Del año de cosecha a recomendaciones de maridaje: lo que dice de un vino la información de la etiqueta

  • Más allá de su nombre o bodega, las etiquetas de las botellas de vino ofrecen información clave para detectar la calidad del caldo

  • Si se sabe interpretar esa información puedes hacerte con grandes caldos para disfrutarlos al máximo en cualquier ocasión

Si eres consumidor asiduo de vino seguramente ya tienes tus preferencias con unos favoritos de los que nadie te puede sacar, aunque siempre estás dispuesto a catar nuevos caldos y probar sabores de lo más interesantes para tu paladar. Cuando tienes una cena especial o te toca hacer un regalo y tienes que elegir una botella de vino vas por los gustos y las recomendaciones que te han dado y fijándote en la etiqueta de las botellas, una etiqueta que es más que estética, es una gran fuente de información que puede hacer que te decidas por una botella u otra. ¿Sabes qué información se expone tanto en la etiqueta como en la contraetiqueta trasera? Atento a todo lo que dice sobre el caldo.

Bodega, denominación de origen o año de cosecha

La etiqueta delantera es la que más vemos, la más estética y la que más nos llama para hacernos con la botella. Si quieres desgranar bien todo lo que ese primer contacto visual dice del vino te contamos la información que trae. Lo principal es el nombre del vino por el que se lo reconoce, además de su denominación de origen o la zona en la que se ha producido el caldo, un valor que los más expertos siempre tienen muy en cuenta porque habla mucho de la calidad de la uva que se ha utilizado.

Como con cualquier bebida alcohólica también se establece el grado de alcohol que contiene así como la cantidad de vino que se encuentra en la botella, normalmente medida en centilitros. Por su parte también aparece la bodega o la embotelladora que se ha encargado de la producción y, como no, uno de los aspectos más importantes de cualquier vino: su año de cosecha. Aún así, las etiquetas no siempre son iguales y pueden ofrecer mucha más información, por ejemplo mencionar si es un gran reserva, reserva o un crianza o destacar la variedad de la uva.

Información adicional en la parte trasera

Pero aunque la delantera es la más vista, en la que nos fijamos para cada compra o cuando nos la traen en el restaurante lo cierto es que la etiqueta trasera también nos puede decir mucho del caldo que se encuentra en el interior de la botella y que estamos a punto de catar. Por ejemplo, además del código de barras, ahí se encuentra una de las informaciones obligatorias que deben contener siempre, que es la indicación de contenido en sulfitos.

En relación al resto de información que puedes encontrar en la parte trasera de la botella es muy habitual encontrar notas de cata para que tomarlo sea la mejor experiencia, así como ciertas recomendaciones en relación a la temperatura en la que se debe servir y su maridaje, esos alimentos con los que disfrutarás al 100% el caldo. También es frecuente ver en muchas botellas textos sobre ese vino que en ocasiones son más poéticos y otras veces se decantan por frases más originales o simpáticas, textos que pueden hablar mucho de la personalidad de ese vino.

Tanto la etiqueta delantera como la trasera se cuidan al máximo para que traigan la información que todo usuario necesita, pero al igual que se cuida el diseño de las botellas, también se hace con las etiquetas, la cara visible y la que da la primera impresión a cualquier posible consumidor, por lo que siempre intentan que en un principio entre por los ojos para que luego pueda ser catado.

Puede que hasta ahora no te hubieses percatado, pero la etiqueta hace que la botella entre por los ojos y te haga leer, al menos, la parte delantera de la etiqueta que está llena de información interesante que puede hacer que elijas esa botella por su denominación de origen o por su año de cosecha, uno de los datos más interesantes para medir la calidad del caldo que se ofrece dentro de la botella.