¿En serio se hace con lana de oveja? El sorprendente postre del chef Jordi Roca

El mundo de la gastronomía es uno de los que más permite innovar gracias a las diferentes técnicas que van surgiendo y que hacen que en nuestro plato acaben algunos alimentos que nunca pensamos comer de esa manera o cosas que pensábamos que no eran aptas para servirse como una delicatesen. En esto los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca son expertos y trasladan sus ideas a la carta de El Celler de Can Roca, ocupándose cada uno de una parte del restaurante.

Jordi Roca es el maestro pastelero de la familia, que hace solo unos días confesaba que había recuperado su voz, perdida por una distonía cervical que padece desde hace años gracias a un largo proceso de rehabilitación y recuperación. Una enfermedad que no le ha separado de los fogones, donde ha seguido innovando y dando forma a sus ideas, entre ellas, una que puede hacerte volar la cabeza: un postre elaborado con lana de oveja.

Lana de oveja, protagonista del postre

Ha compartido la receta en su cuenta de Instagram, que ha sido una sorpresa para sus seguidores por la peculiaridad de su ingrediente principal. “Hacemos un perfume de lana de oveja. Envasamos lana de oveja ripollesa con acetato al vacío durante 12 horas, lo colamos y destilamos en el roto vapor al vacío, el aroma lo reservamos para acompañar el plato. No se come, solo se huele”, advierte el repostero a sus seguidores.

“Servimos un dulce de leche de oveja ripollesa, unas gotas de confitura de guayaba, unas gotas de yogur de oveja, una espuma de requesón, una nube de azúcar, unas láminas de nata de leche de oveja deshidratada. Y a comer acercando la cuchara en todo el plato, que tiene una acústica muy particular que nos recuerda al cascabel de las ovejas”, ha explicado en su cuenta de Instagram.

Jordi Roca acompaña la receta con un vídeo en el que se le haciendo paso a paso cada una de las preparaciones de este postre que, sin duda alguna, no deja indiferente a nadie por la peculiaridad de su ingrediente principal. Lo que no dudamos es que, viniendo de él, tiene que ser una experiencia espectacular tanto para nuestro paladar como para nuestras fosas nasales.