Norte, centro y sur: los bares donde los sumilleres van a beber vino por placer

  • El sumiller Carlos de la Guardia repasa sus templos secretos

¿Alguna vez te has preguntado donde van a beber los mejores sumilleres cuando no están trabajando? Un buen profesional del vino nunca deja de estar formándose, debe ser curioso, catar constantemente y buscar nuevas propuestas. Si eres aficionado al vino y te pica la curiosidad, no debes dejar de visitar estos 'templos del vino', es probable que te encuentres por allí a algún reconocido experto copa en mano.

Aquí va un viaje vinícola por gran parte del territorio nacional, con una primera selección de locales donde podrás probar y disfrutar vinos de diferentes zonas productoras nacionales e internacionales por copas. Y con algún consejo de qué pedir en según qué lugar. Palabra de sumiller.

Por el Norte: verde, azul y buen vino

Si estás por Galicia, en Santiago encontrarás de las mejores selecciones de vinos gallegos y del resto del mundo en Madia Leva Wine Bar. Miguel no te dejará indiferente con sus propuestas. Igual te encuentras entrenando y catando a ciegas a sumilleres.

En Vigo son obligados Malauva, donde Josiño te recomendará buenos Champagnes y vinos de Borgoña, y Taberna La Bastarda. En este último, Néstor tiene una oferta con 111 referencias por copas para todos los gustos.

Si continuamos por el Norte, en Oviedo debes parar en La Corte de Pelayo, donde Héctor Peláez cuida al máximo todos los detalles y ofrece a sus clientes la posibilidad de probar 200 referencias por copas, incluida una selección de vinos Asturianos.

En Cantabria imprescindible Cofiño, por los 'vinazos' que Raúl ha ido atesorando en este antiguo colmado familiar del pueblo de Caviedes, transformado en un templo del vino y el queso. Trato cercano y amable. Para quedarse a vivir. En el centro de Santander, está ubicada la bodega La Cigaleña, con decoración rústica y castellana. Andrés ha convertido este restaurante familiar en un museo del vino, con verdaderas joyas de coleccionista en sus vitrinas. ¿Lo mejor? Dejarse aconsejar por él, que se las sabe todas.

Por el Centro: variedad y hospitalidad

Bajando por Burgos no falla La Favorita, situado en un edificio histórico de la ciudad y con una amplia barra. Jorge, el sumiller, te acompañará a la bodega, donde puedes quedarte y elegir tú mismo el vino, que lleva marcado el precio. Suele ser muy ajustado, por cierto.

En Madrid, el local de encuentro para amantes del vino es Lavinia de Ortega y Gasset. Sus dispensadores automáticos con la selección de vinos de la semana, junto con los que tienen abiertos en la barra de arriba, permiten catar numerosas referencias tanto nacionales como internacionales. Y de todos los precios. Mónica y Daniel, supervisores de tienda, te irán orientando según tus gustos. Para ir sin prisa.

Otro templo en la capital es la Taberna Laredo: Miguel es un enamorado de los tintos de Borgoña, pero echa un ojo a su pizarra, que ocupa toda una pared del local, donde la oferta es amplia y potente. Si no, él te abre cualquier botella que te apetezca. Lugar de encuentro habitual de bodegueros y profesionales del sector.

Los hermanos Villalón regentan desde hace unos años otro clásico en el centro de la capital, Angelita Madrid. En la planta de arriba está David, puro conocimiento, que se encarga de los vinos, incluida una cuidada selección de naturales y alternativos. La oferta es inmensa y variada. Merece la pena atender a la explicación de cada vino. Mario domina los destilados en la planta de abajo.

En el Sur: olivos, ventas y amigos

Si estás por Andalucía, entre Jaén y Granada, la parada es obligada en una Venta de Carretera situada en La Cerradura. Se llama Casa Antonio y te va a encantar. Allí estará Julián, uno de los sumilleres top de la comunidad, que te mostrará con gusto los 'tesoros' de su bodega, que crece día a día con vinos de aquí y de fuera. Una maravilla para hacer parada y fonda rodeado de un mar de olivos.

En Granada el punto de encuentro de todo aquel que le guste el vino es sin duda La Tana. En este pequeño local (con mucha alma), regentado por Jesús y su hermana Luisa, sabes cuando entras pero no cuando sales. En sus vitrinas podrás ver verdaderas joyas líquidas con 100 puntos Parker reservadas por algún cliente, que volverá para abrirla próximamente con ellos. Una auténtica Catedral del vino. Ponerse en manos de Jesús es garantía de vivir una experiencia única. Imprescindible.

Y terminamos nuestro recorrido en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), en otro lugar de peregrinaje como es la Taberna der Guerrita, con más de 40 años de historia, donde Armando se ha convertido en un verdadero embajador de los vinos de la zona. Son famosas sus catas de verano en la trastienda, llamada 'La Sacristía'. Continuará…