En busca del lavado de pelo perfecto: los errores que no debes cometer

  • Para el 83% de las españolas la parte del cuerpo que más les importa es el cabello

  • Helena Rodero, farmacéutica especializada en piel y cabello: "El error fundamental es que frotamos todo el pelo: el champú solo es para el cuero cabelludo"

  • "Cuando el cabello está dañado, el agua entra con más facilidad en la fibra y se produce la fatiga higral: el pelo se agota"

Un estudio realizado por los laboratorios Kosei arroja un dato sorprendente: para el 83% de las españolas la parte del cuerpo que más les importa es el cabello. Lavarlo es el primer gesto de belleza hacia esa parte tan valorada de nuestro físico. Y, sin embargo, no lo hacemos bien. Quizá por eso tu pelo no tiene el aspecto deseado, pese a los cuidados que le ofreces. Si quieres mejorarlo, tendrás que estar dispuesto a 'desaprender' los hábitos que llevas poniendo en práctica desde hace años.

Primer error: frotar demasiado

Te metes en la ducha y te enjabonas el pelo en abundancia, te gusta sentir el olor del champú al tiempo que comienzas a limpiar todo el cabello. Primer fallo, y de los estrepitosos. "El error fundamental cuando nos lavamos el cabello es que frotamos todo el pelo. El champú solo es para el cuero cabelludo. Frotamos todo el pelo como si no hubiera un mañana. Las puntas no necesitan lavado. El resultado es que dañamos la fibra; por eso, frotar de manera excesiva es lo que probablemente más daña al cabello", explica la farmacéutica especializada en piel y cabello Helena Rodero.

Segundo error: frotar en todas direcciones

Con el objetivo de limpiarnos bien el pelo, friccionamos el cabello en todas las direcciones posibles. "Tenemos que usar las yemas de los dedos y frotar en una sola dirección, evitando hacer círculos. De esta manera, no enredaremos el cabello cuando está mojado, el momento en el que está más frágil, y nos costará menos desenredarlo", señala la experta.

Al frotar demasiado, también estamos estimulando la producción de grasa y pueden producirse pequeñas roturas, dos efectos que no convienen a ninguna melena.

Tercer error: no usar acondicionador antes del lavado

El acondicionador es un producto fundamental para la limpieza (sí, limpieza) del cabello. "El acondicionador, que no siempre lo usamos, ya está formulado con detergentes suaves. Si lo aplicamos antes del lavado de medios a puntas limpiamos la zona, pero bloqueamos el contacto con el agua lo máximo posible", explica Helena Rodero. Esta técnica de prelavado también es conocida como lavado inverso, prepú o prepoo.

¿Por qué es necesario proteger el pelo del agua? El acondicionador es lo más parecido a la grasa del pelo recién nacido del cuero cabelludo, ayuda a proteger la cutícula, la parte del pelo que también protege la fibra y da brillo a la melena. Si el pelo está muy dañado, el simple chorro de agua lo daña aún más. "Cuando el agua cae, entra con más facilidad en el pelo y se produce la llamada fatiga higral: el cabello recibe y suelta demasiada agua. El pelo se agota", asegura Rodero.

Cuarto error: aplicar mucho champú y aclararlo mal

Evidentemente, depende de la cantidad de cabello y de su grosor, pero, en este caso, menos es más. Una nuez de champú puede bastar para una melena de largo medio, ya que, como indica la experta, "solo hay que frotar el cuero cabelludo".

Aclararlo mal (tanto champús, como acondicionadores, cremas o mascarillas) también influye en la salud y aspecto del cabello. "Hay que aclararlo cien por cien", advierte la experta. En caso, contrario notaremos el pelo opaco y con falta de volumen.

Quinto error: no elegir bien el champú

O los champús, porque, en realidad, deberíamos tener dos champús: uno con mayor poder de limpieza, dedicado al cuero cabelludo, y el segundo, un champú de belleza, según nuestro estado o tipo de cabello (decolorado, rubio, dañado...)."La clave es intercalar para que el cuero cabelludo alcance el equilibrio", explica Rodero.

La razón es que el cuero cabelludo y el cabello no está siempre en el mismo estado, por lo que hay que compensar en función de sus necesidades. "Si, por ejemplo, se usa de continuo un champú para cabello teñido o dañado, la queja es que se ensucia antes. Pero si usamos continuamente el que desengrasa más, produciremos más grasa. El cabello es igual que la piel: si frotamos mucho, estimulamos la producción de grasa. Si utilizamos un producto muy desengrasante, también", afirma esta farmacéutica.

Sexto error: retorcerlo mojado y dar tirones

Como ya explicamos, el exceso de agua le sienta mal al cabello. De alguna manera, lo tenemos interiorizado porque cuando acabamos de lavarlo, lo retorcemos hasta la saciedad y algunos, incluso, culminan la operación frotando el pelo con la toalla (normalmente, en el caso de los hombres) o haciéndose un turbante también con la toalla.

El paso siguiente es desenredarlo. Después de la fricción excesiva y de retorcerlo, lo normal es que esté con nudos, así que la tentación es deshacerlos con un cepillo, dando algún que otro tirón. Para Helena Rodero, lo que estamos haciendo es incrementar "la rotura del cabello. En general, cuanto menos manipulemos el pelo, mejor".

¿Cómo es el lavado perfecto?

Conocidos los errores más habituales, ¿cómo es el lavado de pelo perfecto? Helena Rodero nos da las claves:

  • Desenrédate antes de lavarlo. Con esto conseguiremos que el cabello no se enrede de más y no tengamos que manipularlo tanto.
  • Haz prelavado. Pon acondicionador de medios a puntas para evitar que el agua penetre en la fibra capilar.
  • Elige bien el champú según las necesidades capilares. En función de cómo veas el estado de tu pelo, decide si es momento de desengrasarlo o de nutrirlo.
  • Limpia solo el cuero cabelludo. Utiliza las yemas de los dedos y frota la raíz del pelo en una dirección, sin hacer círculos. Con esto conseguirás, además, elevar la raíz y tener más volumen. Puedes acentuar el efecto si luego lo secas boca abajo.
  • Aclara bien. El exceso de champú y acondicionador dan peso y quitan brillo.
  • Sé cuidadoso después de lavarlo. Ni hay que frotar con la toalla ni hay que retorcer el pelo.
  • Desenreda con mimo. Mejor de medios a puntas, a pequeños toques y con peines de puntas anchas.
  • Seca con secador. Es importante eliminar la humedad. Usa el secador a temperatura media, a 15 centímetros del cabello y durante unos diez minutos. "El secador no solo no es malo, sino que aporta beneficios", asegura la experta.

Lavarse el pelo es uno de los gestos de belleza más habituales y hacerlo de la manera incorrecta tiene efectos negativos. "Se produce más encrespamiento y más peligro de rotura. Desde el punto de vista estético, si la cutícula está dañada, si las 'tejas' del pelo se separan, el cabello no refleja la luz y se ve mate. Además, puede producirse más grasa o irritación en el cuero cabelludo. O empeorar un proceso de caída", advierte Rodero.