El papel que jugó Adolfo Suárez en la relación de Bárbara Rey y Don Juan Carlos I: "Estaba asustada"

'El monarca y la vedette'. La historia de la relación entre Bárbara Rey y Juan Carlos I de Borbón es uno de los episodios más célebres y comentados de esa fascinante y compleja trama de presuntas aventuras amorosas que es la vida privada del hoy emérito. Un serial de verdades ocultas y secretos a voces que ha nutrido de chismes y habladurías a la crónica rosa española durante décadas. La propia María Margarita García García, nombre real de la actriz y presentadora, ha venido alimentado la rumorología con sus declaraciones ambiguas sobre sus idas y venidas con el monarca.

La historia de la vedette y el Rey emérito empieza en los inicios de la Transición y, de alguna forma, transcurriría en paralelo a esta, como si fuera un espejo o cara B de la misma. Es precisamente Adolfo Suárez, figura esencial en los inicios de nuestra democracia, quien juega también un papel fundamental en esa relación. En 1975 la vedette era una especie de musa de la UCD, liderada por Suárez. El político había sido director general de Radiodifusión y Televisión e impulsó el salto televisivo de Rey cuando Valerio Lazarov la llamó para presentar en TVE la gala de Nochevieja de 1975.

"Es de Totana y actriz, pero tiene mucha clase"

Un año más tarde, Bárbara ya estaba en boca de todo el mundo gracias a 'Palmarés', el programa de variedades que presentaba la noche de los sábados en la televisión pública. Para entonces Suárez ya era presidente del Gobierno y reinaba Juan Carlos I. El monarca vio a la vedette en la tele y quedó prendado de ella, de una forma similar a como le ocurriría muchos años después a su hijo Felipe VI cuando vio a Letizia Ortiz. Fue entonces cuando Suárez, muy conocedor de los gustos del rey, se la presentó: “Señor, os presento a una amiga, Bárbara Rey. Es de Totana y actriz, pero tiene mucha clase”, cuenta la periodista Pilar Eyre que dijo el entonces jefe del Ejecutivo. Por cierto, Bárbara ha negado recientemente que Suárez actuara de intermediario, asegurando que fue el propio monarca quien la contactó directamente.

Al parecer, el flechazo fue inmediato, sobre todo para Bárbara, que “cayó enamorada”, según Eyre. La vedette recordaba en 'Vanity Fair' cómo fue la primera vez que se vieron: "estaba emocionada y asustada. No tengo ni siquiera palabras para definirlo". Comenzaron a verse y a tener citas. Según los expertos, el monarca disfrutaba de un trato muy estrecho con todos los miembros de la familia de la actriz y era considerado como uno más. Su relación se prolongó durante 20 años. El rey salía en moto por la puerta de atrás de la Zarzuela para poder verla en el chalet de la calle Sextante.

"Sabíamos que no podía haber otra cosa"

De esta época procederían las famosas grabaciones comprometidas. Con los años entrarían en juego los servicios secretos, el CNI, empresarios y banqueros, todos interesados en el presunto material por diferentes razones. Al rey le llamaron la atención desde las "altas esferas" y en junio de 1994 daría por terminada la relación, aunque seguirían viéndose años más tarde. "Nosotros teníamos un pacto desde el principio, él tenía su vida, yo tenía la mía. Sabíamos que no podía haber otra cosa", confesaría años después la vedette, que aseguraba entonces que cuando se casó con Ángel Cristo en 1980 no volvió a ver al rey hasta que se separó del domador.

Rey  ha reconocido también que tuvo sentimientos de amor sinceros hacia don Juan Carlos. En cuanto a si fueron correspondidos, "yo creo que él a mí en un momento me tuvo mucho cariño. Si me quiso o no... Yo creo que en una temporada grande, sí. Pero claro, yo sabía que no podía aspirar a otra cosa".