Suben un 36% las ventas de tintes de pelo: guía definitiva para teñir las canas en casa sin liarla

  • Una dermatóloga nos explica, paso a paso, trucos para hacer todo el proceso lo más fácil y productivo posible

Ya teníamos asumido convertirnos en Rapunzel y Sansón, pero las canas es otra de las variables de la ecuación con la que quizá no habíamos contado. Al menos hasta cierto momento de la cuarentena, porque ahora las cifras hablan por sí solas. Se ha producido un aumento del 36% en la venta de tintes de pelo. Mercadona ha duplicado sus ventas diarias, Lidl vende un 40% más de estos productos que antes del confinamiento y Aldi un 79%. Vista la situación, hemos hablado con Susana Pozo, directora de la clínica de dermatología capilar Capilárea para teñirnos bien sin liarla.

Pero antes de los consejos prácticos, empecemos por aclarar algunas de las dudas más frecuentes para quienes se inician en esta tarea por primera vez. Para los que ya tienen alguna experiencia, el saber nunca está de más.

No es igual cubrir canas que teñirse

Todo va a depender de lo que queramos conseguir: cubrir las canas o modificar nuestro color natural. Cuando hablamos de canas, podemos taparlas por completo o disminuirlas, dependiendo del resultado que queramos conseguir. La diferencia está en aplicar un tinte con amoniaco (donde la cobertura es 100%) o bien utilizar un baño de color (sin amoniaco) para quienes tengan pocas canas y solo quieran disimularlas. En este caso, la cobertura no sería del 100%. Por otro lado, para cubrir canas optaremos por un tono base o natural. Los tonos que llevan un reflejo (dorado, cobrizo, ceniza…) tienden a cubrir peor, las maquillan sin taparlas del todo.

Si lo que queremos es un tono base con algún reflejo, lo que podemos hacer es mezclar a partes iguales los dos tintes (1/2 tubo de base + 1/2 tubo de reflejo). Si simplemente queremos teñirnos para modificar el color de nuestro cabello, elegiremos el color que sea más adecuado a lo que queramos conseguir.

Cómo acertar con el color

Si habitualmente llevamos mechas, de momento, según la experta, lo mejor será dejarlas para cuando podamos volver a visitar a nuestros peluqueros y estilistas, porque es mucho más complicado.

En cuanto a la coloración, habrá que saber, más o menos, cuál es nuestro color habitual. Si tenemos alguna referencia de nuestra peluquera de tintes anteriores, sería genial. Si no, podemos intentar contrastar nuestro color con alguno que veamos en las cajitas de tinte.

Para ello, tenemos que conocer el número de la caja y para qué sirve. El primer número de la caja es la altura de color: 1 Negro. 2 Moreno. 3 Castaño Oscuro. 4 Castaño Medio. 5 Castaño Claro. 6 Rubio Oscuro. 7 Rubio. 8 Rubio Claro. 9 Rubio Clarísimo. 10 Rubio Platino.

Los números que van después del punto son los matices o reflejos: 1 Cenizas.. 2 Violáceos. 3 Dorados. 4 Cobrizos. 5 Caobas. 6 Rojizos. Por ejemplo 5,3 (castaño claro dorado).

Dos de los mayores riesgos es la saturación de color o escoger un color que no sea el adecuado, con el que nos veamos extraños porque no encaja con nuestra imagen. Ante la duda, Pozo aconseja pecar mejor de un tono un poco más claro que de uno más oscuro, ya que aclarar siempre va a ser más difícil que oscurecerlo. Su recomendación es optar por colores semi permanentes o neutros. Para las rubias existen champús morados con pigmentos.

Además de la elección del color, la dermatóloga nos hace tres recomendaciones:

  1. Realizar un test de alergia un par de días antes de teñirse. Se aplica un granito de coloración sin oxidante detrás de la oreja y se deja actuar unos cinco minutos. Después se retira con un algodón. Si pasadas 48 horas la piel no ha tenido ninguna reacción, podemos teñirnos sin problema.
  2. Asegurarnos de que contamos con todo el material que necesitaremos y elegiremos un lugar cómodo donde podamos aplicarlo con facilidad con todo a mano.
  3. Es aconsejable lavar el cabello un par de días antes. Así, los aceites naturales del pelo harán que la coloración se fije mejor.

Y ahora sí, paso a paso

Necesitarás tinte para el cabello, bol para mezclas y brocha o paletina, una toalla vieja, capa de peluquería (recomendada) o una camiseta vieja, vaselina o crema, para evitar las manchas en el contorno de la cara, y guantes. Puedes ayudarte siguiendo este vídeo de Capilárea en YouTube.

  1. Selecciona el color que más te guste.
  2. Cepíllate bien el pelo. Un buen cepillado hará que no haya ningún enredo que dificulte la acción del tinte.
  3. El tinte mancha. Ponte ropa que no te importe manchar y colócate una toalla (también vieja) alrededor de los hombros, sujetándola con una pinza. Si cuentas con una capa de peluquería, mejor.
  4. Coge un poco de vaselina o crema hidratante con la punta de los dedos y repártela alrededor de tu cara, detrás de las orejas y cuello. Aplícala en el nacimiento del cabello (pero sin tocarlo), sin dejarte ni un solo trozo sin cubrir. Usa guantes durante todo el proceso.
  5. Sigue las instrucciones del fabricante y prepara el tinte tal y como indique. Seguidamente, coge un peine y hazte la raya en medio a lo largo de toda la cabeza. Aplica el tinte siguiendo la línea que va desde el centro de tu frente hasta la nuca. Haz una línea horizontal, también con el peine, de una oreja a la otra y pasando por encima de la cabeza. De esta forma, tendrás el pelo dividido en cuatro partes al empezar a teñirlo.
  6. De las cuatro secciones en que has dividido tu cabello, empieza a teñirte (mechón a mechón) la parte de atrás a la derecha. Sigue con la de atrás a la izquierda y después las dos de delante, siguiendo el mismo proceso en todas ellas.
  7. Si tienes el pelo largo, deberás añadir este paso extra: después de teñirte las raíces, aplica el tinte de la mitad del cabello hasta el final, trozo por trozo, como en el paso anterior. En este momento, al aplicar el tinte con la brocha, vaporiza un poco de agua por encima de cada mechón. Así, el color final quedará más uniforme entre raíces y puntas.
  8. Para asegurarte de que la mezcla se reparte uniformemente por todo tu pelo, masajea la cabeza como si te estuvieras lavando el pelo (siempre con los guantes puestos).
  9. Una vez hayas acabado, usa un cronómetro para controlar los minutos de espera indicados por el fabricante. ¡Es muy importante cumplirlos si quieres que el color te quede divino! Mientras esperas, aprovecha para limpiarte la cara y la nuca. Con un paño húmedo, frota suavemente tu cara y cuello, alrededor del nacimiento del cabello, para quitar la vaselina y las posibles manchas de tinte.
  10. Pasado el tiempo indicado, enjuaga la cabeza con agua para eliminar el exceso de tinte y lávala con tu champú habitual. Repite el proceso dos veces, hidrata tu cabello (casi todas las coloraciones incluyen un acondicionador) y peínalo a tu gusto. Si puedes no utilizar secador y dejarlo secar al aire, mucho mejor. También es conveniente no volver a lavarlo hasta pasadas 24 horas. Así conseguirás que la coloración se fije aún más.

¿Tu ropa ha terminado manchada por el tinte? Rocía la mancha con zumo de limón y espera cinco minutos. Después, añade un chorro de leche fría y deja actuar 50 minutos. Pasado ese tiempo ya podrás lavar la prenda normalmente