Cinco lugares consagrados al vermut: más de 30 variedades servidas con o sin sifón

  • Esta bebida se convierte en la protagonista de los aperitivos durante los fines de semana

Viernes por fin. Ha llegado el fin de semana y el momento de disfrutar de un buen vaso de vermut. Porque, ¿a quién no le gusta tomarse este aperitivo acompañado de unos encurtidos, unas patatas fritas o un buen embutido? Te proponemos un recorrido por cinco establecimientos que ofrecen más de 30 variedades de vermut para maridar tu fin de semana.

Senyor Vermut

En el Carrer de Provença, en Barcelona, se sitúa este pequeño espacio gastronómico dedicado, como su nombre indica, al vermut. Nada más entrar, entre sus barriles y mesas, encontramos ordenadas, una al lado de la otra, las 40 variedades que ofrecen de esta bebida. Un vaso del vermut de la casa, más que correcto, cuesta 1,80 euros, te da pistas sobre sus precios. Las paredes de esta taberna rústica están repletas de pizarras, en las que se puede leer su larga lista de tapas, guisos o latas. Patatas bravas, mini croquetas de setas, calamarcitos o su famosa bomba son solo algunos de sus platillos estrella, que congregan cada fin de semana a cientos de personas.

La hora del Vermut

Ochenta. Son los tipos de vermuts nacionales que ofrecen en sus dos establecimientos en Madrid. Uno en el Marcado de San Miguel, abierto desde hace una época, y el otro cerca del Retiro. Catarlos cuesta entre 2 y 6 euros, según sus características. Gildas, banderillas, y aceitunas con rellenos imposibles, son el acompañamiento perfecto para un aperitivo castizo. Además del tradicional vaso de vermut, ofrecen opciones más innovadoras con este producto a modo de cócteles de autor.

La vermutera

Con o sin sifón, este establecimiento de Sevilla ofrece 80 variedades de este vino infusionado. De grifo, de botella, casero o selección. Para acompañarlo, tapas marineras, quesos, guisos, gildas y conservas. Además, cada fin de semana organizan eventos y degustaciones que congregan a expertos y amantes alrededor de su barra. Siempre bajo el lema ‘la gente de categoría bebe vermut todos los días’.

Promenade

Por poco más de tres euros podrás degustar, en este local de Bilbao, más de 40 referencias de vermut. Su especialidad son los preparados. El ‘Petroni’, a base de albarino e Izarro y el ‘Negroni’, con Campari, Cinzano y ginebra, son para quitarse el sombrero. Su hora punta: la una y media de la tarde. Mini bocadillos, ensaladilla, anchoas con idiazábal y croquetas, son solo algunos de los acompañamientos que ofrecen en esta vermutería bilbaína.

Vermutería Chipén

De vuelta a la capital, en Chipén han decidido reinventar el arte del aperitivo. Con más de 40 referencias nacionales e internacionales, apuestan también por uno de producción propia, elaborado con más de 30 plantas aromáticas sin azúcar añadido. Para acompañar su carta, ofrecen desde embutidos, a latas, pasando por verduras cocinadas al momento y reinvenciones de platos clásicos de casquería. A caballo entre un local tradicional y uno moderno, se ha convertido en uno de los templos madrileños del vermut.