A lo 'Pretty Woman': la sensación "agridulce" de volver a una tienda de ropa entre mamparas y con dependiente personalizado

  • Cristina, gaditana de 52 años, nos explica la paradoja de la ausencia de gente, la prudencia propia y el lujo de la atención personalizada

  • Las tiendas de ropa empiezan a levantar la persiana, pero nada será igual

  • En la fase 0 solo se puede ir con cita previa y en la 1 seguirán las medidas de seguridad intensas: te contamos cómo será ir de compras a partir de ahora

Con cita previa y atención personalizada. Cristina, una gaditana de 52 años, ha sido una de las primeras personas en inaugurar el nuevo modo de ir a comprar ropa. A puerta cerrada, con mamparas a pie de caja, cubierta con guantes y mascarilla y rodeada de dispensadores de gel hidroalcohólico y equipos de desinfección a cada paso. Cualquier cuidado es poco para protegerse, tanto clientes como trabajadores. Te contamos cómo será ir de compras a partir de ahora.

Su aventura comienza el viernes 8 de mayo a las 9,30 horas. Ese día Inditex abrió sus tiendas de menos de 400 metros cuadrados para clientes con cita previa, como primer paso para esa desescalada que irá completando en las próximas semanas. Cristina recibió una llamada del establecimiento que Massimo Dutti tiene en la calle Columela, en pleno casco histórico de Cádiz, para informarle de la apertura del centro y de la posibilidad de concertar una visita. Sin pensarlo dos veces, fijaron las 17:00 horas de esa misma tarde.

"La primera impresión extraña la tuve al salir en una franja horaria ajena a la que me correspondería por edad y permitida, sin embargo, por tener esa cita previa telefónica. La siguiente fue llegar a una tienda tan popular y tener que llamar para que me abran. Supongo que la sensación de encontrar ese espacio tan vacío y que te reciban personalmente asignándote una dependienta es similar a la de Julia Roberts en el papel de Vivian Ward cuando intenta comprar en el exclusivo Rodeo Drive de Beverly Hills", explica.

Sensación "agridulce"

Sin embargo, confiesa que se sintió "incómoda en esa disparatada y espontánea recreación de Pretty Woman. Ni el outfit -recordemos el complicadísimo modelito que lució la actriz para la ocasión- ni las circunstancias le acompañaban a la gaditana en su primera tarde de compras.

El silencio de esta mítica calle de tiendas, insignia de un turismo ahora incierto, y las condiciones que marcan la reapertura de los comercios provocan pocos motivos para lo que en otro tiempo habría sido un rato divertido. "El sabor -dice- es agridulce. Vemos que hay señales de vuelta a la vida en la ciudad, pero la apertura tiene que ser gradual si queremos que las calles recuperaren pronto su bullicio humano tan característico. Mientras, es importante que los clientes vayan reanudando la compra presencial".

Guantes y mascarillas

No le sorprendió que los dependientes la recibiesen con guantes y mascarilla. Ella también los llevaba y se limpió las manos antes de acceder a las instalaciones en un dispensador de gel automático dispuesto en la entrada. Dentro había una clienta más que, igual que ella, disponía de una hora para escoger, probar y decidir su compra. Puesto que la otra fue la primera en pasar al probador, a ella le indicaron otro en la planta masculina, vacía en ese momento.

Probador desinfectado cada vez

Aprovechando que tenía a mano la sección de hombres, adquirió algunas prendas para su hijo. Para ella, después de divagar menos tiempo de lo que habría sido normal, se decantó por un pantalón blanco y una camiseta. Cuando salió del probador, el espacio fue desinfectado y la ropa que descartó se limpió con vapor a 60º. Son los nuevos usos. ¿Nos habituaremos pronto a ellos? "Seguro que sí. Está claro que eso del toqueteo de ropa, darle mil vueltas a las perchas o pasar ratos interminables en los probadores se ha acabado", responde Cristina.

De momento, solo permanecen abiertas las tiendas de menos de 400 metros cuadrados. En las ciudades que permanecen en la Fase 0 de la desescalada hay que acudir con cita previa llamando al número de teléfono que aparece en la página web de cada tienda y también en el escaparate. El lunes, día 11 de mayo, las ciudades que pasen a la Fase 1 eliminarán este requisito, pero las condiciones higiénicas, de protección y de acceso se mantendrán, lo que hace previsible que habrá largas colas para comprar.

Pagar con mampara

A la hora de pagar, habrá que mantener una distancia mínima de dos metros, que estará señalada en el suelo con una cinta de vinilo, similar a la que han colocado los supermercados. Las tiendas han dispuesto una mampara de metacrilato que separará al cliente del empleado que está en la caja. Es preferible hacerlo con tarjeta de crédito, en lugar de dinero en metálico. Mejor aún si se usa una aplicación de pago, puesto que el contacto es nulo.

Controles de temperatura y gel

Inditex ha anunciado que realizará controles de temperatura a diario a todos los trabajadores. Usarán, de forma obligatoria, mascarilla protectora y guantes de un uso único. Se dispondrá de gel alcohólico en la zona de caja, zonas comunes, entrada de la tienda para los clientes, almacenes internos a la tienda y externos y probadores.

La limpieza y desinfección de los establecimientos es uno de los puntos clave del plan de reapertura de las tiendas de moda. Habrá desinfecciones diarias con pulverización o limpieza manual con desinfectante. Los productos devueltos se someterán a un exhaustivo proceso desinfección o se mantendrán en cuarentena antes de ponerlos de nuevo a la venta.

Las ventas caerán un 70%

Igual que Inditex, otras cadenas y también pequeñas tiendas preparan una vuelta que va a estar sujeta a las limitaciones que se impongan en cada fase. Aun así, la recuperación se espera lenta. La patronal del comercio textil, Acotex, pronostica que durante este primer mes de reapertura las ventas caerán un 70% respecto al mismo periodo del año anterior y un 50% en los próximos meses.

Aunque el momento haya sido tan atípico, esta gaditana sale con sus prendas de nueva temporada satisfecha. "El trato -reconoce- ha sido cuidadísimo y excepcional. Es como tener un personal shopper a tu disposición. Tengo la sensación de haber vivido una de las experiencias más insólitas de mi vida, pero al mismo tiempo sé que este es el modo de poder contribuir a esa esperada normalidad".