Hacer público que te vas a separar: cómo es el mejor modo de anunciarlo a familia y amigos

  • Comunicar la separación exige tenerlo claro para no incurrir en dudas que harán sufrir a nuestro entorno

  • Para los hijos, lo más importante es hacerles ver que la familia no se ha roto

  • La familia necesita saber que se mantiene el vínculo y se crearán nuevas dinámicas de convivencia, muy necesarias cuando hay hijos y nietos

Después de rumores, indicios y alguna que otra foto indiscreta, el escueto comunicado del divorcio entre Shakira y Piqué llegó en forma de whatsapp a través de la agencia de comunicación de la cantante. La idea era cortar de cuajo la rumorología de una separación muchas veces anunciada. Si por la parte pública, la decisión ya se ha comunicado, ¿qué puede hacerse por la parte privada? Incluso en estos casos hay una agenda que, si bien no es inflexible, si puede ayudarnos en el trance.

Tenerlo clarísimo

Parece obvio, pero lo primero para comunicar una decisión así es tenerlo claro y estar dispuesto a afrontarlo. En cualquier ruptura, existe un duelo, una serie de fases que tenemos que superar necesariamente. Comienza en el periodo de negación y acaba en el de neutralización. En el primero, no nos damos permiso para asumir que estamos en crisis; en el último, la hemos interiorizado y superado. En medio, el miedo, la frustración, la aceptación y el aprendizaje. Depende de en qué momento pensemos en el divorcio, la cosa va más o menos en serio. En la última fase, ya aceptado el fracaso sentimental, debemos establecer la manera de hacerlo oficial.

La clave es que la persona que plantee el divorcio tiene que haber tomado la decisión de manera clara y serena, en ningún caso de manera impulsiva. Si no es así, es posible que surjan sentimientos de arrepentimiento o dudas que pueden hacer sufrir al otro miembro de la pareja.

El momento y el lugar oportunos

No existe el momento ideal para plantear el divorcio y tampoco para comunicarlo, pero sí hay que buscar el momento oportuno. En general, tanto para la familia como para el entorno más cercano hay que evitar 'soltar la bomba' antes de cualquier evento o acto significativo. Tampoco es bueno hacerlo en las fechas señaladas del año: ni en Navidad ni en vacaciones, curiosamente los dos momentos del año donde suben las solicitudes de divorcio.

Ese momento oportuno puede encontrarse en una comida familiar, en un paseo, a veces a lo largo de un encuentro o una salida en un sitio público. En estos casos, lo que se busca es estar en un entorno donde haya que mantener las formas.

Argumentos claros e irreversibles

Al comunicar el deseo de separación hay que dejar claro que se trata de algo irreversible. Si no se hace así, podemos dar la impresión de que hay posibilidades de reconciliación y eso hará que hijos, familia y amigos vivan la situación con mayor incertidumbre.

También es importante eliminar los sentimientos de culpabilidad. No se trata de señalar a culpables ni regodearse en situaciones de infelicidad. Una vez más, la empatía, comprender cómo van a sentirse los demás, nos ayudará a elegir nuestros argumentos. En cualquier caso, lo óptimo es cerrar con serenidad lo que fue toda una vida en común y, por supuesto, en el entorno más íntimo no hay que incurrir en mensajes desagradables o violentos. Por último, cada esfera del entorno, del más íntimo (los hijos), al más lejano (familia), necesita una estrategia diferente.

Hijos: siempre seréis familia

Como en todas las separaciones, en el caso de Piqué y Shakira lo más complicado será contárselo a sus hijos, Milan y Sasha. Lo fundamental es decirles que van a seguir siendo una familia. Es importante que los niños y adolescentes que compongan la familia estén juntos y que se les comunique la noticia a la vez y al mismo tiempo. También es importante decirles a los hijos que ellos no tienen responsabilidad alguna en el divorcio y que siempre seguirán siendo una familia, aunque las rutinas cambien.

También es fundamental comprobar cada cierto tiempo cómo están. A veces tardan en asumir la noticia y conviene comprobar cada semana o cada 15 días cómo están y si necesitan ayuda psicológica.

Familia cercana: cada uno a la suya

En cuanto a la familia, depende de cómo creamos que van a reaccionar. Si esperamos una mala reacción, es mejor comunicar la noticia por separado. Una opción adecuada es llamar por teléfono de manera individual para que el resto de la familia lo vaya procesando, aunque depende del estado emocional de la pareja.

Respecto a la familia política, siempre tiene que hacerlo el hijo o la hija, aunque se acuerde lo que se cuente a ambas partes de la familia. También es útil, establecer nuevas dinámicas de relación, algo muy habitual cuando hay hijos y nietos.

Amigos: depende de la vinculación

Respecto a los amigos, si son amigos muy íntimos es mejor verlos y darles los mismos argumentos que se le ha dado a la familia. El objetivo es ser transparente -hasta donde la intimidad nos permita- y ofrecer una postura coherente.

Dado que los grados de amistad pueden variar entre los miembros de la antigua pareja, una forma fácil es repartirse las llamadas o los encuentros, según la vinculación. En cualquier caso, lo importante es acordar el criterio: qué se comunica, cuándo y dónde. Lo que no queremos, en ningún caso, es crear bandos irreconciliables entre los que una vez compartieron tantos momentos de felicidad.