Desde que en enero rompió su relación sentimental con Ramón Garcia, tras 25 años juntos, Patricia Cerezo no se había pronunciado. Con 50 recién cumplidos y fuerzas renovadas, la periodista asegura que se ha dejado de sentir ‘la mujer de’ y que, por primera vez en mucho tiempo, saborea el placer de la individualidad. Laboralmente, acaba de abrir su propia agencia de comunicación y ha vuelto a la pequeña pantalla como colaboradora de ‘Ya son las Ocho’. Pese a que el trago de separarse no ha sido agradable, ella ha sabido ver lo mejor de la situación.
En su matrimonio, él era, inevitablemente, la cara conocida, sobre todo en su época álgida y, por lo tanto, ahora ha renacido. “El otro es un rol que tuve encantada, siempre fui la eterna consorte”, explica Cerezo en una entrevista para la revista Lecturas. Lo que está viviendo ahora es muy diferente, pero aun con vértigo está dispuesta a luchar y empezar de cero, porque la edad, para ella, solo es un número maravilloso.
Sin arrepentirse ni de lejos de haberse dedicado en cuerpo y alma a su familia hasta ahora, encontrar su lugar y empezar a ser protagonista de su propia vida es lo que necesitaba para entrar en la edad dorada. “Estoy en un momento de reinvención, y encantada. La gente termina estudios o formación y se pone a trabajar y va siguiendo una trayectoria profesional a la vez que personal. Mi trayectoria profesional comienza con 50 años recién cumplidos después de haber llevado media vida de otra manera diferente”.
En las últimas dos décadas, la privacidad era algo que valoraba, no por ella, sino por sus hijas y porque pudiesen tener una niñez y adolescencia normal, como cualquier otro, en un momento en el que Ramón García era una de las personas más mediáticas del país. “Quisimos tener privacidad e intimidad y la única manera era tener una vida tranquila y un perfil mediático bajo. Ahora Ramón está en una etapa más tranquila, pero antes no podía casi ni pisar la calle. Fue una decisión meditada y acertada”, reconoce.
Ahora su situación es totalmente diferente, “no te niego que da vértigo, me toca demostrar después de haber apostado tantos años por una familia”. También en lo sentimental, porque seis meses después vuelve a estar enamorada, "Ramón fue al primero al que le conté mi relación".