¿Por qué España es el país del mundo en el que se consume más cerveza sin alcohol?

  • La cerveza sin alcohol mantiene todos sus nutrientes pero ha rebajado las calorías a la mitad

  • Su éxito radica en el sabor, la temperatura o las costumbres españolas, muy distintas a las europeas

  • Sus campañas publicitarias también han sido muy acertadas

Salir de cañas con los amigos es un ritual. Implica ponerse al día, charlar, reírse y olvidarse de los agobios del día a día, pero no emborracharse. Sobre todo para el que conduce, espera un bebé, toma medicación o simplemente no consume alcohol. Esa es la ventaja; que cualquiera puede participar sin dejarse la salud por el camino. Te sorprendería saber cuál es el país que más consume cerveza sin alcohol. Porque, a pesar de nuestra fama, es España. Desde Uppers nos preguntamos por qué España es el país que más consume cerveza sin alcohol y las razones las encontramos cada semana, cuando la cerramos felizmente tomando unas cañas todo el equipo.

Cerveceros de España define esta bebida como el “alimento resultante de la fermentación, mediante levaduras seleccionadas, de un mosto cervecero elaborado a partir de materias primas naturales”. Las materias primas básicas son agua, cebada malteada y lúpulo. Básicamente, la esencia del proceso de fermentación de la cerveza no ha variado desde hace 4.000 años antes de Cristo cuando ya se preparaba en la antigua Mesopotamia o en Egipto. Es evidente que la tecnología actual permite comercializar la cerveza con infinidad de sabores y aromas y hasta le ha otorgado una identidad propia a la modalidad sin alcohol.

En España, fue la empresa La Zaragozana la que en 1976 presentó Ambar Sin, la primera sin graduación alcohólica y también la primera del mundo en comercializar una 0,0 para celiacos. Hoy todos los productores tienen sus propias marcas, muchas de ellas con elevadísimas ventas. La cerveza sin alcohol mantiene los nutrientes de la convencional, pero han rebajado a la mitad aproximadamente las calorías, dependiendo de su extracto seco primitivo o del grado alcohólico.

Alcanzar el éxito gracias al sabor

Según Cerveceros de España, somos el país con mayor producción de cerveza sin alcohol del mundo y también donde más se consume. La entidad apunta que el éxito aquí está en su sabor, que está muy conseguido y se acerca mucho al original. Incluso cuando hay un problema de adicción con la bebida, los profesionales sanitarios la desaconsejan porque se parece demasiado a la que tiene alcohol y podría ser un factor de riesgo para los pacientes.

Aquellas personas que por motivos de salud han empezado a consumirla se suman a sus seguidores de siempre en cuanto a que su sabor les gusta realmente y añaden que no la cambiarían por un refresco y el azúcar añadido que conlleva.

Junto al sabor característico que aporta cada marca, que se ha ido perfeccionando a lo largo de los años, la temperatura también juega a su favor. En España, la cerveza se consume muy fría, en comparación con muchos países europeos. El frío, según los expertos, ayuda a preservar sus cualidades organolépticas y su sabor, aunque no tenga alcohol.

Por otra parte, las cervezas españolas, por norma general, tienen una graduación cerca de los 4º que es inferior a la de las europeas, lo que también ha sido otra ventaja para el despegue de las variedades sin alcohol. Los expertos hacen una puntualización al respecto; cuanto mayor graduación tiene una bebida, la dificultad para lograr un buen sabor, tras quitar el alcohol, se incrementa.

Las costumbres españolas son otra circunstancia beneficiosa ya que la cerveza forma parte del aperitivo antes de las comidas y las cenas. En ese momento del día sus seguidores buscan su sabor amargo más que el gusto a alcohol, que casi es imperceptible en cualquier tipo convencional.

Campañas publicitarias acertadas

Otro aspecto que ha acompañado al crecimiento de las variedades “sin” fueron las campañas de concienciación sobre las consecuencias de conducir tras beber alcohol y la prudencia al volante. Aquel eslogan de “Si bebes no conduzcas” ayudó a incrementar las ventas.

En un principio, cada marca de cervezas lanzó su propia variedad sin alcohol intentando desvincularla de la casa matriz, pero con el paso de los años los cerveceros las han ido devolviendo a sus raíces. Empezaron a publicitarse en el ámbito del deporte y a patrocinar sus eventos y a los deportistas. De la misma forma, al canal de restauración llegaron los barriles a presión igualando en temperatura y formatos a las variedades tradicionales. Todo ello terminó de lanzarlas al estrellato.

Dos producciones distintas: la 'sin' y la 0,0

Con respecto a la fabricación, los maestros cerveceros explican que es imposible eliminar el alcohol de la mezcla sin que afecte al sabor del producto final. Cuando se deja de sentir dicho alcohol comienzan a aflorar otros nuevos aromas que antes no se captaban.

Primero se lanzaron las cervezas sin alcohol clásicas con apenas un 0,1% y después llegaron las 0,0 que no tienen graduación. Son dos procesos distintos de producción. El primero es una fermentación corta por lo que casi no se genera alcohol y esos aromas adicionales se resienten. El segundo proceso del 0,0 consiste en eliminar el alcohol una vez concluida la fermentación lo que igualmente altera su aroma original porque implica un proceso muy complejo. La inversión en investigación por parte de los fabricantes ha dado sus frutos porque las cervezas sin alcohol han abierto su hueco en el mercado y aumenta su ritmo de crecimiento año tras año.

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