Las estrías son cicatrices que se producen por la rotura de las fibras de colágeno y elastina situadas en la dermis. Los expertos coinciden en que la prevención es el primer tratamiento si queremos lucir una piel cuidada y libre de estrías. 

Las estrías suelen aparecer ante un estiramiento excesivo de la piel debido a cambios de peso, hormonales, embarazos… y ante la falta de prevención e hidratación. Por tanto, todas las personas pueden tenerlas independientemente de su complexión corporal.

Las estrías no entienden de un sexo en particular. Aunque las mujeres son más propensas a sufrirlas, los hombres también pueden tenerlas. Las hormonas relacionadas con la ganancia de peso y la pubertad son las que hacen que aparezcan. Levantar pesas y hacer ejercicios de fuerza también incluyen una ganancia de peso; por lo que a muchos hombres jóvenes les salen estas famosas líneas blancas en la piel. Las estrías tampoco entienden de edad, los jóvenes y mayores también las tienen y, al igual que en todos los casos, es fundamental prevenirlas y cuidarlas en todo momento.

Las de color rojizo están en la fase inicial de la estría. Tienen ese tono porque aparecen tras una inflamación y después pasan a adquirir un color blanco, que evidenciará el efectivo ensanchamiento de la piel. La estría roja es la más fácil de tratar, con una hidratación profunda y alguna sesión de peeling o mesoterapia virtual para hacerlas desaparecer o volverlas casi invisibles.

Las estrías blancas corresponden a la fase madura de la estría. El tratamiento requiere tratamientos más largos y específicos, que actuarán para remodelar el colágeno y la elastina atróficos y corregir la pigmentación. Aunque los resultados dependen de cada persona, en general se logran disminuciones de estría de un 70%.

Aunque la genética es un factor que, obviamente, condiciona tenerlas o no; la prevención y el cuidado de nuestra propia piel son los factores más directos que ayudan a mejorar su aspecto y a eliminarlas. También suele tener una relación directa la falta de hidratación diaria y el consumo de tóxicos sociales, como alcohol o tabaco.

Mantener una dieta sana y equilibrada es el dogma de cualquier secreto de belleza. Para evitar que salgan estrías es importante escoger alimentos que promuevan el desarrollo de colágeno, la proteína que proporciona elasticidad de la piel; hay que apostar por carnes magras y verduras y frutas que sean ricas en aminoácidos. Además, hay que disminuir al máximo el consumo de azúcar ya que, además de otros problemas fatales, hace que la piel esté más débil y tienda a romperse con mayor facilidad, facilitando la aparición de estrías.

El aceite de coco y de rosa mosqueta son uno de los remedios más útiles para prevenir las estrías. Solo hay que aplicar unas gotas de uno de los dos aceites por la zona que pueda verse afectada dando suaves masajes circulares, y dejar que actúe toda la noche.

Las zanahorias son también un remedio muy efectivo. Hay que cocinar un par de zanahorias al vapor, hacerlas puré y mezclarlo con un poco de leche de almendras. Aplicar en la zona a tratar, dejar actuar durante 15 minutos y retirar con agua fría.

La manteca de cacao es un remedio natural para las estrías porque favorece la producción de colágeno, mejorando la elasticidad de la piel y favoreciendo que se extienda sin desgarrarse, por lo que es perfecta antes de que aparezcan.

Los dos mejores tratamientos son la mesoterapia virtual y la radiofrecuencia. La mesoterapia virtual es una técnica infalible para tratar celulitis, grasa localizada o como tratamiento contra las estrías. Logra introducir en capas profundas de la piel sustancias que recuperan el colágeno y la elastina, necesarias para la regeneración del tejido de la estría y con ello, mejorando la apariencia o incluso, eliminando su cicatriz.

Por su parte, el objetivo de la radiofrecuencia es generar colágeno y elastina mediante choque térmico, pero esta vez en la zona de la estría, haciendo que sea menos visible. El tratamiento suele durar entre ocho y 12 sesiones, pero los primeros resultados se suelen apreciar en la primera sesión.