Fuera prejuicios: ¿por fin vamos todos a hablar de la menopausia sin bajar la voz?

  • Hay vida más allá del climaterio y cada vez más mujeres poderosas y estupendas (y menopáusicas) asumen su condición, la proclaman, le quitan gravedad y hasta la convierten en un negocio rentable

  • En Instagram, florecen cuentas de coaches, médicos, psicólogas, artistas y profesionales de todo tipo con un objetivo común: visibilizar la menopausia para descargarla de prejuicios y connotaciones negativas

  • Marimer Pérez, ginecóloga y obstetra: "Las mujeres menopaúsicas somos más sabias, nos respetamos, hacemos lo que queremos, decimos la verdad y sabemos cuando alguien no la dice"

En el imaginario colectivo, la menopausia es algo peor que un tabú. Es invisible, algo pigmeo, ignorado y reducido a los sofocos, la ausencia de deseo sexual o las pérdidas de orina caricaturizadas por la publicidad. ¿Es realmente así? Como menopaúsica amiga de otras menopaúsicas, hay que admitir que algo de eso hay. Pero no es lo único. Afortunadamente, hay vida más allá del climaterio y cada vez más mujeres poderosas y estupendas (y menopáusicas) asumen su condición, la proclaman, le quitan gravedad y hasta la convierten en un negocio rentable.

Entre las primeras en hacer esta revolución, Gwyneth Paltrow con su web Goop, un festival de auto-cuidado femenino, y Naomi Watts, enfocada en formar e informar a las mujeres sobre lo que ocurre después de la regla y cómo transitar por ahí sin dramas con la revista 'Menopause matters' y la marca de productos cosméticos Stripes, formulada pensando en las necesidades de las mujeres maduras. Para que no haya dudas, su lema es "Del cuero cabelludo a la vagina". Son solo dos ejemplos lo suficientemente valiosos como para alumbrar un ecosistema diferente en el que no haya que cambiar el gesto o bajar la voz cuando hablemos de eso que ya no viene, con mayor o menor puntualidad, cada mes.

Las redes se alían

Si hay un entorno donde la velocidad de propagación de informaciones y hypes es similar a la de la luz, son las redes sociales. Ellas son el altavoz perfecto de iniciativas como las de Paltrow o Watts; junto a ellas, han florecido, especialmente en Instagram, cuentas de coaches, médicos, psicólogas y profesionales de todo tipo con un objetivo común: visibilizar la menopausia para descargarla de prejuicios y connotaciones negativas y convertirla, así, en un proceso natural, ni mejor ni peor que otros. ¿Por qué debería la fertilidad erigirse en el principal valor femenino cuando cada vez más mujeres no desean tener hijos? ¿Por qué debería ser la ausencia de fertilidad el principal atributo de la mujer madura?

Con estos mimbres, la coach Gabriella Espinosa ha creado una red en Instagram que une placer, menopausia y sexualidad, un trío, pese a las apariencias, bien avenido. En su cuenta personal, Espinosa comparte su experiencia, al tiempo que ofrece herramientas de bienestar, desde el Mindfulness y la meditación hasta el yoga, pilates o danza. Para hacer aún más contundente su comunidad, ha creado en My Menopause Story, una plataforma que quiere, textualmente, "informar, inspirar y elevar las historias que circulan sobre la menopausia".

Mientras tanto, en España...

Si bien en nuestro país, no hay actrices o figuras relevantes que abanderen la causa, exceptuando alguna que otra declaración que alude a la edad (por ejemplo, Loles León y las bondades del láser para resolver la sequedad vaginal), van surgiendo alguna que otra iniciativa desmitificadora. Lua Delgado, Andrea Proenza y Carol Benito son la cara visible de The Menopause Canvas, un proyecto artístico que muestra la experiencia de las mujeres que poco a poco van llegando a ella. A sus 23, 27 y 24 años, respectivamente, estas tres directoras de arte están lejos de llegar a esta etapa; sin embargo, han decidido rendir homenaje a la menopausia para dar voz a las historias que se esconden tras un cambio tan importante en la vida de las mujeres.

Además de ser el trabajo fin de máster de estas mujeres, la cuenta en IG de The Menopause Canvas está abierta a todas aquellas mujeres que necesitan hermanarse con otras compañeras que estén pasando por el mismo proceso en silencio. La necesidad de hablar y expresar lo que se siente en este momento de la vida es real y prueba de ello son las imágenes de las compresas que integran la cuenta. Cada una de ellas muestra la edad de su propietaria y el estado de su pulso vital.

Belleza, sabiduría y vitalidad

Menopausia y creación artística han seguido hasta ahora caminos divergentes. Pero si hay un campo donde la menopausia era innombrable es en el mundo de la belleza. Hasta hace muy pocos años, la industria beauty se ha preocupado más en ocultar los signos de la edad que en asumirlos, aunque las mujeres con más capacidad económica fueran precisamente las de mayor edad.

Hoy, el escenario es distinto: la cosmética está creando productos específicos para las mujeres menopaúsicas y los gurús de la belleza asumen sin problemas su condición. Una de ellas es Eva Villar, para quien la menopausia "no es el final de nada. Es solo un nuevo principio".

En este nuevo principio a que alude Eva Villar cuenta mucho el estado físico. La década de los 50 es particularmente delicada en el caso de las mujeres. La bajada de estrógenos y progesterona lleva a unos cuantos efectos indeseados, más allá de la estética: posible osteoporosis, ganancia de peso, problemas de sueño, molestias cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. La buena noticia es que cada vez más ginecólogos y ginecólogas quieren 'despatologizar' la menopausia e, incluso, prestarle atención en un campo médico polarizado hasta ahora por dos asuntos: embarazos o enfermedades.

Quizá ahí está la clave: la menopausia no es una enfermedad, sí una condición para la que hay que prepararse. La doctora Marimer Pérez, ginecóloga y obstetra, lo tiene claro. La menopausia es la llegada a la sabiduría: "Somos más sabias, nos respetamos, hacemos lo que queremos, decimos la verdad y sabemos cuando alguien no la dice", asegura desde su cuenta de Instagram. Con todos estos súper poderes, ¿qué prejuicio puede sostenerse?