La fórmula matemática para despertarnos de buen humor

  • Según un estudio realizado entre 20.000 británicos, la hora ideal para despertarse son las 6.44 horas

  • El tiempo estimado para disfrutar de una buena jornada son 77 minutos distribuidos en ducha, ejercicio, desayuno y otras actividades matinales

  • La fórmula de la matemática francesa Anne-Marie Imafidon tiene el objetivo de predecir cómo será nuestra jornada

Decía una canción que "todo está en los libros". Pero los números no se quedan atrás. En las relaciones numéricas cabe el universo. El último ejemplo: la fórmula matemática para despertarse de buen humor y, lo mejor, tener una jornada tranquila. No es una broma. La científica Anne-Marie Imafidon ha creado una secuencia para que nunca nos levantemos con mal pie.

¿Cómo se ha encontrado la fórmula?

Aquí no hay intuiciones o magias. La fórmula surge como resultado de un estudio desarrollado con 20.000 adultos británicos sobre sus hábitos al despertarse y cómo se sienten a lo largo del día. Según este estudio, la hora ideal para despertarse son las 6.44, mientras que el momento óptimo para saltar de la cama son las 7.12.

El mismo estudio indica que lo mejor para asegurarse un buen día es hacer 21 minutos de ejercicio después de levantarnos, darse una ducha de diez minutos y dedicarle al desayuno un tiempo de 18 minutos.

Evidentemente, no todo el mundo puede adaptarse a estos tiempos. Las rutinas de cada uno se imponen. Quizá nuestras duchas sean más largas y desayunemos en menos tiempo. En cualquier caso, los responsables del estudio señalan que pueden hacerse algunos ajustes en cada etapa y lograr el mismo objetivo. La clave es no alcanzar y no sobrepasar los 77 minutos, exactamente una hora y 17 minutos, dedicadas a todas estas rutinas, aunque la distribución no sea exactamente la misma.

Más o menos de 37

Para saber si nuestra rutina actual nos predispone a un buen día, basta hacer los siguientes cálculos:

  • Sumemos los minutos de la ducha a los que hemos empleado haciendo ejercicio.
  • Después, hay que añadir el doble de minutos que hemos pasado desayunando.
  • A continuación, hay que dividir este total por la diferencia entre la hora en la que nos hemos levantado y las 7.12, la hora perfecta para levantarse.
  • A ese total , hay que añadirle los minutos pasados haciendo otra actividad, como la lectura o la meditación.

Si la cifra obtenida es mayor a 37, la mañana será agradable. En caso contrario... La teoría de esta fórmula aun no cuenta con aval científico, así que podemos seguir intentándolo o bien mantener nuestras rutinas.