El 'bizcocho MacGyver': cómo sustituir la harina o levadura, si no hay en el súper, por otros alimentos

  • El bicarbonato se puede convertir en tu mejor aliado ante la falta de levadura en los mercados

  • El consumo de harina se ha disparado un 196% respecto a la semana pasada, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Ir al supermercado estos días y conseguir un paquete harina es toda una proeza. De la levadura ya ni hablamos. Se acerca el fin de semana y el mejor plan, después del vermut con unas patatitas fritas, es meterte en la cocina a preparar un bizcocho, tarta, galletas o sucedáneo. Ahora a todos nos encanta cocinar. Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo de harina se ha disparado hasta un 196% con respecto a hace una semana y eso en los mercados se nota. Si eres de los que tienes en casa niños, nietos o simplemente te quieres endulzar el sábado y domingo te proponemos alternativas para poder hacer pasteles sin harina ni levadura y que sepan igual.

Bicarbonato: tu mejor aliado

Probablemente tengas un paquete en casa. Sueles echar mano de ello después de una de esas comidas pesadas de domingo. De una buena fabada o quizá de esa ansiada barbacoa que prepararemos cuando todo esto pase. Rebusca en tu caja de medicinas y pásalo al armario de la cocina. El bicarbonato es un sustituto estupendo de la levadura cuando se trata de preparaciones que necesitan horno.

Se trata de un ingrediente alcalino que se activa con los ácidos como puede ser el limón o el suero de la mantequilla. El resultado será una masa con agujeros de aire un poco más grandes y un poco menos dorada al salir del horno pero con un sabor y textura similar.

Eso sí, debemos tener en cuenta dos cosas. Por un lado que el bicarbonato tiene mas poder que la levadura a la hora de aumentar las masas, por lo que habrá que echar un cuarto de cucharadita de postre por cada taza de harina (120 gramos). Por otro lado, debemos tener presente que este truco no sirve si queremos hacer masas que requieran fermentación previa, como el pan, ya que el bicarbonato sódico empieza a actuar en cuanto se humedece y pierde su poder si no se introduce rápidamente en el horno.

Y sin harina… ¿qué?

En este caso las opciones son muchas y variadas. La más sencilla es sustituir la harina de trigo por cualquiera que haya en el mercado: maíz, espelta, integral... Pero quizá si eres nuevo en esto de preparar dulces la que más te sorprenda sea las legumbres en conserva. Como lo oyes, los botes de garbanzos o judías blancas cocidas, son, por ejemplo, una alternativa a este producto que, visto lo visto, escasea. En algunos supermercados puedes encontrar harinas de legumbres preparadas pero si no servirá con que las tritures cocidas.

Además, son una buena fuente de proteínas, mucho más que cualquier harina refinada, y no tienen gluten. La cantidad que debes usar de este producto es la misma que de harina convencional y la textura esponjosa, además, no la perderás.

Otra opción son los copos de avena, que una vez triturados se convierten en una harina estupenda para preparar galletas, magdalenas o bizcochos. Eso sí, debes tener en cuenta que este producto es un poco más dulce que el resto de harinas por lo que puedes reducir la cantidad de endulzante de tu preparación.

A la desesperada, si no encuentras ningún tipo de harina, tampoco legumbres ni avena, puedes optar por utilizar galletas trituradas y el resultado es espectacular. Pero mucho ojo al añadir azúcar, las galletas ya son dulces de por sí, así que lo ideal es que reduzcas la cantidad de endulzante a la mitad.