Del sistema cardiovascular al nervioso: los múltiples beneficios de las proteínas vegetales

  • Las proteínas vegetales son totalmente necesarias para el buen funcionamiento del organismo, pero unos alimentos ofrecen más proteínas que otros

  • Vitaminas, minerales y ácidos grasos son algunos de los componentes que hacen tan importante estas proteínas

Solemos concentrarnos, y mucho, en tomar proteínas animales por los beneficios que ofrece al organismo siempre que se tomen en las cantidades idóneas, claro. Pero tendemos a olvidar las proteínas vegetales, igual de importantes y con una serie de beneficios que son clave para llevar una vida saludable. Sus beneficios son múltiples, tanto para los jóvenes como para los mayores. Es cierto que hay que tener en cuenta que las verduras no pueden ser la única fuente, pues realmente nos aportan nutrientes, pero no todos los necesarios, por eso mismo es indispensable saber combinar los alimentos para que no falte en la dieta ningún tipo de proteína o nutriente.

Alimentos ricos en proteínas vegetales

Si antes de conocer sus beneficios quieres saber cuáles son los alimentos que más proteínas vegetales aportan, debes saber que la soja es la reina, siendo uno de los alimentos que más valores proteicos ofrece al organismo. De ahí que algunos de sus derivados, como el tofu, sea uno de los alimentos que se utilizan en sustitución de la carne.

El seitán es otro de los alimentos que más proteínas vegetales contiene, por eso mismo es muy recurrente encontrarlo en dietas veganas. Por su lado, algunos frutos secos como las almendras o las avellanas son las mejores si se quiere aumentar la ingesta de proteínas vegetales debido a que cuentan con una gran cantidad de minerales, antioxidantes y fibra.

Además, algunas legumbres son ideales para una dieta en la que se quieran introducir las proteínas vegetales con más fuerza, especialmente las lentejas y los garbanzos, dos tipos muy utilizados en la gastronomía española y que son una fuente de fibra y energía espectacular para el organismo, por lo que mantenerlas en la alimentación es un gran beneficio. Más complicado puede ser comer otras fuentes de proteínas vegetales menos propias de la dieta mediterránea, como la quinoa o las semillas de chía, ricas en ácidos grasos y aminoácidos esenciales.

¿Cuáles son sus beneficios?

Como ya te adelantábamos, los beneficios de las proteínas vegetales son múltiples y ayudan a llevar una vida y una dieta mucho más saludable, entre los que destaca su papel fundamental en la regeneración celular, clave para el buen funcionamiento de algunos órganos internos, así como para un aspecto de la piel sano. A ello se suma su bajo contenido en grasas, destacando que las que tiene son insaturadas, ayudando de esta manera a proteger el sistema cardiovascular y el control de los niveles de colesterol.

Sus notables valores en fibra también juegan un papel indispensable en el mantenimiento de una flora intestinal saludable. Por su parte, es fundamental la presencia que tienen de ácidos grasos esenciales, especialmente del omega 3 y el omega 6, al igual que sus altos niveles en vitaminas del grupo B y C y algunos flavonoides, favoreciendo los procesos de digestión, la protección del corazón y un mantenimiento favorable de las articulaciones, al igual que del sistema nervioso.

Cabe destacar que las proteínas vegetales son ricas en dos minerales concretos: el magnesio y el calcio, claves en el mantenimiento y fortalecimiento de los huesos y el buen funcionamiento del sistema nervioso. Además, uno de sus puntos más llamativos es que ayuda a la producción de serotonina, favoreciendo de esta forma un buen estado de ánimo y también el apetito.

El sistema cardiovascular, la digestión y el sistema nervioso son los principales beneficiarios de la ingesta de las proteínas vegetales, igual de importante que las animales y con unos niveles de grasa mucho más bajos. La combinación de ambas es clave para llevar una vida sana llena de las vitaminas, minerales y el resto de nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.