Alicia Sánchez: "Cuando me dejé las canas me increpaban y me decían que así no conseguiría trabajo"

  • Bienvenidos a 'Santa Cana', un homenaje al pelo blanco, libre y natural en el que reunimos a cuatro melenas plateadas, ilustres e inspiradoras, que representan el disfrute de ser upper

  • En esta cuarta entrega, la actriz Alicia Sánchez 'La Metichara' nos habla de la partemás compleja de la transición gris: explicar a quien aún no se entera que la cana esalegría y cómo seguir adelante sin que pesen la crítica y el rechazo

  • "Si la cana la tengo yo, no la tienes tú, ¿por qué te molesta tanto?"

"A mis canas las quiero y además les tengo que dar las gracias". La actriz Alicia Sánchez se dejó las canas por exigencia del guion. Un director de cine que quería que para el papel aparentara su edad real. Y eso es una buena noticia. 2020 ha sido el año definitivo para las melenas grises. Un movimiento de liberación protagonizado por los uppers, que ahora las abanderan como símbolo de naturalidad y plenitud. Un nuevo sentir del peinar canas que aquí compartimos.

En 'Santa Cana' hemos entrevistado a cuatro representantes de esta refrescada generación bisagra que nos cuenten cómo viven (¡y disfrutan!) esta etapa plateada. Tras entrevistar a Carlos Sobera, Pino Montesdeoca y Pino MontesdeocaÓscar García Blesa, hoy le toca el turno a 'La Metichara', que nos cuenta cómo es hacer la transición gris desde un escenario y bajo la mirada (crítica) de los demás.

Antes de sentarse en el set de la entrevista, Alicia ya ha dado titulares. Mientras la maquillan para la sesión de fotos con Alberto Van Stokkum -uno de los flashes más solicitados de Madrid para retratar a las caras famosas de la música e Instagram-, cuenta que empezó en la interpretación a los 49 años y por cosa de su hijo, que le dijo que la acompañara a Madrid mientras se sacaba Arquitectura para hacer lo que siempre había querido: ser actriz.

También cuenta que antes de eso tuvo muchas vidas. Su otra profesión, profesora de estética, dice, la llevó a vivir la etapa dorada marbellí y a montarse en algún que otro jet privado. Su última aventura en este extraño 2020 ha sido volverse a su Murcia natal después de 11 años, volver a convivir con su pareja y hacerse youtuber con La cocina de la Metichara.

"Ahora justo se cumplen tres años desde que me dejé mi mechón de canas". Una decisión que fue de un día para otro: "No fue un proceso de pensármelo ni nada. Lo hice y estoy contenta". Así pasó de ser a una persona que se cuidaba según los cánones, a otra que lo hace en sus propios términos y como abanderada de una revolución a la que cada vez se suman más personas. Si los centennials y millennials liberan su acné, su celulitis y sus curvas, los uppers hacen lo propio con sus canas y arrugas tirando de hashtags que acumulan cientos de miles de publicaciones, como #goinggray, #grayhair o #grombre.

"Yo siempre me había tintado el pelo de oscuro desde muy joven porque he tenido canitas desde una edad muy temprana". El cambio frente al espejo no fue fácil al principio. Esa transición que en redes se resume bajo la etiqueta #greytransition es también todo un proceso de aceptación propia, de soltar prejuicios y de hacerse fuerte en la decisión frente a la crítica.

En mi entorno me increpaban mucho con respecto a mis canas. Los primeros meses me llamaban por teléfono o me escribían diciendo: 'qué pena, Ali, con lo elegante y lo mona que tú eres y lo dejada que estás

Una crítica que suele ser más dura para las mujeres que para los hombres. Mientras en el caso de ellos se encumbra su atractivo usando términos como silver foxes (zorros plateados) que ponen en valor su madurez, en el de las mujeres es habitual que el tono sea más despectivo, resaltando el paso del tiempo como algo negativo y usando palabras como granny (abuela). Una realidad que confirmaba en parte un estudio de Meetic de 2017: el 72% de las mujeres encuestadas encuentraba atractivos a los hombres canosos. "Nadie quiere verse una dedo de raya porque te ves mal. Sobre todo los dos primeros meses, no te encuentras bien, te encuentras como dejada. Como una persona que se está dejando que no va a la peluquería y que no se cuida", cuenta Alicia sobre su experiencia.

Y esta no mejora si la gente que tienes cerca o con la que compartes profesión no entiende o apoya el cambio. "En mi entorno me increpaban mucho con respecto a mis canas. Los primeros meses me llamaban por teléfono o me escribían diciendo: 'qué pena, Ali, con lo elegante y lo mona que tú eres y lo dejada que estás. Así no tevan a contratar, así no te va a salir trabajo, parece que te has abandonado. Y yo ahí fui firme. Porque surge la duda: ¿Realmente estaré tan mal? ¿Realmente pareceré una persona dejada? ¿No me llamaran porque no tengo unbuen look? Pero yo hablando conmigo misma dije: sigue, no escuches a nadie. Y me mantuve firme. No hice caso a las opiniones. Si la cana la tengo yo, no la tienes tú, ¿por qué te molesta tanto?".

Ese hacer lo que le vino en gana surtió el efecto contrario: vinieron más trabajos de publicidad y teatro. Alicia se agarra su melena y la empieza a besuquear: "Les estoy muy agradecida porque encima es que han salido como si fueses mechones de peluquería". Como quedara demostrado en 2019, con la elección del Silver Chic como color de tinte del año por L'Óreal, la cana también se cuida y se mantiene. "Tú puedes tener una cana hidratada, una cana cuidada, unos buenos champús, unos buenos sérums y mascarillas. Porque a cada persona le va a salir la cana de una manera. Auna nos saldrán por mechones, a otras les cubrirá la cabellera entera... y es maravilloso, es diversidad. Qué maravilla que seamos todos diferentes, dentro de tener algo en común, que es desarrollar las canas de manera creativa, ser diferentes".

Esa palabra, diversidad, aparece en varias de las entrevistas de este especial. La cana tampoco es un todo y en cada caso tiene una expresión. "Es como una entrevista muy curiosa que he leído de Carolina Herrera, que decía que las mujeres a partir de los 40 años mejor no lleven el pelo largo. Señora Herrera, con todos mis respetos, no nos fijemos en el carnet de identidad". Lo que defiende Alicia tiene que ver con los clichés asociados a la edad que operan en mayor medida en el caso femenino, casi siempre con una idea generalizada, canónica y rancia sobre cómo se debe ser o lo que es apropiado en cada estapa de la vida. "Tocan las campanadas, pum, 40, pum 50, con cada década nos cae una losa más pesada. Vamos a ver esa señora con 40, con 50, con 60 cómo está con su melena, cómo está con sus canas. Y si se encuentra favorecida y elegante, ¿por qué se tiene que cortar el pelo?".

"Una de las cosas que me ha dado la edad es asumir que no se puede estar a gusto de todos. No te

puede querer todo el mundo, no puedes caerle bien a todo el mundo. No puedes gustarle a todo el mundo. Lo más importante entonces es estar a gusto de una". Y estarlo a pesar de los achaques: "Para mí cumplir años es un regalo", dice. "Yo tengo un montón de patologías, aparte de la menopausia. Pero, ¿qué voy a estar, todo el día con la pena de que se me ha resecado el cuerpo más que un lagarto y que no puedo hacer un montón de cosas? No. Pues mira, si me pongo roja por lo sofocos, ya me ha salido el colorete. Si me quedo seca, pues me hidrato más. A todo lo que me viene, darle un poquito la vuelta".

Dejarse las canas a la vista no significa entregarse al abandono: "Tú puedes tener una cana hidratada, una cana cuidada"

Cada melena blanca tiene su historia, por eso en Uppers hemos reunido a cuatro perfiles diferentes que nos cuentan cómo es abanderar esta revolución desde su propia experiencia. En este vídeo de aquí arriba puedes ver un resumen de todas ellas. El 21 de diciembre publicamos la primera entrevista, con Carlos Sobera. Nos contó que a sus 60 años se lo pasa mejor que nunca, que acompañar en tiempos difíciles desde la tele ha sido un regalo y que lo mejor de esta etapa blanca es saborearla junto al "amor de su vida" y sus dos hijas.

El 23 de diciembre publicamos la entrevista con Pino Montesdeoca, que empezó su carrera en la moda a los 53 años demostrando que la edad es solo una etiqueta y es referente del nuevo (y mucho más libre) paradigma de belleza. Y el día 28 de diciembre hablamos con Óscar García Blesa. Sus 25 años en la industria de la música como escritor y guionista le dan autoridad para hablar de un idilio que desde aquí compartimos: el de la canas y el rock.

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