No haber cocinado nunca ya no es problema: recetas fáciles y equilibradas para esta cuarentena

  • Aprovechar la cuarentena para ponerse manos en la masa es una buena manera de adentrarse en el mundo de la cocina

La cocina sigue siendo una asignatura pendiente para muchos, sobre todo los platos más caseros, los del día a día. Se dice que la cocina debería ser una asignatura en la escuela y puede que no sea mala idea. Durante el comienzo de la cuarentena se puede sobrevivir a base comidas precocinados y pedidos a domicilio, pero todo tiene un límite. Por eso, qué mejor que este encierro obligado para que empecemos a cocinar por nuestra cuenta, estableciendo unas rutinas que además nos ocupen algo de tiempo.

Si preguntas a tu madre o a tu abuela cómo aprendieron a cocinar seguro que te responderán “cocinando”. Y es que es un poco como montar en bici, se perfecciona con la práctica y ya nunca se olvida. Antiguamente se aprendía en casa, ayudando desde pequeños, pero nunca es tarde para empezar.

Con las nociones esenciales es fácil aprender a dominar las recetas básicas. Todo son ventajas: aprenderás a disfrutar de la cocina, descubrirás nuevos sabores y podrás improvisar tus propias recetas. Te darás cuenta de que todo sabe mucho mejor si lo has cocinado tú mismo, incluso podrás presumir de dotes de cocinillas delante de los amigos cuando podamos salir de casa. No te obsesiones por seguir todas las recetas a pies juntillas, la cocina más básica admite variaciones y puedes adaptar las recetas a tu gusto.

Para aquellos que nunca han metido las manos en la masa, la cocina parece un muro infranqueable, pero con una dosis de interés, algo de paciencia y nuestros consejos, el reto de aprender a cocinar es pan comido. Una vez dominadas las técnicas y pasos básicos, no te costará nada aumentar poco a poco tu recetario.

Recetas básicas y saludables

Ensalada de pasta: hervimos un litro y medio de agua con sal y un chorrito de aceite. Cuando comienza a hervir se añade la pasta y se deja a fuego medio durante 10 minutos. Al terminar, se escurren y se pasan por agua fría. En otro recipiente picamos todos los ingredientes que queramos añadir a la ensalada, como huevo cocido, aceitunas, atún, espárragos blancos, maíz…

Crema de calabacín: se pelan dos zanahorias, dos puerros y tres calabacines y se cuece todo durante unos quince minutos en agua hirviendo con sal. Después, se trituran las verduras con la batidora y se echa un chorrito de nata o un par de quesitos de calabacín.

Lasaña de atún: en una sartén con dos cucharadas de aceite rehogamos la cebolla bien picada y dos dientes de ajo cortados muy finos. Cuando esté dorada añadimos cuatro latas de atún bien escurridas y removemos durante un par de minutos. Después añadimos una taza de tomate frito. A continuación se colocan en una bandeja de horno las placas de lasaña precocida, cubrimos con la mezcla de atún, otra capa de placas de lasaña y bechamel. Pueden hacerse tantas capas como se deseen, siempre y cuando se acabe con placas de lasaña bien recubiertas de bechamel y algo de queso para gratinar.

Pollo al limón: en una cacerola grande y plana se pone un chorrito de aceite y se doran cuatro muslos de pollo. A continuación se añade una cabeza de ajos y tres rodajas de limón sin pelar. Se añade sal y se deja cocer a fuego lento durante media hora.

Merluza en salsa verde: en una cazuela se echan cuatro cucharadas de aceite de oliva y cuatro ajos picados. Antes de que tomen color se echa una cucharilla de harina y se rehoga. Se añade sal y medio vaso de vino blanco. Colocamos las rodajas de merluza y se dejan cocer unos tres minutos por cada lado. Se añade perejil al gusto para dar el color verde.

Sándwich de guacamole y bacalao ahumado: Prepara el guacamole con un aguacate, sal, zumo de limón, cebolleta, tomate, cilantro y aceite de oliva. Rellenamos los sándwiches con el guacamole, colocamos encima una hoja de lechuga y cubrimos con bacalao ahumado. Antes de servir, cortamos cada sándwich de guacamole y bacalao ahumado en 4 triángulos y los atravesamos con un pincho de brocheta.

Empanadillas caseras: Pelamos y picamos 2 huevos duros. Troceamos las aceitunas e introducimos todo en un amplio bol. Desmigamos el atún sobre el mismo bol. Agregamos el tomate frito y mezclamos el conjunto. Colocamos un poco de relleno en el interior de las obleas y las cerramos con ayuda de un tenedor. Freímos las empanadillas o las metemos en el horno. Ideal para acompañar con ensaladas.

Arroz a la cubana: Hervimos arroz, freímos los plátanos y los huevos fritos. Emplatamos todo con salsa de tomate por encima como acompañamiento y a disfrutar.

Manzanas asadas: Lavamos y secamos las manzanas, las descorazonamos y hacemos un corte fino en la piel para que al asar, la manzana no se rompa. Colocamos las manzanas en una fuente de horno y la rellenamos con el azúcar moreno, colocamos una corteza de canela y disponemos un poco de miel a su alrededor. Añadimos agua en el fondo de la fuente ( ½ cm de alto, aproximadamente) y en ese agua, añadimos una pizca de canela en polvo, unos granos de anís (al gusto) y la confitura de frutos rojos. Horneamos a 150ºC durante unos 15-20 minutos, vigilando que no se hagan antes y la pulpa de la manzana se rompa. Dejamos enfriar las manzanas asadas y decoramos con una hojita de hierbabuena y ya tenemos el postre.