Modding: así es la fiebre por los relojes personalizados

  • Algunos celebrities como Robert Downey Jr. y Daniel Craig lucen sus relojes personalizados

Celebrities, primeros ministros, magnates, actores, actrices… Nadie escapa al furor que está causando el 'modding'. Se trata de una tendencia que lleva un paso más allá el afán por tener objetos únicos y 100% personalizados. En este caso, relojes de alta gama sobre las que intervienen artistas convirtiéndolas en piezas, aún, mas exclusivas. Te descubrimos quién se ha hecho con alguno de estos relojes únicos y todo lo que hay detrás de la nueva moda que arrasa entre los VIP´s. Tic, tac, tic, tac…

Curiosos antecedentes

Aunque suene a nuevo, esto del modding ya tiene sus años. Surgió en el entorno de los ordenadores y las videoconsolas. De hecho, se trata de una palabra asociada a la jerga informática, que deriva de la palabra inglesa modify (modificar). Se trata de la técnica, para muchos arte, de modificar a nivel estético o funcional diferentes partes de un ordenador o consolas.

Esta peculiar forma de personalización, también conocida como custom, ha tenido en el sector de los automóviles y las motos otro de sus grandes garantes. Pero, hasta hace no mucho, ahí quedaba la cosa. El salto al mundo de la alta relojería parecía un triple mortal sin red, pues se trata de un nicho cuyas creaciones han sido intocables durante siglos.

En este sentido, es importante diferenciar los servicios de personalización que muchas casas de lujo ofrecen a sus clientes del 'modding'. En este caso, la peculiaridad viene de que quien interviene sobre el reloj es un artista o una casa ajena a la marca que firma el reloj.

De sacrilegio a tendencia irresistible

Siempre hay un pionero que inicia una tendencia y, en este caso, fue ni más ni menos que el rey del rock: Elvis Presley. Elvis creó escuela añadiendo diamantes a su extensa colección de relojes. Décadas más tarde los cantantes de rap y hip hop retomaron ese gusto por el exceso con complementos XXL donde el oro y los brillantes eran una seña de identidad.

Pero sería en el 2000 cuando el modding de alta relojería se convirtió en algo serio. Y fue gracias a George Bamford, ideólogo de Bamford Watch Department. Su intención fue redescubrir el arte perdido de la personalización en una era de producción en masa. BWD es la primera compañía que ofreció un servicio de personalización completo de los relojes más emblemáticos del mundo.

No sin mucho revuelo y siendo tachados de sacrílegos, irreverentes y locos despiadados, los chicos malos de BWD se hicieron un hueco en las muñecas de los VIP´s con espíritu más inconformista.

Para los puristas, 'rediseñar' esas piezas clásicas era poco menos que una afrenta que desmerecía esos relojes de culto hasta hacerles perder valor. Pero nada más lejos de la verdad. Ya sean diseños recién salidos al mercado o relojes vintage, el 'modding' aporta un valor extra que revaloriza las piezas. Siguiendo la estela de BDW surgieron empresas como Pro Hunter, Mad Paris y Titan Black. Juntos han elevado esta práctica a la categoría de arte.

Adictos al 'modding'

Para quien lo tiene todo, quien puede comprar lo que le apetezca sin reparar en el precio, al final las cosas pierden valor. Más allá del puro amor por el coleccionismo, surge la necesidad de tener algo que nadie más tiene. Y ahí es donde el modding de alta relojería tiene su razón de ser.

Ya sea como clientes o como customizadores, las estrellas del deporte, la música o el cine celebran que haya quienes diseñen piezas realmente únicas con el más alto nivel de calidad y excelencia. Mark Wahlberg, Robert Downey Jr. y Daniel Craig lucen sus 'modded watches' en las alfombras rojas de medio mundo. Sin duda, para los hombres, que tenemos menos opciones para deslumbrar en cuestiones de vestuario, un complemento de estas características se vuelve un gran aliado.

Pero, hay quienes van más allá y se atreven a diseñar. Es el caso del director Spike Lee y el cantante Lenny Kravitz. Ambos han realizado colaboraciones con la empresa suiza Artisans de Geneve, especializada en el modding de relojes Rolex.

Por su parte Spike Lee ha co-diseñado la modificación de un Rolex Daytona, con detalles en naranja y azul, bautizado como Cool Hand Brooklyn. Se realizó en edición limitada de 40 unidades, con un precio de 39,800 dólares.

Kravitz, ideó el LK01, basado en un Rolex 116523. La caja se trató con DLC negro y el bisel se reemplazó por uno de baquelita dorada hecha a mano. La esfera, también modificada a mano, muestra marcas y temporizadores dorados. El brazalete original se cambió por una correa de cuero para darle un toque más roquero. Además, el movimiento está totalmente tratado en negro y tiene un rotor de oro de 22 quilates que se puede ver a través de la parte posterior que es transparente. El precio de cada unidad de esta serie limitada fue de 41.855 dólares.

El último en lanzarse a esto del 'celebrity watch modding' ha sido el futbolista Thierry Enry quien, en colaboración con Titan Black, ha creado The Invincible Edition: un curioso trabajo de rediseño sobre la base del Rolex Millgaus.

Si no puedes con tu enemigo…

¡Únete a él! Tan importante ha sido el auge de esta excéntrica tendencia que las marcas se han rendido a la evidencia. La primera en hacer una alianza con quien hace solo unos años eran tachados de proscritos ha sido la mítica relojera suiza Tag Heuer. De sobra conocidos por sus relojes de estilo deportivo y sus visionarios cronógrafos, Tag ha elegido como compañero de aventuras a Bamford Watch Department.

El resultado de esta colaboración sin precedentes han sido varios relojes no menos asombrosos. Por un lado, el Carrera Calibre 5 con diales y manecillas en azul y, por otro, una versión del mítico Mónaco con una caja de carbono y esfera azul glacial.

Tras esta sonada y rentable colaboración, la división de relojería de lujo del emporio LVMH ha firmado un acuerdo con Bamford Watch Deparment para lanzar otros modelos 'modificados' de firmas como Bulgari y la manufactura Zenith. Está claro que el que da primero da dos veces y en esto de la relojería de lujo, el tiempo vuela.

¿Has imaginado ya cómo sería el 'modding' de tu reloj favorito?