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Cuando pensábamos que estaba todo inventado en cuanto a acabar con las arrugas, llegan las orientales y nos descubren su secreto mejor guardado: sumergir nuestra cara en agua mineral es lo más efectivo para lograr una piel suave, hidratada y sin arrugas. Por más extraño que te parezca, ésta técnica, originaria de Japón pero popularizada en Corea, se clama como la salvadora de la piel, ya que no sólo la purifica después de limpiarla sino que ayuda a darle firmeza.
Algunos spas en Corea, Europa y originalmente Japón han usado agua mineral con gas para tratar las afecciones de la piel. A veces se trata de sumergir la cara por completo en ésta agua y a veces es solo mojar algodones y dar golpecitos suavemente en la piel con ellos después de limpiarla.
El agua mineral, muy popular en la rutina de belleza de las mujeres coreanas, es usada como un tratamiento simple para muchos daños de la piel. Las coreanas hacen sprays faciales caseros con agua mineral con gas, la mezclan con el agua de la bañera para tomar sus baños e incluso algunas sumergen toda la cabeza en ella para darle beneficios al cuero cabelludo también.
Muchos dermatólogos asiáticos recomiendan este tratamiento ya que más allá de su simpleza, el agua mineral puede ayudar a mantener fuertes las fibras de las células que producen colágeno, lo que se refleja en la firmeza e hidratación de la piel y claro en un notable rejuvenecimiento. También, es conocida por limpiar los poros sin dañarlos. Además es apto para todo tipo de pieles.
Hay una diferencia en usar agua carbonatada o agua mineral carbonatada ya que el contenido mineral mezclado con el agua carbonatada es lo que ayuda a entregar a la piel todos los beneficios y nutrientes que puede darle, además de limpiarla. Lo ideal es mezclar agua mineral carbonatada o con gas con agua normal para bajar un poco el gas y que sea más gentil con la piel.
El agua con gas tiene un pH ligeramente ácido de 5.5 que, casualmente, es el mismo que el de nuestra piel. El agua del grifo tiene un pH de entre 6.5 y 7.5, lo que puede provocar sequedad e irritación en la piel. Los beneficios que ofrece tienen que ver con su composición y con el ácido carbónico que contiene. El efecto burbujeante cuando el gas intenta escapar del agua produce una pequeña presión que permite una limpieza más profunda, pero de manera agradable y suave. Conseguimos de esta manera eliminar suciedad y toxinas acumuladas a lo largo del día, además de una mayor oxigenación.
También contiene calcio, que es esencial para el metabolismo celular de la piel y estimula la creación de colágeno y sodio, que actúa sodio actúa como un exfoliante natural eliminando células muertas. Lo ideal es emplearla como una limpieza puntual especial y combinarla con los hábitos de higiene facial aconsejados para cada tipo de piel según edad, características y necesidades. Eso sí, hay que tener cuidado con las pieles sensibles y tratarlas como tales, su rutina de higiene facial debe ser la más apropiada y, por el momento, son otros los productos que existen en el mercado que están dermatológicamente probados para ello
Mezcla medio litro de agua natural con medio litro de agua mineral con gas. Asegúrate de mezclarlas en un recipiente completamente limpio y del tamaño ideal para que puedas sumergir tu cara en él después de lavarla. Una o dos veces por semana es suficiente hacerlo por un periodo de 10 a 15 segundos.
La idea es no sobrecargar a la piel con el gas del agua, porque puede parecer algo tan sencillo que no puede dañar la piel pero la realidad es que sí tiene un efecto en ella e igual que cualquier tratamiento para la piel debe ser moderado y controlado.
Las coreanas después de limpiar su rostro usan mascarillas listas para usarse con ingredientes naturales como la miel, el pepino, sábila, colágeno, ácido hialurónico y arbutina.