Los mitos de las manchas en la piel: "También salen con el calor, no sólo con el sol"

  • Muchas mujeres y hombres piensan que las manchas son el gran delator de la edad, pese a que no siempre aparecen por los años

  • Algunos tratamientos con láser para eliminar manchas están contraindicados con medicamentos fotosensibilizantes, como los antibióticos o los antidepresivos

  • Doctora Flavia Bonina: "En caso de manchas que empeoran con el sol, debemos tener en cuenta que no es solo la 'no exposición', sino que además debemos evitar estar expuestos a fuentes de calor, ya que el calor también estimula el melanocito"

Las manchas en la piel hace tiempo que sustituyeron a las arrugas como principal preocupación estética. Muchas mujeres y hombres piensan que el tono desigual de la piel, con zonas oscurecidas, es el gran delator de la edad, pese a que las manchas no siempre aparecen por los años, sino por la acumulación de los daños ocasionados por los rayos ultravioletas. Cada vez hay más tratamientos estéticos para eliminarlas. Y cada vez hay más desinformación sobre lo que se puede o no se puede hacer, según el estado de cada piel. Para desterrar mitos y saber lo que realmente es importante a la hora de abordar una piel hiperpigmentada hemos hablado con la doctora Flavia Bonina, fundadora de la clínica del mismo nombre.

¿Por qué se producen las manchas?

La aparición de manchas en la piel es debido a varios factores. Desde cambios en la melanina que es, en definitiva, la sustancia que se produce en las células para cambiar el color, hasta la proliferación de bacterias u otros microorganismos en la piel o cambios en los vasos sanguíneos. Todo esto puede ser propiciado por agentes externos y un uso irresponsable de ellos, o por causas naturales.

¿La genética no tiene nada que ver?

En ocasiones, intervienen factores genéticos. Algunas personas pueden ser más propensas a desarrollar manchas en la piel. Por ejemplo, las personas con tez clara tienen menos melanina para proteger la piel de los rayos UV, lo que las hace más susceptibles a las quemaduras solares y a desarrollar manchas. Esto nos lleva a otro de los agentes externos más asociados a las manchas: la prolongada exposición al sol, más aún si es sin protección. La radiación ultravioleta (UV) del sol es una de las principales causas de las manchas en la piel. La exposición puede provocar la producción excesiva de melanina.

¿Y la edad?

También el envejecimiento puede ser determinante. Con el paso del tiempo, la piel puede desarrollar manchas oscuras debido a la acumulación de daño solar y otros factores. Estas manchas, conocidas como manchas de la edad o léntigos solares, son más comunes en personas de edad avanzada, aunque cada vez más se ven en personas más jóvenes. Alrededor de los 40 años comienzan a aparecer por la exposición sin control de la adolescencia.

¿Las hormonas también pueden propiciar la aparición de manchas?

Sí, los cambios hormonales pueden dar paso a la aparición de manchas. El melasma, por ejemplo, es una afección en la que se desarrollan manchas oscuras en áreas como el rostro, debido a cambios hormonales durante el embarazo, el uso de anticonceptivos orales o trastornos hormonales.

Las lesiones o inflamaciones, como resultados de lesiones cutáneas, como cortes, quemaduras o cicatrices de acné también pueden desarrollar manchas. La inflamación crónica de la piel, como la causada por condiciones como el eccema o la psoriasis, puede, igualmente, contribuir a la formación de manchas.

¿Son iguales las manchas de la cara, las manos o el escote? 

Las manchas cutáneas pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo, incluyendo la cara, las manos, el escote y otras áreas expuestas al sol. Sin embargo, las características y causas de las manchas pueden variar según la ubicación en el cuerpo. Por ejemplo, los léntigos solares o el melasma son más comunes en áreas expuestas al sol, como la cara, las manos y el escote.

La pecas tienden a aparecer en cara, brazos y hombros. Son hereditarias y se intensifican con la exposición al sol, aunque también pueden desvanecerse en invierno o con protección solar adecuada. Por su parte, las manchas de acné (cicatrices o las manchas postinflamatorias) pueden aparecer en la cara, el pecho, la espalda y otras áreas donde se haya producido acné. Cada persona es única y puede experimentar diferentes tipos de manchas en diferentes zonas. Si tienes alguna preocupación específica, es recomendable consultar a un dermatólogo para una evaluación precisa y recomendaciones de tratamiento adecuadas.

Lesiones dormidas

¿Qué manchas se pueden eliminar y cuáles no?

Actualmente, disponemos en nuestras consultas multitud de tratamientos y la mejor tecnología para tratar, prácticamente, todo tipo de manchas Las más difíciles, como el melasma o las hiperpigmentaciones post inflamatorias, requerirán de más paciencia y constancia por parte de los pacientes, ya que seguramente nos lleven más sesiones. Aun así, lograremos mejorarlas, aunque si hablamos de melasma, al ser un tipo de mancha que nunca desaparece, simplemente logramos que quede como 'dormida', es decir, no está visible pero siempre queda debajo de la piel y para que no vuelva a aparecer deberemos tener en cuenta que el mantenimiento es parte fundamental del tratamiento.

¿Cómo podemos prevenirlas?

Es importante señalar que cada persona y su piel son únicas. Por lo tanto, estas son algunas medidas o precauciones generales para prevenir las manchas cutáneas y mantener una piel saludable.

Repasemos las medidas de prevención más comunes: la protección solar.

La exposición excesiva al sol es una de las principales causas de las manchas cutáneas. Para prevenirlas, es importante utilizar protector solar con un factor de protección solar (FPS) adecuado (al menos FPS 30) todos los días, incluso en días nublados. Aplica el protector solar generosamente en todas las áreas expuestas al sol y reaplica cada dos horas o después de nadar o sudar.

¿Uso de sombreros y gafas?

Además del protector solar, utiliza sombreros de ala ancha y ropa de manga larga para proteger tu piel del sol. Opta por ropa de colores claros y tejidos de protección solar. También es importante proteger los ojos y la piel alrededor de ellos usando gafas de sol que bloqueen los rayos UVA y UVB.

¿Es importante la hora a la que nos exponemos al sol?

Hay que evitar la exposición solar directa. Debemos tratar de limitar la exposición al sol, especialmente durante las horas pico de radiación ultravioleta, que generalmente son entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Hay que buscar la sombra y mantenerse protegidos.

¿Y en cuanto a hábitos o rutinas de cuidado, qué es lo más importante?

Hay que mantener una rutina facial adecuada de cuidado de la piel que incluya limpiar suavemente el rostro dos veces al día, usar productos adecuados para tu tipo de piel y aplicar humectante para mantener la piel hidratada. También es fundamental evitar el tabaco. Fumar puede dañar la piel y contribuir a la formación de manchas y arrugas. Evita fumar y la exposición al humo del tabaco.

El control hormonal también es fundamental. Si estás embarazada o tomando anticonceptivos orales, consulta a tu médico sobre las opciones disponibles para controlar los cambios hormonales que pueden desencadenar manchas en la piel.

Por último, hay que evitar el rascado y la irritación. Frotar la piel con fuerza puede causar inflamación y manchas postinflamatorias. Trata de mantener la piel limpia y usa productos suaves y adecuados para tu tipo de piel.

Cuando calienta el sol

Hablemos ahora de prevención. ¿Funciona en todos los casos? ¿Hay algún hábito que todos cumplimos y que no sirva para nada?

La prevención funciona, pero en caso de manchas que empeoran con el sol, debemos tener en cuenta que no es solo la 'no exposición', sino que además es evitar estar expuestos a fuentes de calor, ya que el calor también estimula el melanocito. De ahí que muchas personas se quejen de que se cuidan muchísimo y aun así su melasma empeora. Es ideal agregar agua termal en momentos donde sintamos aumento de temperatura en la cara.

¿Es cierto que la luz azul de las pantallas de ordenadores y dispositivos móviles nos envejece y puede provocar manchas?

La luz azul de alta energía, también conocida como luz de onda corta, se encuentra en el espectro de la luz visible y se emite tanto por el sol como por las pantallas digitales, como teléfonos móviles, tabletas y ordenadores.

Algunos estudios preliminares sugieren que la exposición prolongada a la luz azul de las pantallas podría tener efectos negativos en la piel al generar especies reactivas de oxígeno y estrés oxidativo en la piel, lo que podría contribuir al daño celular y al envejecimiento prematuro. Si bien esta cuenta con energía mucho más baja que la radiación UVA y UVB (un 25% de esta), es capaz de penetrar en la piel y provocar daños. En concreto, los radicales libres actúan en las capas más profundas activando la destrucción de las fibras de colágeno y elastina, causando pérdida de firmeza y la aparición de arrugas. Además, en lo que a manchas cutáneas se refiere, la exposición a la luz azul puede aumentar la producción de melanina, lo que podría potencialmente contribuir a la formación de manchas. Por ello, aunque su impacto sea a menor escala, es recomendable limitar el tiempo de exposición a las pantallas y utilizar protectores solares de amplio espectro que también protejan contra la luz azul

Láser: cuándo sí y cuándo no

El láser es la terapia más efectiva contra las manchas. ¿Cuáles son los mejores?

Cada mancha tiene una característica especial, los léntigos solares responden muy bien; sin embargo, el melasma, es sabido por todos que no va bien con las altas temperaturas que puede emitir un láser. Con el Q-Switched de Hollywood Spectra de Lutronic podemos tratarlos con total tranquilidad porque trabajamos con un láser acústico, no térmico, y por lo tanto no corremos el riesgo de que esta mancha empeore con el tiempo. En cualquier caso, como hemos dicho antes, requiere de un mantenimiento ya que si lo dejamos sin duda volverá a salir, porque el paciente tiene esa predisposición y no existe ningún tratamiento capaz de eliminarlo.

¿Deben evitarse los tratamientos láser en algún periodo del año?

En general, los tratamientos antimanchas pueden ser utilizados en cualquier momento del año. Sin embargo, en algunos casos, es recomendable evitar ciertos tratamientos o tener precauciones adicionales en determinadas situaciones. Si estás recibiendo tratamientos antimanchas que implican la utilización de procedimientos como peelings químicos o láseres, es importante evitar la exposición solar directa durante el período de tratamiento y durante un tiempo después. La exposición solar puede aumentar el riesgo de hiperpigmentación o manchas nuevas en la piel tratada. Por lo tanto, es aconsejable realizar estos tratamientos en estaciones o períodos con menos exposición solar, como el otoño o el invierno.

Además, algunos tratamientos antimanchas, como ciertos medicamentos tópicos o procedimientos más invasivos, pueden no ser seguros durante el embarazo o la lactancia. Es importante consultar a tu médico o dermatólogo para obtener orientación específica sobre qué tratamientos son seguros en estas etapas.

¿Y cuando la piel está irritada?

Si tienes la piel irritada o inflamada debido a afecciones como el eccema, la dermatitis o un brote de acné activo, es recomendable esperar a que la piel se calme antes de iniciar tratamientos antimanchas. Tratar la piel irritada o inflamada podría empeorar el problema y causar más manchas o daño en la piel. Por último, si tienes alergias conocidas o sensibilidad a ciertos ingredientes o productos utilizados en los tratamientos antimanchas, es importante informar a tu médico o dermatólogo antes de comenzar cualquier tratamiento. Esto les permitirá adaptar el tratamiento y seleccionar productos que sean seguros y adecuados para ti.

Si nos sometemos a algún tratamiento láser, ¿hay alguna contraindicación?

En general, los tratamientos láser no se recomiendan durante el embarazo o la lactancia debido a la falta de evidencia sobre su seguridad en esta etapa, tampoco si estamos tomando medicamentos fotosensibilizantes. Ciertos antibióticos, antidepresivos y medicamentos para el acné pueden hacer que la piel sea más sensible a la luz. La combinación de estos medicamentos con tratamientos láser puede aumentar el riesgo de quemaduras o hiperpigmentación.

En esta misma línea, las personas con fototipos de piel más oscuros, en particular los tipos de piel IV a VI según la escala de Fitzpatrick, pueden tener un mayor riesgo de efectos secundarios como hiperpigmentación o cambios en la pigmentación después de los tratamientos láser. Es importante que un médico experimentado evalúe y determine el tipo de láser y los parámetros adecuados para minimizar los riesgos en personas con fototipos de piel más oscuros.

¿Y cuando hay un problema de salud preexistente?

Las personas con problemas de salud subyacentes, algunas condiciones médicas, como enfermedades autoinmunes, trastornos de coagulación, herpes activo, cáncer de piel o enfermedades de la piel en fase inflamatoria, pueden representar contraindicaciones para ciertos tratamientos láser.

Recomendaciones expertas

¿Qué protocolos seguir antes y después de un tratamiento láser?

Es fundamental la no exposición solar directa. Utilizar, aun en invierno, foto protección diaria para evitar las hiperpigmentación. Hidratar bien la zona tratada con productos adecuados. No se debe realizar exfoliación ni utilizar ácidos exfoliantes, salvo indicación del profesional. Tampoco hay que realizar deporte al menos 24 horas después del tratamiento ni depilarse en la zona tratada.

¿Qué señales deben alertarnos en una mancha? ¿Cuándo acudir al dermatólogo?

Existen ciertas señales en una mancha cutánea que pueden indicar la necesidad de buscar atención médica de un dermatólogo. Las principales son:

  • Cambios en el tamaño: Si una mancha cutánea cambia de tamaño de manera significativa, ya sea aumentando o disminuyendo de tamaño, podría ser motivo de preocupación.
  • Cambios en la forma: Si una mancha se vuelve asimétrica o desarrolla bordes irregulares, es importante prestar atención.
  • Cambios en el color: especialmente si se vuelve más oscura o muestra diferentes tonalidades dentro de la misma mancha.
  • Cambios en el grosor o textura: si se vuelve elevada, áspera o presenta cambios en la textura de la piel en esa área.
  • Dolor o picazón: hay que estar pendiente ante cualquier sensibilidad o molestia.
  • Sangrado o ulceración: Si una mancha cutánea sangra, desarrolla úlceras o muestra signos de infección, se debe buscar atención médica de inmediato.

No obstante, además de estas señales específicas en una mancha cutánea, también es recomendable acudir al dermatólogo si hay una preocupación sobre cualquier cambio en la piel. La dermatología es muy eficaz en el diagnóstico y tratamiento de las condiciones de la piel, incluyendo manchas cutáneas, y ofrece una evaluación adecuada, para tratar cualquier problema. Es mejor y más seguro buscar atención médica ante cualquier duda.