Cómo hacer croquetas en una freidora sin aceite: muy ricas y más saludables

  • Una freidora de aire rebaja aproximadamente un 70% del aceite que requiere una freidora tradicional

  • También reduce las altísimas temperaturas a las que se enfrentan los alimentos al sumergirlos en aceite

  • Las croquetas en una freidora de aire salen bien ricas y mucho más saludables

Los españoles somos unos croqueteros. Andamos siempre recomendando lugares donde se te saltan las lágrimas al probar una croqueta o recordando con nostalgia las de nuestras madres y abuelas. En Uppers también nos hemos atrevido con distintas recetas, pero como somos conscientes de que la dieta es un pilar fundamental de nuestra salud, no queremos abusar de ellas por eso de ser un alimento frito en vez de al horno o a la plancha. Una posible solución es cocinarlas en una freidora de aire así que vamos a explicar el funcionamiento básico de este pequeño electrodoméstico y cómo freír croquetas en una freidora de aire.

Pros y contras de las freidoras de aire

La ventaja de las freidoras de aire es que los alimentos se cuecen o se fríen sin sumergirlos en aceite. A través de un sistema de circulación de aire caliente se produce el cocinado hasta que se doran y se vuelven crujientes de forma parecida a la fritura convencional. Son como un pequeño horno de convección.

La desventaja es que el sabor y el crujiente en boca nunca será el mismo, pero a cambio nos estaremos ahorrando la ingesta de un exceso de colesterol y triglicéridos, así como el consumo de mayor cantidad de calorías que se van a transformar en grasa corporal. De sobra conocido es que esa fritura de los alimentos favorece el sobrepeso y desencadena problemas cardiovasculares, entre otras enfermedades.

La realidad es que una freidora de aire reduce aproximadamente un 70% del aceite que requiere una freidora tradicional y rebaja esas altas temperaturas asociadas a las frituras de entre 150 y 200 ºC. Tal calor es el que genera la oxidación del alimento y una probable acumulación de sustancias nocivas para el cuerpo.

Sin embargo, para imitar ese dorado y ese crujiente apetitoso tan atractivo que se logra con el aceite es necesario aumentar el tiempo de cocción en las freidoras de aire. De este modo también pueden aparecer acrilamidas, las sustancias químicas y nocivas que el almidón de los alimentos genera ante temperaturas elevadas y baja humedad. Cuanto más dorado mayor nivel de toxicidad. Como dato: la acrilamida está asociada a problemas en el sistema nervioso, tumores o cáncer, entre otras repercusiones.

Otro problema es lo que se fríe. La idea sería utilizar estas freidoras de aire de forma esporádica para quitarnos el antojo de unas croquetas o preparar unas delicias de pollo empanadas caseras. Es decir, de poco serviría guardar la freidora de aceite para utilizar la de aire a diario y cocinar todos esos alimentos procesados y ultraprocesados cargados de sal y grasas nocivas que sabemos perfectamente que no aportan nada bueno al organismo. Por tanto, su utilización no garantiza la dieta sana que necesitamos.

Cómo freír croquetas en una freidora de aire

Todo esto no quita que de vez en cuando decidamos preparar una besamel con los ingredientes favoritos: jamón, pollo, carne, gambas, huevo… para formar después unas deliciosas croquetas y freírlas en una freidora de aire.

Cada uno de estos pequeños electrodomésticos tendrá sus tiempos y temperaturas, pero los pasos para freír las croquetas serán prácticamente los mismos.

  1. Precalentar la freidora de aire a 200º durante 5 minutos.
  2. Con una brocha de cocina pintar las croquetas ya empanadas con un poco de AOVE. Es necesario dar vueltas a cada croqueta y pintarla en su totalidad.
  3. Introducir las croquetas en la cesta de la freidora de aire. El número de unidades dependerá del tamaño de la cesta, pero deben estar separadas unas de otras.
  4. Programar la freidora a 200º durante 8 minutos.
  5. Abrir la freidora para voltear las croquetas.
  6. Volver a programar también a 200º otros 3 minutos o hasta que adquieran una tonalidad dorada suave.

El último paso es comerlas con una ensalada verde y tomate en gajos aliñada con un poco de sal, vinagre y AOVE para que el menú sea completo y más saludable.