Los tres trucos definitivos para elegir la mejor sandía de la frutería

  • Un 90% de la carne de la sandía es agua así que es una excelente fuente de hidratación para el verano

  • Antes de comprar, normalmente elegimos las frutas con un aspecto exterior atractivo. Con la sandía, es al contrario

  • La calve de la mejor está en su color, su sonido y su forma

Una de las frutas que más nos gusta en Uppers es la sandía y desde que empieza el buen tiempo la esperamos con los brazos abiertos. Eso sí, nos hemos acercado a charlar con nuestro frutero de confianza para que nos explique cómo elegir la mejor sandía porque todos los años le damos la “tabarra” con lo mismo. Se trata de una fruta enorme, que si está en su punto se acaba enseguida, pero cuando no es así cuesta terminarla y va de un lado a otro por la nevera.

Recuerda estos tres sencillos trucos, “palabrita de frutero”, sobre cómo saber si una sandía está en su punto:

1. El color

Cuando una sandía ya está madura, su cáscara se tiñe de un color homogéneo verde oscuro y adquiere una apariencia opaca en vez de brillante. En este caso, no te guíes porque su aspecto exterior sea atractivo como con otras frutas sino todo lo contrario. Si luce brillante, lo más seguro es que todavía no esté lista para su consumo. Además, debe tener una mancha amarilla cremosa que es la base dónde la sandía se ha apoyado sobre la tierra para crecer y por tanto no ha recibido la luz del sol.

2. El sonido

Golpear la sandía y escuchar el sonido que se desprende es uno de los trucos infalibles. Consiste en cerrar el puño y simular que llamas a una puerta o utilizar la palma de la mano para dar golpes suaves. Se debe escuchar hueco y fuerte. Al contrario, cuando el sonido retumba o apenas se oye, significa que aún no ha madurado del todo. De la misma forma, la corteza debe estar firme y dura; si está algo blanda, es que el punto de maduración ya se ha pasado.

3. La forma y el peso

Busca las sandías más redondas, sin grietas y sin golpes. Cuando están deformadas o presentan grietas pueden haber sufrido falta de agua o de sol durante su crecimiento y maduración y por tanto su sabor no será intenso y dulce. En cuanto al peso, tiene que ser considerable, si fuera ligera, la textura de su carne no sería la que buscamos.

Una buena opción, para los que son pocos en casa, es comprarla por mitades o por cuartos. En este caso fíjate en que la carne esté roja, firme y jugosa pero no muy oscura o demasiado acuosa, ya que estará pasada. También observa que las pepitas sean de color negro, es un síntoma de maduración y de que está lista para comer.

El frutero también aconseja que una vez abierta se conserve en la nevera, apoyada sobre su cáscara y protegida la carne con papel film. Su sabor volverá a ser intenso y jugoso si se saca del frigorífico un rato antes de volver a consumirla.

Beneficios de la sandía

Las propiedades de la sandía son múltiples. En España, comienza a recolectarse en mayo y desde junio ya está en las fruterías. Pertenece a la familia de las cucurbitáceas y procede de África, pero se consume en todo el mundo.

  • Casi un 90% de su carne es agua, por eso es tan refréscate e hidratante.
  • Entre sus nutrientes destacan la vitamina A, la vitamina B y la vitamina C.
  • Contiene minerales como el potasio, magnesio, manganeso, hierro o fósforo.
  • Es antioxidante porque uno de sus componentes es el licopeno, un pigmento que le da el color rojo y previene el envejecimiento.
  • No tiene grasa, baja en azúcar y en calorías.