Begoístas, las hermanas que han conseguido que Juan Echanove coma más sano (y rico)

  • Estas apasionadas cocineras, esposa y cuñada del actor, han lanzado Begoístas, un proyecto con planes guiados de alimentación saludable y recién hecha que sirven a domicilio

  • Plantean su proyecto como una revolución cuyo objetivo es envejecer lento, brillar rápido y cargarse de energía con productos naturales y de temporada

  • Sus platos tienen como seña de identidad el cuidado de la microbiota y el color. Aconsejan poner entre y cinco colores diferentes en cada comida

La primera sorpresa mágica para Juan Echanove (1961) y Cuchita Lluch (1965) fue enamorarse, casi a primera vista. Se conocieron en un evento gastronómico en 2014 y un año después contrajeron matrimonio. Para él era su segunda boda; para ella, su tercer marido. Además de actor, Echanove es gastrónomo y cocinero. Hace unos años recorrió España, plato a plato, en 'Un país para comérselo', junto a Imanol Arias. El flechazo era casi ineludible. La segunda sorpresa ha sido convertirse en el invitado de honor en cada una de las propuestas culinarias que preparan Cuchita y su hermana Begoña Lluch en su proyecto Begoístas, una novedosa plataforma de comida saludable y recién hecha que sirven a domicilio.

La revolución que acaba con el hambre emocional

Estas hermanas valencianas lo plantean como una auténtica revolución y quieren contar al mundo que hay una manera de comer divertida, cómoda y sana. "Es bueno -nos dicen- que la gente recupere el placer de comer y de saborear, en lugar de devorar, cada bocado. Hay que acabar con ese apetito que es puramente emocional y nos arroja a los azúcares y procesados, pero el camino hacia la salud pasa por el disfrute".

Ellas descubrieron esta necesidad a raíz de un cáncer que padeció su padre. Durante su tratamiento en la Clínica Anderson de Houston, Begoña descubrió los efectos asombrosos de la comida macrobiótica y la alimentación antiaging. Y aprendió a fondo sus principios.

Begoña comprobó el impacto en jubilados millonarios de Florida

A Begoña siempre le gustó cocinar, incluso cuando ni siquiera llegaba a los ingredientes de la alacena. Dejó los estudios de Derecho para formarse en Le Cordon Bleu de París. Después de trabajar en los hoteles más afamados de Francia, fundó su propia empresa de catering en Valencia con la que cubrió los eventos más sonados de la ciudad. Vivió ocho años en Estados Unidos y allí se formó en nutrición de vanguardia y saludable. Fue también directora culinaria del senior living Morse Life, en Florida, donde pudo constatar el impacto de la alimentación sobre la salud de sus residentes, todos millonarios jubilados.

En España abrió y dirigió la empresa de eventos y catering del chef Quique Dacosta. "Fue después de la pandemia cuando, después de una crisis personal, sentí que era el momento de convertir mi conocimiento en toda una filosofía que debía difundir", cuenta. Y nació Begoístas, cuyos planes de comida van desde un único día hasta 66, con precios que parten de los 69 días. Entre sus más de 150 recetas podemos encontrar desde un brownie de coco hasta un arroz negro de algas y halófilas. Incluso un bloody Mary de ajo negro.

Cuchita se encarga de la gestión y el marketing, aunque es igualmente una apasionada de la cocina y comensal exquisita, algo que respira, como su hermana, desde niña. Ha presidido la Academia de la Gastronomía de la Comunidad Valenciana y también ha ejercido como presidenta de la feria Mediterránea Gastrónoma, cargos que le han permitido poner en valor la cocina valenciana y a sus cocineros y, en general, promover la cultura gastronómica.

Sus primeras lecturas fueron las guías gastronómicas

Las dos tienen muy presente el recuerdo de su padre, un empresario que les dio una educación gastronómica privilegiada. "De niñas viajábamos en familia por toda España siguiendo las rutas de las guías Repsol y Michelin. También en casa siempre encontrábamos una excusa para celebrar alrededor de una mesa y aplicábamos esa sentencia tan sabia que dice que donde caben siete caben ocho". Su propósito con Begoístas es ayudar a mantener la salud, recuperar la energía y contribuir a la desinflamación del cuerpo. "En definitiva -añaden-, a sentirnos mejor. Aparte de los envíos de comida, hay seguimiento a través de una healthy coach que asesora al cliente".

A Juan Echanove ha sido fácil convencerle. Le gusta cuidarse y le gusta comer. Cuchita le descubrió que la vie en rose es bella, pero añadiendo más colores, al menos al plato, podía ser aún más maravillosa. Y le animó, como hace con cualquier comensal que llega a ellas, a comerse el arcoíris y llenar la despensa de tonalidades: el verde de la rúcula, el rojo de la achicoria roja, el azul de la uva, el naranja de la zanahoria, el amarillo de la cúrcuma o el morado de la mora. En fin, un auténtico festín de vitaminas, minerales, antioxidantes y fitonutrientes. "La naturaleza pinta y colorea a conciencia", dicen las hermanas.

Hay microbios que pueden ser muy sexis

También le convenció de que hay microbios sexis, tanto que pueden revolucionarnos el cuerpo. Naturalmente, se refiere a los probióticos. Los del yogur, el chucrut o el kéfir. "Son alimentos que cuidan nuestra microbiota natural. Cuando la flora intestinal se desequilibra, algo que puede deberse a una alimentación poco saludable, es conveniente eliminar las bacterias negativas del intestino. Las malas digestiones son el origen de muchos males y malestares". Si por dentro estás bien, te sentirás sexi.

Aunque Begoístas no ha hecho más que arrancar, dicen que ya están viendo el cambio en personas que llegaban al último escalón fatigados, padres que se contagiaban de todos los virus del colegio o ejecutivos que enfurecían ante el mínimo contratiempo. "La alimentación les ha transformado la vida al conseguir reducir el estrés. Ahora es gente que toma mejores decisiones, que se despierta con mejor humor y acaba el día con energía y deseo sexual. Incluso las arrugas se han atenuado y duermen plácidamente".

El decálogo begoísta para vivir más y mejor

Lo que hacen Begoña y Cuchita es aplicar una serie de principios que todos podríamos trasladar a nuestra cocina:

  1. No se trata de contar calorías, sino de elegir ingredientes y recetas más saludables. Habrá que desterrar los ultraprocesados y cambiarlos por alimentos frescos, algo que, de paso, agradecerán los proveedores que trabajan de forma ética y sostenible.
  2. No descartan la carne, pero obtienen la mayor parte de las proteínas de los alimentos de origen vegetal, como verduras, frutas, legumbres o algas.
  3. Para saciarse no hace falta comer mucho, sino elegir mejor, con alimentos integrales, por ejemplo, que te hacen sentir menos inflamación y, de paso, te beneficias de sus fibras y nutrientes.
  4. No todas las grasas son villanas. El aguacate, el aceite de oliva virgen extra, los frutos secos y las semillas aportan grasas saludables.
  5. Frente a los descreídos, sostienen que los superfoods o superalimentos existen. Citan, por ejemplo, las hierbas adaptogénicas (ginseng, maca…), que reducen el estrés y aumentan tu inmunidad; las semillas de cáñamo y chía, que proporcionan un alto contenido de nutrientes; y los alimentos ricos en azufre que eliminan toxinas.
  6. La vida es suficientemente dulce, también la fruta y las verduras, ¿qué falta hacen los azúcares refinados?
  7. Cuantos más colores hay en el plato, más amplio es el rango de fitonutrientes para tu cuerpo. El consejo es entre tres y cinco colores diferentes en cada comida. Verde del berro o del perejil; el rojo del tomate o el pimiento; el morado de la berenjena; o el blanco del ajo y de la cebolla.
  8. Tu rostro reverbera lo que estás haciendo bien. Comer bien mejora tu aspecto, pero también tu humor, tus relaciones y tu rendimiento.
  9. Una alimentación sana es la mejor terapia para envejecer lento, brillar rápido y cargarse de energía. Tu cuerpo aprende rápido. Solo hay escuchar lo que dice.
  10. Escoge productos de temporada. La naturaleza es sabia y ofrece en cada estación lo que el organismo necesita.