El mejor sándwich del mundo es de Bilbao

El País Vasco es el paraíso de los pintxos, esas rebanadas de pan sobre las que se sirve una deliciosa porción de comida que se ofrecen en los bares y tabernas de la tierra, pero eso no significa que en Euskadi no haya otras exquisiteces que llevarse a la boca. Por ejemplo, los Triángulos del Bar Eme, un sándwich que se vende única y exclusivamente en un establecimiento de Bilbao desde hace más de 70 años y que, para muchos, es el mejor del mundo. Lo sea o no, lo que está claro es que no admite imitaciones.

Emeterio Arnáez, el dueño de este local cercano a la Gran Vía bilbaína, ideó la receta de este emparedado en 1950, usando una salsa de tono rojizo cuya fórmula se ha mantenido invariable y en el más absoluto secreto durante todos estos años. Sus tres bisniestos y actuales gerentes del negocio -Esther, Borja y Óscar Morales- mantienen la codiciada fórmula bajo siete llaves, como si se tratara de la de la Coca-Cola.

El secreto está en la salsa

Sí se sabe que este bocadillo se elabora con un pan de miga esponjosa, amasada a diario en el obrador del bar, con relleno de jamón de york artesano, lechuga fresca, mayonesa casera y la famosa salsa, de regusto picante y clave en el sabor que hace único este bocado. "No la tenemos en ninguna caja fuerte ni la tiene ningún notario, la mantenemos en la familia, está en nuestra cabeza, y ninguno de nosotros se la cuenta a nadie bajo pena de muerte”, bromea Óscar en 'El País'.

Muchos intentan descifrar lo que lleva, pero nadie consigue una réplica exacta. “Nuestros sándwiches no se encuentran en ningún otro sitio. La salsa no se puede imitar. El secreto es saber combinar los ingredientes y que todo se haga en el día. Los tenemos patentados desde 1993", aclara el propietario.

Un bocado con fama internacional

Aunque la mayor parte de las ventas le corresponden a los Triángulos, el Eme también dispone de otro producto estrella, el sándwich Torre, con los mismos ingredientes pero con anchoas de Santoña en vez de jamón cocido. Además, también se sirven raciones de croquetas, ensaladilla o patatas bravas.

Sus dueños aseguran que, además de ser los mejores sándwiches del mundo, son los más conocidos, también fuera de la ciudad vizcaína. “Hay mucha gente de fuera que se los lleva, incluso en avión (...) Aquí han venido a comer los integrantes de Guns N’ Roses, Bruce Springsteen, actrices como Maribel Verdú, cocineros como José Andrés, políticos, presidentes del Gobierno o futbolistas”, explica Óscar Morales.

Tal es su éxito que les han ofrecido en muchas ocasiones abrir nuevas sucursales o ampliar el negocio, pero ellos no se mueven ni un milímetro de la visión romántica de la empresa que les ha permitido perdurar en el tiempo. El famoso sándwich nació ahí y no saldrá de esas cuatro paredes.  “Este es un proyecto familiar y el día que ya no podamos atenderlo saldremos por la puerta grande, pero no lo venderemos para que alguien nos lo destroce”, zanja el dueño.

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