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Llega el buen tiempo y nos da terror el bañador. En realidad, tal como reclaman los nutricionistas, es una prioridad dejar de preocuparnos por la imagen física y empezar a cuidarnos de verdad con una alimentación y unos hábitos saludables. Tampoco dejan de avisarnos de los peligros de las dietas milagro. Últimamente, se ha puesto de moda la dieta SirtFood, porque la abandera el actor Daniel Craig y, hace no mucho, hacía gala de haber perdido peso y de encontrarse muy bien gracias a ella la cantante Adele, entre otros. En Uppers queríamos investigar qué es la dieta SirtFood y qué se puede comer en la dieta SirtFood. Sobre todo, si es buena para nuestro organismo.
Todo empezó con dos médicos británicos, Aidan Goggins y Glen Matten, que publicaron el libro The SirtFood Diet. Sus premisas: es posible comer, perder peso, no sentir hambre, adelgazar siete libras (3 kilos) en siete días y además conservar la masa muscular. También anunciaron que se logra mejorar la función de la memoria y el control de los niveles de azúcar en sangre, además de disminuir el riesgo de enfermedades crónicas y frenar el envejecimiento.
Ambos médicos están especializados en farmacia nutricional y detallan que la clave está en los polifenoles que se encuentran en los alimentos vegetales. Según sus investigaciones, la dieta de las poblaciones más delgadas, saludables y longevas del mundo tienen en común que son muy ricas en estos nutrientes. Aidan Goggins y Glen Matten apuestan por el consumo de un grupo en concreto de alimentos de este tipo que son los que muestran los niveles más altos de polifenoles, ya que son los que activan la producción de las enzimas sirtuínas.
Según declaran, el consumo de una dieta rica en los alimentos “SirtFoods” logra la pérdida de peso en una semana y mantiene la masa muscular. También destacan que las personas que siguen sus consejos “se sienten muy bien, rebosan de energía, duermen mejor y han notado una mejoría en la piel”. Incluso, aseguran que seguir esta dieta mediterránea rica en alimentos “Sirt” a largo plazo “reduce drásticamente el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad y muerte prematura”.
Estos alimentos activan la producción de las enzimas sirtuínas, que ejercen en el cuerpo un efecto similar al del ayuno o al del ejercicio, reduciendo parte de la inflamación. En concreto, estimulan el SIRT1, el gen que codifica estas proteínas, que a su vez tienen un efecto antiinflamatorio y de mejora metabólica en situaciones de obesidad e intolerancia a la glucosa. También la relacionan con el retraso del envejecimiento y la longevidad. La teoría en la que se basa la dieta dice que hay distintos compuestos en los alimentos que activan la producción de estas enzimas.
En España, la Universidad de Navarra ha llevado a cabo diversas investigaciones sobre cómo la restricción calórica activa el gen SIRT1 en personas obesas, provocando la pérdida de peso y disminuyendo el estrés oxidativo. Ahora se está estudiando si se puede inducir esa activación con alimentos, en lugar de con una restricción calórica. Sin embargo, todavía no hay resultados concluyentes.
Goggins y Matten proponen una serie de recetas a base de plantas ricas en polifenoles y otros alimentos que activan la producción de las enzimas sirtuínas. Esta es la lista de los principales ingredientes de la dieta SirtFood.
Los platos estrella de la Dieta Sirtfood son los “bocados” y los batidos verdes. Los primeros son unas “trufas” para comer entre horas y se preparan en casa con nueces, chocolate negro al 85 por ciento, dátiles sin hueso, cacao en polvo, cúrcuma molida, AOVE y vainilla. Los batidos verdes incluyen col rizada, perejil, apio, manzana verde, jengibre, limón y té matcha.
Los platos principales consisten en una proteína como el salmón, el bacalao, las gambas o el pollo cocinadas con la mayoría de los ingredientes citados.
En principio, parece que todos estos alimentos son muy saludables y podrían componer una buena dieta. No obstante, no es equilibrada en absoluto; restringe el consumo de muchos otros alimentos que forman parte de la dieta mediterránea, como las legumbres y el resto de las numerosas variedades de frutas, verduras, proteínas e hidratos de carbono, que también son necesarias para el organismo.
En definitiva, se propone una lista de alimentos que sí son saludables, pero no enseña a comer. Esto genera, principalmente, un efecto rebote y es que en cuanto se abandona la dieta, como no se ha cambiado el hábito, cada persona vuelve a alimentarse mal; recupera rápidamente los kilos perdidos y gana muchos más. Tal como aconsejan siempre los nutricionistas hay que comer bien, variado y sano.