recomiendan desarmarlo luego de la Navidad.

En el caso de los árboles artificiales, deben asegurar el correcto almacenamiento del mismo ya que en el caso contrario pueden acumular polvo e incluso esporas de moho, lo que hace que aumenten las probabilidades de sufrir los efectos de este síndrome.

Si el árbol es natural:

  • Utiliza guantes y camisa de mangas largas cuando vayas a manipularlo para que evites irritaciones en la piel.
  • Lava el árbol con abundante agua antes de entrarlo a la casa, esto ayudará a eliminar la mayor cantidad de polen y moho. Antes de lavarlo podrías sacudirlo bien o someterlo a la presión de aire de una de esas herramientas que se utilizan para soplar o barrer las hojas. Después de lavarlo lo ideal sería dejarlo secar a la intemperie por algunos días para evitar que el moho se reproduzca.
  • Evita dejar el árbol de Navidad dentro de la casa por más de siete días.

Si el árbol es artificial:

  • Guárdalo en un lugar seco y envuélvelo bien para evitar que acumule polvo.
  • Límpialo bien, con un paño húmedo, antes de adornarlo. No olvides sacudir y limpiar bien los adornos.
  • No abuses al rociarlo con el spray que simula nieve, estos aerosoles contienen químicos que pueden irritar los ojos, la nariz e incluso los pulmones.