Belén Rueda: "Quiero la energía de los 20 con la experiencia de los 57"

  • "Cuando cumples cierta edad, aprendes a compartir un poco de lo que te pasa por dentro", explica la actriz

  • "Operarme de la presbicia me ha cambiado la vida, en mi trabajo necesito ver bien"

  • Repasamos con ella cómo ha abordado los tiempos difíciles, sus rutinas de belleza, cómo lleva el paso de los años y hasta su operación de presbicia

Belén Rueda, habitual en las listas de las más elegantes, es madre de tres hijas, Belén, Lucía y María. Pasó seguramente por el peor momento de su vida con la pérdida de María siendo muy pequeña por un problema cardíaco. Seguir adelante no ha sido fácil y ha tenido que convivir con ello mientras tiraba de su familia. Años después, la actriz y su marido, Daniel Écija, se separaron. Con todo, odia que le digan "¡qué fuerte eres!" o le 'etiqueten' por sus relaciones sentimentales, las últimas con hombres de menor edad. "Solo sales en la portadas si sales con hombres más jóvenes", ha comentado. Repasamos con ella cómo ha abordado los tiempos difíciles, sus rutinas de belleza, cómo lleva el paso de los años y hasta su operación de presbicia.

Belén Rueda: "No soy tan fuerte"

En su vida ha pasado por momentos muy difíciles como la pérdida de su hija: "Te van pasando cosas muy buenas y cosas no tan buenas. Entonces en las cosas no tan buenas te dicen '¡Qué fuerte eres, qué valiente!'. Y te puedo decir que con esta edad estoy harta de que me digan que fuerte y que valiente porque parece que te pones el cartel y ya puedes con todo".

Para ella, un punto fundamental es buscar ayuda en los expertos: "Si te pasa algo grave o el duelo está durando más de lo normal, hay que ir al psicólogo. Es muy importante para comunicarte con los demás". Además, reconoce que en estos tiempos de tanta visibilidad, la sobreexposición juega en contra: "Con las redes, mostramos lo que nos gustaría ser que luego no eres. Los médicos están para ayudarte en todas las ramas, en la salud mental sobre todo".

A lo largo de estos años, ha aprendido a decir "necesito ayuda y no soy tan fuerte como para hacer esto sola, o lo sufro aunque no lo cuente porque no se lo cuentas a todo el mundo, pero tienes ahí tu cosa y sin embargo parece que tienes que seguir la vida normal como si no pasase nada".

¿Cómo lleva el paso del tiempo?

Es entonces cuando la experiencia de la edad es un plus: "Yo creo que cuando cumples cierta edad aprendes a compartir un poco más y a decir más que es lo que te pasa, porque hasta ese momento era madre, separada, con dos hijas, con un trabajo de horarios imposibles y al final dices 'puedo con todo'".

Sin pesar para nada en retirarse, hace balance de lo que le ha aportado madurez a su vida: "Hay muchas veces que me preguntan que si me gustaría tener veinte años y digo, hombre, con la energía de los veinte años, pero con la experiencia de los cincuenta y siete. Que no me quiten la experiencia de los cincuenta y siete porque pierdes hasta tu propia esencia, tu propia personalidad".

Su hija, también actriz

De la misma manera, quiere que Belén, la hija que ha seguido sus mismos pasos, tenga su propio camino. Aunque estaría encantada con volver a coincidir con ella en un rodaje, cree que no es el momento para que viva su propia experiencia: "Me encantaría. Pero tiene que hacer su camino. Cuando tienes un padre o una madre en el medio que tú estás empezando con un recorrido y una posición, puede ser complicado complicado porque se les exige que estén a ese nivel". Además, reflexiona: "Nosotros hemos llegado aquí porque hemos acertado mucho, pero también nos hemos equivocado".

Así se mantiene a los 57

Cuesta asegura que se cuida, pero no más que otras muchas personas: "Nuestra profesión es de cara al público, tienes que cuidarte, pero también un deportista tiene que entrenar. Si tú te lo tomas como algo que forma parte de tu vida, lo incorporas de una forma que no es exagerada".

Alimentación saludable y actividad física son dos de las rutinas que tiene implementadas a diario: "La rutina de la alimentación es importante porque hay que estar sano para aguantar tantas horas de rodaje". Además, como le ha pasado a otras muchas mujeres, recuerda que le fue difícil quitarse los kilos de más que cogió en el embarazo y cómo se quedan con una. Desde ese momento, decidió modificar sus hábitos alimentarios: "Si tienes que cambiar la mentalidad, parece que las dietas son un castigo. No se puede adelgazar en poco tiempo. Si lo tomas como un hábito al final disfrutas también con eso".

Rutina, rutina y rutina

Otra de ellas es el cuidarse la cara y más en su profesión. Tanto maquillaje pasa factura y una rutina facial es importante para evitar los signos de la edad: "Me desmaquillo sí o sí, llegue a la hora que llegue a casa. Es una rutina que tengo tan incorporada que tardo menos tiempo que el que lo piensa".

Cuando entra la obsesión por conseguir algo que no eres, llega el problema

Considera que el peligro está cuando uno se obsesiona: "Cuando entra la obsesión por conseguir algo que no eres, llega el problema. Es complicado si te metes esa presión para ser más delgada de lo que eres y la estructura de tu cuerpo no es un 'esparraguín'". Su consejo es reforzar los puntos fuertes: "Tienes que poner el foco en otra característica tuya que sea la que potencies".

La presbicia, fuera gafas

Por mucho que uno se cuide, la vista juega en contra del tiempo. Tomó la decisión hace algún tiempo de operarse de presbicia en la Clínica Baviera: "Es verdad que el mundo de las gafas para los personajes está muy bien, pero en la vida real estás continuamente buscando, dónde las he dejado, dónde no las he dejado. Y es verdad que, en nuestro trabajo, necesitas ver bien incluso cuando estás rodando".

La ganadora de un Goya calibra lo que pierdes en el día a día, cuando estás pegado a unas gafas: "No te das cuenta de las cosas que vas adaptando en la vida porque no ves bien y luego, llevamos nuestra oficina en la mano que es el móvil. Y aunque pongas la letra más grande, a veces, necesitas leer más rápido y con la letra grande parece que son más páginas. La verdad es que te vuelves a sentir como si tuvieses veinte años".