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Con el cambio de hora, luz cada vez más escasa y la llegada del invierno, perder energía y vitalidad está casi asegurado. Nos ponemos, casi sin querer, en 'modo hibernación' esperando a la primavera. ¿Y si imitáramos a los noruegos, habituados a los inviernos largos y profundos? Ellos son precisamente los creadores del koselig, una tendencia cargada de filosofía positiva. ¿De qué se trata, en realidad?
El koselig (pronunciado como 'kooshlee') está muy relacionado con el hygge y está asociado a lo confortable, lo cómodo y, en defintiva, todo lo relacionado con estar a gusto en nuestro entorno.
Ser koselig es adoptar una filosofía de vida en la que lo importante es fluir con el tiempo que nos toca vivir recuperando los placeres simples y cotidianos. La conexión con la naturaleza, en las que son importantes las salidas al exterior, aunque haga frío, bajo el solo de invierno, y disfrutar de las relaciones humanas, tanto con la familia como con los amigos, son las dos bases fundamentales del koselig.
El propósito del koselig es compartir pequeños instantes de placer mientras se ahuyenta la soledad. Y la soledad, para esta tendencia, está en quedarse viendo la televisión en casa, con la sola compañía de una bolsa de snacks. El ideal de la filosofía koselig es compartir las noches de invierno, frente a un fuego, jugando a cualquier juego que pueda unir a las generaciones.
El objetivo es crear un entorno confortable, dulce, acompañados de las personas por las que sentimos afecto, para pasar en armonía los largos meses de invierno. En la propuesta koselig también se incluye cocinar en familia o con amigos y llevar a nuestra casa esas 'islas de luz' con velas e iluminación tenue que nos ayude a 'envolver' las temperaturas frías.
La decoración juega un papel importante en el koselig, aunque todavía no existen manuales sobre cómo ponerlo en práctica. Se trata más bien de experimentar pequeños gestos eco. Como explica la decoradora de interior Anne Bizet, "el principio consiste en pensar y disponer todos aquellos objetos que nos ayudan a pasar el invierno lo más cómodamente posible".
¿Qué elementos nos ayudan a conseguirlo? Alfombras bien mullidas, cojines de tejidos 'amorosos' igualmente mullidos y muchas velas y lámparas de pie para obtener luces cálidas.
Las sillas y las mesas de comedor son muebles no muy apreciados en muchas casas. Siempre se ha dicho que el comedor clásico quitaba mucho espacio. En el koselig adquiere todo el protagonismo. "Esta tendencia pone en valor la amistad y el espíritu de familia, así que disponer de una buena mesa de comedor, mejor en madera, es prioritario", explica la decoradora.
La chimenea es otro clásico de la vida koselig. Un fuego rugiente a base de madera termina de redondear el ambiente, en el que tampoco faltarán plantas de gran tamaño que llevan la naturaleza al interior. El modo de vida koselig excluye todos los gadgets electrónicos que tienden a aislar a las personas. "Se trata, en definitiva, de crear un interior apetecible que nos invite a quedarnos en casa con los nuestros y también a salir a disfrutar de la belleza del paisaje invernal", concluye la interiorista.