Mucha luz y poco aire: ¿cómo cuidar la flor de pascua para que sobreviva en perfecto estado?

  • La flor de pascua es una planta navideña que por ciertas razones suele perderse en muchas casas a los pocos meses de tenerla

  • Si quieres que te dure hasta el próximo año es fundamental seguir una serie de cuidados específicos

Semanas después del fin de la Navidad vuelve la misma pregunta de siempre: cómo cuidar la flor de pascua. Cada año pones una en casa que llega preciosa hasta tu salón, pero poco a poco parece que va marchitándose, perdiendo hojas y también el rojo de estas. No sabemos qué pasa que cada año a finales de enero que prácticamente no queda rastro de nuestra flor de pascua, una planta procedente de México y otras zonas de Centroamérica. Es especialmente bella para decorar durante la época navideña, pero puede durarte mucho más si la cuidas como debes para que no se estropee.

Una planta de interior

Lo primero que debemos hacer es fijarnos bien cuando la compremos en que no tiene ningún tallo roto y que parece estar sana, pero una vez la tenemos debemos preparar un rincón de casa para ella. Y hablamos de casa porque la flor de pascua es una planta de interior. Sí, puede sobrevivir en el exterior, no hay duda, pero para ello debe estar en lugares azocados del viento y también de la lluvia para que sufra lo menos posible las adversidades del tiempo que podrían acabar con ella.

¿Y por qué necesita tal protección? Bien, la planta por excelencia de la Navidad no necesita demasiada agua para sobrevivir, pues su tierra siempre es mejor que esté más seca que húmeda, por lo que no hay que regarla con tanta frecuencia como se piensa en un principio. Quizá en verano sea la época de más riego, unas dos veces a la semana, dejando que la tierra se seque entre riego y riego.

La luz, principal para su supervivencia

La luz es otra de los factores que más influyen en su crecimiento y mantenimiento. Como prácticamente todas las plantas necesita una buena fuente luminosa, aunque siempre es mejor que no sea directa. Además de la luz, el ambiente en el que se mantiene es importante, con temperaturas que no superen los 20 grados pero que tampoco sean excesivamente frías, intentando no bajar de los 15 grados. Aunque ahora en invierno hay que tener cuidado con la calefacción que podría generar un ambiente más seco de la cuenta, haciendo que las hojas caigan más rápido.

Perder las hojas para renacer

Aún con estos cuidados es probable que en poco tiempo pierda sus hojas y su aspecto no sea ni parecido al que tenía a principios de enero. Pero poco a poco el frío irá dando paso a temperaturas más suaves y con ellas las primeras hojas verdes de la temporada que poco a poco se irán tiñendo de rojo para volver a ser el centro de mesa ideal para las próximas navidades. De todas formas ten cuidado con las corrientes de aire, ya que aunque haya un buen ambiente para la planta ese aire puede ser fatal.

Si decides trasplantarla, el momento en el que cae la última hoja es el mejor instante para hacerlo con una buena tierra que puedes abonar con un buen fertilizante para que pueda crecer fuerte durante la primavera y el verano para que en Navidad muestre sus hojas en todo su esplendor.

Ya ves que realmente la flor de pascua no cuenta con unos cuidados excesivos, pero sí que hay que tener especial cuidado con su riego, pues no requiere de demasiada agua, más bien debe tener la tierra seca y no se debe mantener muy húmeda. Los ambientes muy secos y las corrientes de aire pueden ser fatales por lo que el rincón de casa que escojas para ponerla será clave para que tu flor de pascua se mantenga espectacular un año después de haberla comprado.