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Ya has asumido que el confinamiento te ha dado muchas opciones a la hora de mantener tu aspecto de siempre pero con añadidos, y una de las cosas que has visto crecer a su libre albedrío es tu barba. Ahora quieres más: frondosidad, largura, en definitiva, abrazar el sabio helénico o leñador que llevas dentro.
Te contamos algunos trucos y productos para hacerla crecer más allá de la última frontera, esa barba corta y apurada que ya no te convence.
Si ya sabes qué tipo de rostro tienes y que barba le va mejor, enhorabuena. Has dado el primer paso para saber el camino que has de seguir. A partir de aquí, tiempo, paciencia y cuidados. Si bien hay muchos que deciden no tocarla en meses para que coja su propio camino, una buena opción es irla perfilando y moldeando desde el principio, para que el resultado final sea más acorde a lo que queremos.
Obviamente, ponernos en manos de nuestro barbero de confianza a medida que pasan los meses va a ahorrarnos muchísimo trabajo en el esculpido. En el proceso de dejárnosla larga, y con la ayuda de un profesional, que tiene herramientas de las que no disponemos en casa, podemos perfilar las líneas laterales y definir la línea de la mandíbula, y de ahí pasar a la primera espera, ese tiempo en el que los impacientes se preguntan si alguna vez crecerá.
El tiempo de crecimiento de una barba depende mucho de la genética, pero hay un cierto consenso: para dejarla crecer en su máximo esplendor hay que pasar de los tres meses. El pelo crece aproximadamente a un ritmo de 1,25 cm cada mes.
De los productos del día a día que necesitabas para mantenerla cuidada y sana ya te hablamos en otro artículo, aunque no está de más recordarlos: lavado con champú (cada tres días será suficiente), acondicionador (opcional) y un aceite con ingredientes naturales que le aporte brillo y la nutran. Evitarás así las descamaciones y que la piel sufra.
Para irle dando forma: la cortadora, las tijeras y el peine. Tantas hay como rostros, de la picuda de aires egipcios a la rocosa y policial, más tirando a lo cuadrado. Una vez más: tu barbero puede aconsejarte sobre cuál te va mejor.
Existen algunos trucos nutricionales que pueden influir en el crecimiento de nuestra querida amiga. No hacen milagros, pero ayudan. Por ejemplo, una dieta lo bastante diversa ayuda (fruta y verdura en abundancia), y tomar mucho alcohol o alimentos con mucha grasa enlentece el crecimiento del vello, ya que las toxinas se acumulan en el organismo. La ansiedad y el estrés son otros de los factores que pueden influir en el debilitamiento del vello facial, y sumar a nuestra dieta la vitamina B8 (biotina) es una buena idea.
En el cuidado de las barbas largas hay mucho donde elegir: aceites, bálsamos, cera para moldear, estimuladores de crecimiento respaldados por laboratorios de prestigio como el minoxidil y otros productos útiles cuando ya la tenemos de cierta longitud. Recomendable es que te hagas con los tres: un buen champú, un aceite con ingredientes naturales y un bálsamo o cera para moldearla cuando ya haya crecido lo suficiente.
En cuanto a los champús, como sabrás, tenemos ahí un primer paso imprescindible. Es posible encontrar champús de muy buena calidad por algo menos de 14 euros. La variedad de marcas es muy extensa, debido al reciente boom del cuidado de la barba como parte de las rutinas de belleza de los hombres.
El aceite es un elemento esencial en cualquier rutina de cuidado de barba. Proporciona la base del cuidado: hidratación, brillo, buen aspecto, además de regenerar la piel que tenemos debajo y evitar la irritación y las descamaciones. La dosis siempre se aplica en función de la concentración del mismo, y en el caso de una barba larga y frondosa, pasaremos de las 7 gotas seguramente. Una vez al día mínimo, dos o tres si realmente estás obsesionado con que tu barba larga se vea bien incluso cuando te vas a dormir. Existen además algunos aceites esenciales que estimulan el crecimiento (los que contienen ingredientes como romero, laurel, limón, bergamota, jojoba, lavanda y ricino).
Los bálsamos, por ejemplo, son muy buenos para moldearla y peinarla, por su composición dura y su enorme variedad de ingredientes y olores (por lo general, contienen manteca de karité, cítricos, cera de abejas, etc). Se adaptan al gusto de cada uno. Al igual que la cera, es un producto aconsejable para barbas estropeadas que ya tengan una cierta densidad y longitud. Se puede aplicar nada más ducharnos para estirarla, o bien después de usar el aceite.