Te guste como te guste: cinco pasos para conseguir el gin tonic perfecto

  • Un gin tonic no solo es servirlo, es cómo se hace, la copa, o el nivel de frío el que le da una buena calidad para la mejor experiencia en el paladar

El verano se acerca, las temperaturas ya son suaves, los días largos, las horas de sol nos permiten tener mayor luminosidad en casa y las terrazas pronto volverán a estar llenas, tanto las de los bares como las de los hogares. Porque aquellos que tienen el privilegio de tener una saben que la primavera y el verano es el momento de sacarle el máximo partido. Leer un libro mientras coges sol, una barbacoa con amigos y, por supuesto, tomar algunas copas con ellos. Un gin tonic fresquito en la mejor compañía sabe a gloria. Pero más allá de tus gustos sobre la marca o las especias que le añades, ¿sabes si estás haciendo correctamente tu gin tonic?

No nos vamos a engañar, un buen gin tonic no es solo ginebra y tónica, hay que saber prepararlo, darle el toque perfecto. Y para ello no creas que necesitas más de lo que tienes, solo debes saber emplearlo correctamente para mejorar tu receta y dejar sorprendidos a tus amigos, que pensarán que has hecho un curso de coctelería y ahora eres todo un experto.

El primer paso: el vaso

El primer gran error se puede cometer sin haber sacado la botella de ginebra. El vaso en el que se toma el gin tonic es importantísimo, no vale cualquiera. Se suele servir en muchas ocasiones en un vaso de tubo porque es el que más a mano tenemos, pero su capacidad es muy limitada, solo con el hielo se ocupa gran parte del vaso. Además, al tener que cogerlo con la mano entera, la bebida se calienta antes, por no hablar de su borde estrecho, que no te permite inhalar sus aromas.

Por eso, lo mejor es una copa de balón, pues su capacidad es mucho mayor y las proporciones se pueden repartir mejor. Su boca es ancha, por lo que puedes oler perfectamente su esencia, además que la forma de coger la copa es mucho más elegante y permite que no se caliente la bebida.

El frío, un detalle importante

Solemos elegir cualquier hielo, pero su calidad es importante para guardar el sabor del gin tonic, pues uno cualquiera tiende a derretirse rápidamente, por lo que la bebida queda totalmente aguada, perdiendo todos sus matices. Por eso es importante que sean piedras de hielo grandes y duras y que a ser posible haya pasado el menor tiempo posible en el congelador de casa, pues podría haberse impregnado de olores de comida que guardamos. Unas tres piedras de hielo serán perfectas para enfriar la copa y permitirte beber sin ningún problema.

La ginebra

Hay muchos tipos, unas más clásicas y otras con distintos sabores más especiados o afrutados. Todo depende del sabor que busques y el tipo de gin tonic que quieras. Pero tras elegir nuestro favorito, debemos tener cuidado con la cantidad. Se suele tender a echar bastante, pero lo cierto es que la medida perfecta está sobre los 5 centilitros de ginebra, más o menos un vaso de chupito. No estará demasiado fuerte y así podrás tomarlo con tranquilidad, saboreando todos sus detalles.

La tónica

Lo primero que se debe saber es que la tónica debe estar fría, a partir de ahí todo es cuestión de gustos personales. Las hay aromatizadas, pero se corre el riesgo de perder en el paladar el sabor de la ginebra, por eso muchos eligen las tónicas más convencionales, esas que dan un toque amargo y cítrico al gin tonic. Luego solo queda verterla, hay quien utiliza una cucharilla, pero también puedes hacerlo suavemente, para que la ginebra y la tónica se mezclen poco a poco sin tener que remover luego la bebida, ya que se perdería el gas.

El remate final

Ahora solo queda el toque final antes de beberte tu gin tonic: aromatizarlo. Si lo que buscas es potenciar ese sabor cítrico, nada mejor que añadir un poco de piel de limón a tu copa, que dará mucha más fuerza a ese aroma. Aún así, ya sabes que esto va en cuestión de gustos personales, por lo que también puedes darle un toque distinto con hierbas o bayas aromáticas, como el cardamomo o el jengibre. No te pases con su uso, con un poquito es suficiente, y por lo general no se suelen usar más de dos, pues podría relegar a la ginebra a un segundo plano, y no queremos eso.

Ya ves que hacer un buen gin tonic tampoco cuesta tanto, solo hay que seguir los pasos correctamente y utilizar productos de calidad. Solo te queda disfrutar este verano en tu terraza de un buen gin tonic mientras te relajas al sol.