Quiero mi terraza aunque no pueda: la solución de un arquitecto para añadir espacio extra a la fachada

  • El número total de viviendas familiares en España supera los 20,9 millones, tras crecer un 22% en los últimos 10 años

  • Las viviendas secundarias casi alcanzan la cifra de 3,4 millones, con un crecimiento del 15% sobre las registradas hace diez años

  • Sin embargo, no hay datos sobre el número de casas que disponen o no de terraza. Este proyecto trata de democratizar los balcones

Las terrazas. Fueron las protagonistas inocentes del confinamiento de 2020, y nos dimos cuenta de lo importantes que eran en nuestras vidas. Por su presencia y disfrute o por su ausencia. Quien no tenía una terraza, estaba fuera de la vida social de aquellas semanas. En los balcones se organizaron conciertos, se cantaron cumpleaños y hubo incluso peticiones de matrimonio. A raíz de aquello, y con el objetivo de que todo el mundo pueda disfrutar de uno de estos espacios (esperemos que no en otro confinamiento), han surgido iniciativas para 'democratizar' las terrazas.

Una de estas ideas es la capitaneada por el arquitecto Luis Quintano y sus terrazas 'StayHöme', que quedaron finalistas en el concurso 'La Arquitectura del día después' organizado por ASEMAS, donde se proponía repensar la vivienda según las necesidades surgidas durante la pandemia. De su proyecto, además, se hizo eco Paz Martín, arquitecta colaboradora de Uppers, que hablaba así de ellas.

El sistema ideado por Luis Quintano trata de fabricar unas terrazas "de quita y pon" para aquellas viviendas que no las tengan, aunque con matices. "Se trata de elementos con carácter de 'mobiliario', donde cada vecino puede optar o no por su colocación y de maneras muy distintas", explica Quintano. "No surge en principio como sistema para el centro histórico de las ciudades, porque puede chocar con cuestiones patrimoniales. Sin embargo, se puede estudiar en casos puntuales donde la protección del bien patrimonial no sea muy alta, o cuando el carácter de los edificios sea abierto a la experimentación".

¿Cuáles son los principales obstáculos para su instalación?

Además de lo reacio que se pueden mostrar algunas comunidades de vecinos a su instalación, "las principales barreras que deberían solventarse serían de carácter normativo, sobre todo con relación a la Ley de Propiedad Horizontal, los planes generales respectivos y las leyes de Patrimonio", indica el arquitecto. "Se requiere un apoyo por parte de la Administración con planes que permitan nuevas alternativas, como pasó anteriormente con la accesibilidad. Torres de ascensores y rampas han surgido en nuestros edificios gracias a la readaptación de la normativa y al fomento de planes de mejora en nuestras ciudades".

Un ejemplo claro sería el Gobierno del País Vasco, quienes ya se han puesto manos a la obra y, en su futuro Decreto de Habitabilidad, "exigirá que las viviendas nuevas (o aquellas en las que se acometa una reforma integral) tengan una terraza (que denominan 'espacio exterior') con una superficie mínima de 4 metros. Además, el balcón dejará de computarse en la superficie útil de la vivienda".

¿Cuáles son las posibilidades de este tipo de terrazas?

"Partiendo de los casos de piezas de mobiliario estandarizado, este sistema dispone de muchos módulos y accesorios diferentes para que el usuario configure su terraza ideal, adaptándose a sus necesidades. Desde disponer de módulos simples, doble, triples, con cubrición o descubiertos, diferentes opacidades en el acabado, hasta piezas opcionales como carteles, poleas, jardineras, toldos, cortinas, luminarias…", nos cuenta Quintano.

En definitiva, se trataría de democratizar las terrazas, que todos pudiéramos tener una de ellas para convertirlas en un nuevo lugar de disfrute personal e incluso social. Esta idea de Quintano lo permitiría y, además, serían posible multitud de nuevas posibilidades gracias a las estructuras tipo andamios. ¿Terminaremos viéndolas en nuestras calles y barrios?