DOP, un término muy presente: ¿qué es una Denominación de Origen Protegida?

  • Un producto agrícola o alimenticio o un vino con Denominación de Origen Protegida goza de una reputación vinculada al territorio donde se produce

  • Implica que cumple unos estándares de calidad superiores a los exigidos al resto de productos similares

  • La DOP es el nombre de una región, de un lugar concreto o incluso podría abarcar un país

Muchos productos agrícolas o alimenticios y vinos destacan sobre otros de su misma tipología. El consumidor tiene conocimiento de ello porque en su etiqueta destaca que forma parte de una Denominación de Origen Protegida (DOP). Desde Uppers vamos a explicar precisamente qué es la Denominación de Origen Protegida, por qué es necesaria esta distinción y para qué sirve la Denominación de Origen.

De cara a los clientes, se trata de un sello de calidad que otorga el Ministerio de Agricultura establecido por la Unión Europea; significa que el producto está asociado a una zona geográfica concreta y garantiza unos estándares de calidad determinados según una normativa. De cara a los productores, el que sus productos muestren ese sello implica que cumplen unos requisitos que son superiores a los exigidos para el resto de los productos.

Por tanto, la DOP es el nombre de una región, de un lugar concreto o incluso podría abarcar un país, y como hemos apuntado designa un producto agrícola, un producto alimenticio o un vino.

Requisitos de la DOP

En cuanto a los requisitos, son los que nombramos a continuación y han de cumplirse todos ellos:

  • Que el producto sea de esa región, lugar o país.
  • Que alcance un estándar de calidad o características que exclusivamente se cumplen por pertenecer a ese ámbito geográfico con unos factores naturales y humanos implicados.
  • Que se produce, transforma o elabora en dicha zona o lugar geográfico delimitado o país.

En definitiva, cada producto es identificado con el nombre del lugar en el que se produce. Algunos ejemplos son: DOP Avellana de Reus; DOP Arroz de Valencia; DOP Rueda; DOP Jabugo; DOP Cabrales, etcétera.

Es decir, estos productos proceden de una región específica, tienen unas cualidades concretas y además gozan de una reputación que está vinculada al territorio donde se producen. La regulación y la vigilancia del cumplimiento de las normas, en base a las cuales se presentan en el mercado con su sello de DOP, corren a cargo de un organismo público.

En realidad, es un modo de proteger esos productos y esos vinos que se producen, transforman, elaboran o envasan en unas zonas muy concretas. Lo principal es que han conseguido protegerse y diferenciarse de otros. Estos otros son casi idénticos o similares, pero en sus etapas del proceso de elaboración original han introducido por ejemplo técnicas de industrialización para obtener más unidades y que el consumo pueda ser masivo. Con este objetivo de alcanzar un consumo masivo también se pueden haber sustituido ciertas materias primas por otras parecidas.

La DOP además conlleva implícita una protección en cuanto a los derechos de propiedad intelectual de la UE. Así, los nombres registrados están jurídicamente protegidos contra imitaciones y abusos dentro de Europa y en otros países en los que exista un acuerdo específico