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Más allá de los 50, sobre todo si eres hombre, los vaqueros no son una prioridad estilística. De hecho, es habitual que algunos de ellos sean, casi, una de las reliquias de tu armario. Al margen del cariño que le podamos tener a una prenda o de lo cómodo que nos sintamos con ella, lo cierto es que los vaqueros no son una prenda eterna, apta para todas las estaciones. "Los vaqueros no son para todo el año. Hay vaqueros de invierno y verano", confirma el asesor de imagen Roberto Sánchez, para quien, independientemente de la época del año, el vaquero puede jugar un papel interesante en cualquier estilismo, siempre y cuando tengamos el adecuado. ¿Cuál es ese vaquero ideal? Fíjate en estas variables.
"Debe ser la correcta para nosotros. Pero cuando digo la correcta no me refiero a que sea el número de talla que siempre hemos usado, sino que te lo pruebes y estés cómodo con él", explica el estilista. Para ello, hay que saber que el número de tallaje es solo una indicación.
"Olvídate del número, es solo una referencia y no importa si te queda mejor un número de talla menor o inferior, lo importante es que te sientas cómodo. A la hora de probarte también ten en cuenta que los pantalones vaqueros que mejor se adaptan a tu forma suelen tener elastano, por tanto cederán un poco con el paso del tiempo así que procura que se ajusten bien y que no te queden excesivamente holgados a la hora de comprarlos", señala el experto.
La forma del vaquero viene dada por el tipo de cintura y el ancho de pierna. Respecto a la cintura, lo primero es elegir si la queremos baja, media o alta, según nuestra fisonomía. "Los de cintura media-alta son perfectos si tienes un poco de tripa y quieres disimularla", explica este asesor de imagen.
Sobre la pernera o ancho de pierna, se pueden elegir entre muy ajustada ( skinny), slim ( ajustado), regular (recto) o relaxed (ancho). Lo más importante, insiste Roberto Sánchez, es probarse el vaquero al que le hemos echado el ojo. "Y por supuesto no olvidarnos de ajustar el bajo a nuestra altura, así que antes de probarlo debemos pasar por nuestro taller de arreglos y hacer los ajustes necesarios", advierte.
Piensa en el vaquero que tienes en el armario. ¿Cuánto tiempo hace que lo tienes? ¿Te lo pones en verano con calzado ligero y en invierno con botas, no? ¿Y si te dijéramos que hay vaqueros de verano y de invierno? "Con la llegada del buen tiempo, además de asegurarnos de que los vaqueros nos favorecen, también debemos tener en cuenta el calor veraniego y la comodidad", explica el autor de 'Tu mejor versión'. "Hay vaqueros más gruesos para invierno y más finos para el para el verano. Es importante que te sientas cómodo con la llegada del calor y para ello te recomiendo que guardes tus vaqueros de invierno y optes por un modelo de verano", señala el estilista.
El tejido será clave en este caso, además de otros detalles que suelen pasar inadvertidos. "Los vaqueros de verano tienen un tejido muy fresco y ligero, pero además si echas un vistazo a la etiqueta verás que pone 'Light-weight' o si vas a comprarlos en una tienda de vaqueros con esta referencia te van a facilitar los modelos de verano", según señala Roberto Sánchez.
Todos asociamos el vaquero con el color azul, el tono dénim por excelencia. En los últimos tiempos, se ven cada vez más pantalones negros o grises, pero si hay tono que nos lleva indefectiblemente al verano es el blanco. "El vaquero azul es el comodín de todos los armario, pero en verano no descartes la idea de tener un vaquero fino en color blanco. Combina con absolutamente todo: una camisa por dentro o por fuera, lisa o estampada, con una camiseta o con cualquier polo", afirma este asesor de imagen.
¿Por qué tenemos que tener un vaquero blanco (los hombres también) sí o sí en el armario? Se trata de una prenda versátil que construye looks desenfadados y también sofisticados. "Con un vaquero blanco puedes crear con él infinidad de looks tanto de día como de noche", concluye Roberto Sánchez.